martes, 5 de marzo de 2024

OBJETIVO: NO OFENDER Y SUPERAR LA OFENSA

 

OBJETIVO:NO OFENDER


Epícteto, “Las personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos

Según el famoso psicólogo Ellis modificando nuestra forma de pensar, se podía reducir el sufrimiento, y ser más estables emocionalmente. ¿A quién le interesa esto?

10 creencias irracionales

1.   “Necesito amor y aprobación de TODOS cuantos me rodean” o “tengo que ser amado y tener la aprobación de TODAS las personas importantes que me rodean”.

2.   “Para ser valioso debo conseguir todo lo que me propongo” o “si soy una persona valiosa, tengo que ser siempre competente, suficiente y capaz para conseguir todo lo que me propongo”.

3.   Todos los malos deben ser castigados por sus malas acciones”.

4.   “Es horrible y catastrófico que las cosas no salgan, no sean o no vayan como yo deseo o quiero”.

5.   “Las desgracias humanas se originan por causas externas y no puedo hacer nada o casi nada para evitar o controlar la pena y el sufrimiento que me producen”.

6.   Debo pensar constantemente que puede ocurrir lo peor”.

7.   Es más fácil evitar que enfrentarse a las responsabilidades y los problemas de la vida”.

8.   Mi pasado es determinante de mi presente y de mi futuro”.

9.                    Debo preocuparme constantemente de los problemas de los demás”.

10.                    Cada problema tiene una solución acertada, y es catastrófico no encontrarla

Todas las creencias están relacionadas de alguna forma y en cierta medida con los siguientes conceptos: Aceptación, frustración, expectativas, culpa, futuro, evitación, perfeccionismo, responsabilidad, indefensión, y dependencia.

Estas creencias irracionales las podemos resumir en tres grandes monstruos.

“Hay tres monstruos que no nos permiten avanzar: 

1.Tengo que hacerlo bien, 

2.Tienes que tratarme bien, 

3.Y el mundo debe ser fácil”.

Albert Ellis

Ofensa “hataqfah” en hebreo que significa ataque, agresión o violencia. Esta palabra proviene de la raíz קפה, que significa doblar o torcerSe usa en la Biblia para referirse a la ofensa contra Dios o contra el prójimo, que implica una transgresión de la ley, un pecado o un escándalo.

1.   Tengo que hacerlo bien: Este monstruo se refiere a la perfección. A menudo, nos imponemos la presión de hacer las cosas de manera perfecta, lo que puede paralizarnos y evitar que avancemos. Siempre buscamos la excelencia, pero a veces olvidamos que está bien cometer errores y aprender de ellos. La búsqueda constante de la perfección puede ser agotadora y limitante.

2.   Tienes que tratarme bien: Este monstruo representa la necesidad de aprobación externa. Nos preocupamos demasiado por lo que los demás piensan de nosotros. Queremos ser aceptados y amados por todos, lo que puede llevarnos a sacrificar nuestra autenticidad. Es importante recordar que no podemos controlar la opinión de los demás y que debemos aprender a valorarnos a nosotros mismos.

3.   El mundo debe ser fácil: Este monstruo es la expectativa de que todo debería ser sencillo y sin obstáculos. Cuando enfrentamos dificultades o desafíos, nos frustramos y nos sentimos desanimados. Sin embargo, la vida está llena de altibajos, y superar obstáculos es parte del crecimiento personal. Aceptar que el mundo no siempre será fácil nos permite desarrollar resiliencia y perseverancia.

En resumen, estos “monstruos” representan creencias limitantes que pueden frenar nuestro progreso. Reconocerlos y trabajar en superarlos nos ayudará a avanzar hacia nuestros objetivos de manera más efectiva. 

o    Las creencias irracionales pueden amplificar la sensación de ofensa. Si mantenemos estas creencias rígidas, cualquier situación que no cumpla con nuestras expectativas puede provocar una reacción emocional negativa.

o    Por otro lado, si cuestionamos nuestras creencias y adoptamos una perspectiva más flexible, es menos probable que nos sintamos ofendidos. Aceptar que el mundo no siempre es perfecto y que las personas no siempre nos tratarán como esperamos nos ayuda a manejar mejor las situaciones.

