Escuchar es hacerme vulnerable. Al escuchar a otro ser
humano, y a Dios, nos abrimos a una mente radicalmente diferente a la nuestra.
Escuchar es el mejor regalo que podemos darle a otro ser
humano,, el espíritu de un hombre tiene
una capacidad innata de oír a Dios y distinguirlo aun en el mundanal ruido.
Al estudiar los primeros capítulos de Génesis no vemos una
imagen detrás de todo lo que hace Dios, más bien vemos una “VOZ” que hacia
todo, esconderse de Dios era esconderse de la VOZ.
Génesis 3:8 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
8 Y
oyeron
la voz (kol) de Jehová Dios que se paseaba en
el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la
presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Aquí no se
refiere a Dios como una figura antropomórfica que se paseaba en el huerto con
los brazos a la espalda, lo que realmente se pasea es la VOZ DE DIOS.
El término hebreo “voz” (kol) señala
al sonido producido por las cuerdas vocales.
Además de voz (kol) también puede
significar trueno.
En tres ocasiones el registro bíblico presenta a Jehová
hablando a los humanos audiblemente:
1-En el bautismo de Jesús
Marcos 1:11 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 Y
vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia.
2-En la transfiguración de Jesús
Mateo 17:5 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
5 Mientras
él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube,
que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
3-Antes de ir a la cruz
Juan 12:28-29 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
28 Padre,
glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo
glorificaré otra vez.
29 Y
la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno.
Otros decían: Un ángel le ha hablado.
La muchedumbre pensaba que tronaba o que un ángel le había
hablado a Jesús.
-El mismo Jesús apelaba a su voz y no a su imagen ni aspecto.
-Pero la filosofía occidental (GRECOROMANA) apela a la apariencia y
menosprecia la voz.
Juan 10:27 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
27 Mis
ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
Así es que vemos que el Dios del Génesis y el Padre de Jesús,
es la “VOZ” que está detrás de todo lo que Dios está haciendo.
Desde la perspectiva hebrea nunca vemos todo el panorama,
nunca vemos la totalidad sino vemos una parte de ella.
En el hebreo antiguo de la biblia lo opuesto a OÍR “sh-m-ayin” en hebreo es VER “r-alef-h”.
-Hace un tiempo escuché una gran anécdota
sobre la Madre Teresa de Calcuta. Un visitante le preguntó a la Madre
Teresa cómo oraba.
“La mayor parte del tiempo escucho,” ella
dijo.
Un
poco escéptico, el visitante le preguntó, “¿Y que dice
Dios?”
“La mayor parte del tiempo, Él escucha” dijo la Madre Teresa.
La voz de Dios (en vivo) - Siervos de Jesus
Deuteronomio 4:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12 y
habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis “sh-m-ayin” la voz de sus palabras,
más a
excepción de oír la voz, ninguna figura visteis “r-alef-h”.
La vista “ver” tiene su base en cosas como los colores y el
estilo. Busca lo superficial más que lo profundo, lo obvio sobre lo oculto.
El “oír” al contrario no es superficial, el sonido penetra el alma de
todos lados. Está en todas partes y a la vez no está en ninguna parte.
El hecho de que no haya palabras para “obediencia” en el
hebreo bíblico, en una religión de 613 MANDAMIENTOS, es deslumbrante (el hebreo
moderno tuvo que tomar prestado el verbo, letzayet,
del arameo).
Lo que Moisés nos está diciendo en el Deuteronomio es que
Dios no busca la obediencia ciega....EL USA EL VERBO Shemá !si escuchas!
Si obedecieres Shemá cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a
Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón y con toda vuestra
alma “(Deuteronomio 11:13).
Una traducción más
contundente podría ser: “Si
escuchas, es decir, si realmente escuchas”.
Una cultura de escucha no es lo mismo que una cultura de la
vista.
Muchos leen la biblia intentando ver cosas pero lo importante es OIR la voz de Dios.
Shemá en hebreo no solo se trata de oír sino “oír concentrado”.
Deuteronomio 6:4 «Shema Israel,
Adonai Eloheinu, Adonai Ejad /Oye Israel, Adonai es nuestro, Adonai es Uno».
Para entender una palabra que no es traducible ( Shemá) ,
debes estar dispuesto a salir de tu zona de confort e ingresar a otra
mentalidad diferente a la tuya.