En resumen, nuestras creencias irracionales influyen en cómo percibimos y reaccionamos ante las ofensas. Trabajar en cambiar estas creencias puede ayudarnos a ser más resilientes y a mantener relaciones más saludables

  • Cuando alguien se siente ofendido, generalmente es porque sus expectativas o creencias han sido desafiadas. Por ejemplo:
    • Si creemos que merecemos un trato especial o que todos deberían tratarnos bien, nos sentiremos ofendidos si alguien nos trata de manera diferente.
    • Si esperamos que todo sea perfecto o fácil, nos sentiremos ofendidos cuando enfrentemos dificultades o imperfecciones.
  • La ofensa puede surgir cuando nuestras creencias irracionales no se alinean con la realidad. Por ejemplo:
    • Si alguien nos critica constructivamente, podríamos sentirnos ofendidos si creemos que siempre debemos hacerlo bien y no aceptamos la retroalimentación.
    • Si esperamos que el mundo sea justo y sin obstáculos, nos sentiremos ofendidos cuando nos encontramos con desafíos inesperados.
  • Salmo 119:165: Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos ofensa (התקפה).

Una ofensa debería de estar basada en la ley moral de Dios, no se puede ofender a los que no ofenden a la moral de Dios.

  • Ezequiel 25:12: Así ha dicho Jehová el Señor: Por lo que hizo Edom, tomando venganza de la casa de Judá, pues delinquieron en extremo, y se vengaron de ellos con ofensa (התקפה).

La enemistad se manifiesta en la ofensa, es algo mas que venganza que hasta cierto punto se aceptaba en la antigüedad.

  • Oseas 5:5: La soberbia de Israel le desmentirá en su cara; Israel y Efraín tropezarán en su ofensa (התקפה); Judá también tropezará con ellos.

Estaban divididos en dos naciones, pero ambas partes tropezaron en la misma ofensa, generalmente cuando hay una división nos ponemos a favor de una de las partes, incluso discutimos podemos estar ofendiendo. UNA OFENSA ES UN TROPIEZO Y UN ESCANDALO

Proverbios 26:17 El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno Es como el que toma al perro por las orejas.


Este proverbio significa que meterse en asuntos que no nos conciernen es una acción imprudente y peligrosa, que puede traernos problemas y daños. Es como agarrar a un perro por las orejas, que es una forma de molestarlo y provocarlo, y que puede hacer que nos muerda o nos ataque. El proverbio nos aconseja evitar la intromisión innecesaria y la ira injustificada en los conflictos de los demás, y actuar con sabiduría y prudencia.

LA OFENSA DE BAITAR

Baitar era un pueblecito pequeño del sur de Israel. Fue destruido por completo por los romanos.

¿Qué ocurrió? En aquel tiempo, cuando nacía un hijo, sembraban un cedro y si una hija un pino. Cuando se casaban talaban ambos árboles y los usaban para los muebles de los recién casados.

Los judíos pensaban que la vida de sus hijos se refleja en sus árboles.

Por aquel lugar porteaban a la hija del emperador y uno de los soportes se partió, por lo que los romanos decidieron talar un Cedro, para construir nuevos soportes. Los vecinos de Baitar se ofendieron tanto, que hasta la hija del emperador fue herida, así que cuando este se enteró mando destruir por completo aquella población.

Cuando no conocemos y valoramos, la cultura y los valores de los demás, entonces les estamos ofendiendo, molestando y enfadando.

Siempre que nos sentimos ofendidos pensamos que nosotros no ofendimos antes, pero solemos equivocarnos, nosotros tal vez ofendimos primero.

Alguna de esas 10 creencias irracionales se nos hicieron un tropiezo y tomamos al perro por las orejas, luego caimos en nuestro intento de superarlo.

El ofender es lo más habitual en el ser humano desgraciadamente.

Santiago 3:2

Porque todos ofendemos (ptaio) muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

(ptaio) en realidad es caer, tropezar, errar, fallar en el deber

La ley de Moisés ya lo daba por hecho, y por eso instauró un sacrificio para quitar la culpa de haber ofendido

Levítico 6:7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera de todas las cosas en que suele ofender.

La palabra hebrea que se traduce como “ofender” en Levítico 6:7 es אָשַׁם (asham), que significa “ser culpable, pecar, hacerse responsable”. Esta palabra se usa para expresar la condición de culpa o el acto de ofensa contra Dios o el prójimo. La raíz de esta palabra es אשם (asham), que tiene el mismo significado. También significa una ofensa debe traer una ofrenda de culpa al sacerdote, para que este haga expiación por él delante de Dios y obtenga el perdón. La ofrenda de culpa consistía en un carnero sin defecto o su equivalente en dinero.

En hebreo el problema y la solución a veces se expresan con la misma palabra.

Es interesante notar que la misma palabra que expresa el problema (el pecado) también expresa la solución (la ofrenda o la purificación). Esto muestra que Dios provee el medio para restaurar la relación con él y con los demás, cuando reconocemos y confesamos nuestros errores.

- חַטָּאת (jatta’t) puede significar tanto “pecado” como “ofrenda por el pecado”, dependiendo del contexto. Esta palabra se usa unas 293 veces en la Biblia hebrea, y tiene el sentido de “errar el camino o no dar en el blanco”.

La ofrenda por el pecado era un tipo de sacrificio que se ofrecía en el Templo de Jerusalén para expiar los pecados involuntarios o por ignorancia. Consistía en un animal sin defecto, como una cabra o un carnero, que se degollaba y se rociaba su sangre sobre el altar. El sacerdote quemaba la grasa del animal y el resto se comía o se quemaba fuera del campamento. Así se obtenía el perdón y la purificación de Dios. (Lev. 4-6)

En una ocasión acusaron a Jesús de ofender a los fariseos.

Mateo 15:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

12 Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?

En realidad, la ofensa era acerca de una tradición y no de un principio.

-Las tradiciones a veces son piedra de tropiezos porque se basan en creencias irracionales.

En realidad, la ofensa era acerca de una tradición y no de un principio.

Dos judíos discutían acerca de una tradición uno decías es así y así se debe guardar y el otro de la otra manera, ambos llegaron a un sabio que les dijo que ninguno estaba cumpliendo la tradición... ¿Entonces cual es la tradición? El sabio les respondió la tradición es “discutirlo” así es como se aprende realmente.

Una discusión puede ser buena cuando se busca llegar a un entendimiento, se respeta el punto de vista de los demás y se usan argumentos sólidos y razonables. Una discusión puede ser una oportunidad para aprender, compartir y resolver problemas de forma constructiva. Sin embargo, una discusión puede ser mala cuando se convierte en una pelea, se ataca a la persona y no a sus ideas, se usan insultos o amenazas, o se impone la propia opinión sin escuchar a los demás. Una discusión puede ser dañina para las relaciones y el bienestar emocional. Por eso, es importante saber discutir de forma positiva y respetuosa. 

A Jesús le ofendía que los jóvenes hacían una ofrenda al templo y ya no se sentían responsables de honrar a sus padres lo cual no era una tradición sino un principio.

-Jesús no era un defensor de tradiciones sino de principios.

Mateo 15:2-7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan.

Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?

Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.

Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,

ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.

Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:

-Tendríamos que analizar a quienes solemos ofender ¿A gente de principios o a gente de tradiciones?

-Todos ofendemos muchas veces ¿Pero a quienes? A gente de principios o a gente de tradiciones.

El estudiante de la biblia tiene que distinguir entre tradiciones y principios.

Todos los grupos religiosos tienen tradiciones menos el mío (esto es una ironía)... Je,je.

En una ocasión los apóstoles pensaron que Jesús había ofendido a los fariseos...

Mateo 15:12  Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?

El contexto demuestra que ni los fariseos ni los discipulos había entendido las palabras de Jesús...

Mateo 15:10-11Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: 11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.

-Los fariseos creían que lo mas importante para ser santos era guardar las comidas Kosher... pero Jesús estimó mucho mas importante el guardarse de contaminaciones de dentro del corazón.

Mateo 15:16-18 Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? 18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.

Nos ofendemos cuando no entendemos la prioridad de unos mandamientos morales sobre otros que no son tan importantes.

Juan 6:60-61 

 

60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?

61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende “skandalizo”?

“skandalo”. Etimológicamente significaba una especie de cepo, lazo o trampa para cazar animales, significa propiamente ‘aparato lanzador’.

Más tarde pasó a significar lo que repele, es decir, la conducta que hace daño y que engaña, decepciona y repele a quien la contempla. La conducta escandalosa hacer perder la confianza en la persona. Es una acción o situación que se considera intolerable y provoca indignación.

Jesús es ESKANDALO para los judíos y locura para los griegos.

1 Corintios 1:23 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero ESKANDALO, y para los gentiles locura;

Jesús por tanto fue las dos cosas:

1-OFENSA (ESCRIBAS Y FARISEOS).

2-ESKANDALO (A JUDIOS ORTODOXOS) e incluso a sus propios discipulos.

Cuando por circunstancias dejamos de confiar en una persona, cualquier cosa la vamos a interpretar como un escándalo... Jesús no ofendió realmente a nadie pero si fue considerado escándalo.

Jesús no quiso ofender ni hacer tropezar a nadie, pero cuando alguien vive en principios y no en tradiciones unos te llamaran loco y otros, tropiezo.

Buscadme una persona seguidora de Cristo y también recibirá ofensas y será evitado como si fuese una piedra de tropiezo.

En Cuba un hombre entró en la Iglesia con un sombrero. Joven por favor ¿No sabe usted que es de mala educación no quitarse el sombrero en la Iglesia?. Inmediatamente la Iglesia se dividió en dos, a unos les pareció muy ofensivo, como una piedra de tropiezo permitir al del sombrero en el culto, pero a otros una locura dividirse por semejante locura.... 

LA TRADICIÓN ES DISCUTIBLE

Dos judíos se encontraron en una calle y empezaron a discutir sobre una cuestión de la ley judía. Uno decía que la tradición era así, y el otro decía que la tradición era de otra manera. No se ponían de acuerdo, así que decidieron ir a ver a un rabino sabio para que les resolviera la duda. El rabino los escuchó atentamente y luego dijo al primero: “Tienes razón”. Luego dijo al segundo: “Tienes razón”. Entonces, un discípulo que estaba presente le preguntó al rabino: “¿Cómo pueden tener razón los dos, si dicen cosas opuestas?” El rabino le respondió: “Tú también tienes razón”.

Esta anécdota ilustra el valor del debate y la diversidad de opiniones en el judaísmo, así como la humildad y la tolerancia del rabino. También muestra que la tradición no es algo fijo e inmutable, sino que se construye y se enriquece con el diálogo y la interpretación.

¡Cundo no aceptamos la cultura y valores de los demás, entonces eso les supone una ofensa, un ataque y un enfado!

Queremos pensar que nos ofendieron, pero a veces nosotros ofendimos primero.

Cuando los cristianos fuimos ofendidos a menudo adoptamos la posición de jueces, fiscales o víctimas, cuando en realidad lo que somos es sacerdotes y nuestro oficio es buscar el perdón de los ofensores, por eso había un sacrificio, somos muy sensibles ante las ofensas de otros y muy ignorantes acerca de las nuestras hacia otros.

Levítico 6:7 Y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera de todas las cosas en que suele ofender.

 

Proverbios 18:19  El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte,

Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.

Hay algo con lo que a veces no contamos y eso es ofender a otros sin verdadera razón de ofensa, el caso es lo mismo porque puede romper nuestra amistad y confianza de muchos años.

 

LA OFENSA POR LAS GALLINAS



Un día, un hombre fue a visitar a su amigo que vivía en un pueblo lejano. Al llegar, se encontró con que su amigo estaba muy triste y deprimido. Le preguntó qué le pasaba, y su amigo le contó que había tenido una fuerte discusión con su vecino, que le había insultado y acusado de robarle unas gallinas. El hombre le dijo que eso era una mentira, que él nunca había robado nada, y que su vecino era un calumniador. Su amigo le creyó, y le dijo que lo apoyaba, pero que no sabía cómo solucionar el problema.

El hombre le propuso un plan: iría a hablar con el vecino, y le diría que él era el ladrón de las gallinas, y que se las había vendido a su amigo sin que él supiera su origen. De esa manera, el vecino se daría cuenta de que se había equivocado, y pediría perdón a su amigo. Su amigo aceptó el plan, y le agradeció su ayuda.

El hombre fue a la casa del vecino, y le dijo lo que había planeado. El vecino se quedó sorprendido, y le preguntó por qué le confesaba eso. El hombre le dijo que lo hacía por arrepentimiento, y que quería reparar el daño que había causado. El vecino le creyó, y le dijo que lo perdonaba, pero que tenía que devolverle las gallinas o pagarle su valor. El hombre le dijo que no tenía dinero, y que las gallinas ya se las habían comido. El vecino se enfadó, y le dijo que entonces tendría que trabajar para él hasta saldar la deuda. El hombre aceptó, y se quedó a vivir con el vecino, trabajando duro todos los días.

Al cabo de un tiempo, el hombre volvió a ver a su amigo, y le contó lo que había pasado. Su amigo se quedó estupefacto, y le dijo que eso era una locura, que él no tenía que pagar por algo que no había hecho, y que su vecino era un aprovechado. El hombre le dijo que no se preocupara, que él lo hacía por amistad, y que pronto saldría de esa situación. Su amigo le dijo que lo admiraba, y que era un verdadero amigo.


Cuatro creencias irracionales que pueden provocar la ofensa:

Un ejemplo de alguien que pensaba en términos de blanco o negro, bueno o malo, sin matices ni grises, es el apóstol Pedro. Él era muy impulsivo y radical, y a veces juzgaba a los demás o a sí mismo de forma severa y rígida. Por ejemplo, cuando Jesús le anunció que iba a morir, Pedro le dijo que eso nunca pasaría, y Jesús le reprendió diciéndole que se apartara de él, porque no pensaba como Dios, sino como los hombres. (Mateo 16:21-23)

Mateo 16:21-23 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Otra vez, cuando Jesús le dijo que le iba a negar tres veces, Pedro le dijo que él nunca le negaría, y que estaba dispuesto a morir con él, pero luego lo hizo, y se arrepintió amargamente. (Mateo 26:31-35, 69-75)

Mateo 26:31-35 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. 32 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 33 Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. 34 Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

 

Mateo 26:69-75 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo. 70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. 71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También este estaba con Jesús el nazareno. 72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre. 73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. 74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. 75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.

 

Un ejemplo de alguien que sacaba conclusiones universales a partir de un caso particular o limitado es Jonás. Él era un profeta que recibió la orden de Dios de ir a Nínive, una ciudad pagana y enemiga de Israel, para anunciar su juicio. Pero Jonás no quiso ir, porque tenía prejuicios y estereotipos contra los ninivitas, y pensaba que eran malos e irrecuperables. Por eso, huyó en un barco, pero Dios le envió una tormenta y un gran pez que se lo tragó. Después de tres días, el pez lo vomitó en la orilla, y Jonás aceptó ir a Nínive. Allí predicó el mensaje de Dios, y para su sorpresa, los ninivitas se arrepintieron y se convirtieron. Pero Jonás se enojó con Dios, porque quería que los destruyera, y no que les perdonara. (Jonás 1-4)

Un ejemplo de alguien que se atribuía la responsabilidad o la culpa de todo lo que ocurría, o que creía que todo lo que hacían los demás tenía que ver con él, es Job. Él era un hombre justo y temeroso de Dios, que tenía una gran familia y muchas posesiones. Pero un día, Dios permitió que Satanás le quitara todo lo que tenía, y le afligiera con una terrible enfermedad. Job no entendía por qué le pasaba eso, y pensaba que Dios le estaba castigando por algún pecado oculto, o que le había abandonado. Sus amigos también le acusaban de haber hecho algo malo, y le decían que confesara y se humillara ante Dios. Pero Job se defendía, y se quejaba de su situación, sin saber que Dios tenía un propósito mayor para su vida. (Job 1-42)

Un ejemplo de alguien que anticipaba o imaginaba el peor escenario posible, o que exageraba las consecuencias negativas de una situación, es el rey David. Él era un hombre conforme al corazón de Dios, que había sido ungido como rey de Israel, y que había vencido a muchos enemigos. Pero un día, cometió un grave pecado: se acostó con Betsabé, la esposa de uno de sus soldados, y la dejó embarazada. Para encubrir su falta, mandó a matar al soldado, y se quedó con la mujer. Pero Dios le envió al profeta Natán, que le confrontó con su pecado, y le anunció las consecuencias que tendría: la muerte de su hijo, la rebelión de su otro hijo Absalón, y la violación de sus concubinas. David se arrepintió, y pidió perdón a Dios, pero también se angustió mucho, y pensó que Dios le iba a quitar su reino, su vida, y su salvación. (2 Samuel 11-12, Salmo 51)

Moraleja: A veces, por querer solucionar un problema, podemos crear otro mayor. Es mejor enfrentar la verdad, y no inventar mentiras que nos perjudiquen. La ofensa que no es real puede ser más dañina que la que lo es.

 


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