Dios no puede ser visto, sólo puede ser escuchado….una y otra
vez Dios quiere que le escuchemos no que le veamos.
Deja de mirar (como los griegos y occidentales) y empieza a
escuchar. Deja de hablar, escucha.
Crea un silencio en el alma. Es el ejercicio de tratar
de escuchar nuestra voz debajo de tanto ruido. Poder escuchar eso que
necesitamos escuchar.
Maná y Luis Alfredo - 11 Siete mil / Disco "Baja a Dios de las nubes"
¿Qué
hace Elías cuando su confianza flaquea y cuando su seguridad se esfuma?
Las
lecciones en el Horeb
1-Cuando el camino se me hace demasiado largo, ¿dejo a Dios que me alimente?
2- Cuando me pongo ante Dios en la
oración, ¿acepto no ver lo que creo ni lo que espero?
3- ¿Sé reconocer a mi Dios cuando, para manifestarse, elige la discreción y el
silencio?
1 Reyes 19:11-12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 El
le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que
pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las
peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento
un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.
12 Y
tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego
un silbo apacible y delicado.
En
hebreo la palabra silbo es [col] que significa llamar en voz alta, esto puede
significar hasta gritar y contrasta con la siguiente palabra "demamá" apacible sosiego, quietud y silencio.
El grito del silencio pero para oirlo tenemos que dejar de reaccionar a los grandes ruidos en los que no hay voz de Dios.
Cuando Dios quiso que su presencia le fuera real y potente al
profeta Elías (1 Reyes 19), envió un fuerte viento que hizo que las montañas
crujieran y cayeran rocas. Luego envió un terremoto y un enorme fuego. Aunque
esos fenómenos naturales son impresionantes y fuertes, la Biblia dice que el
Señor no estaba en esas cosas. Dice en cambio que Dios se envolvió en un “suave
murmullo” para comunicarse con Elías. Es crucial para que tu vida de oración
sea vibrante, dejar fuera el ruido y buscar un lugar donde puedas estar a
solas, en quietud, pasando tiempo en silencio cada vez que puedas. Cuando te
sumerges en el silencio, como lo hizo Elías, puedes oír la voz de Dios.
El verbo “lishmoa” es
clave en Deuteronomio ya que aparece de una u otra forma, 92 veces (en Levítico
aparece solo 6) y sirve para una variada gama de interpretaciones:
shema
Escuchar,
prestar foco y atención, comprender, internalizar, registrar, llevar al
corazón, responder en acción. En el hebreo ya rabínico tiene otros significados
como: inferir, aceptar y tomar como evidencia.
No existe palabra en español igual a esta. Una de las más
interesantes formas de comprender una civilización es a través de ese tipo de
palabras, imposibles de hallar en otras culturas.
Como ejemplo, los beduinos
tienes muchísimas palabras para definir la arena y los esquimales a la nieve.
Otro ejemplo es la palabra griega megalopsuchos,
que representaba a la persona bendecida con muchas riquezas, status,
propiedades y enorme superioridad con respecto al resto.
No hay equivalente a
una palabra así en la cultura judeo-cristiana, ya que ambas tradiciones valoran
especialmente la humildad, algo que no sucedía en la antigua Grecia.
Por eso el
Shema representa el máximo ejemplo de la cultura
de la escucha, y por eso, es imposible de traducir.
El libro sagrado no tiene una palabra que signifique obedecer
sin escuchar.
Para obedecer hay que lishmoa
“escuchar concentrados” sin lo cual no se considera obediencia.
Para de mirar,
y escucha. Para de hablar, y escucha.
Hablamos de personas perceptivas, de hacer una observación,
de adoptar una perspectiva. Decimos, “parece que…”
Cuando entendemos algo, decimos
“ya veo”. Toda esta constelación lingüística es el legado de los filósofos de
la antigua Grecia, el ejemplo supremo en toda la historia de una cultura
visual.
El hebreo presenta una prueba, dice Ta shma, “Ven y escucha”.
Cuando habla de concluir dice: Shemá minah, “Escucha esto”.
Cuando alguien no está de acuerdo con algo, dice Lo shemiyah leih, “él no podía escuchar
esto”.
Cuando se llega a una conclusión dice, Mashmá, “de aquí entendemos”. Maimónides
llama a la tradición oral, mipi hashemuá,” de lo que se escuchó de la boca”.
En la cultura occidental, la comprensión es una forma de ver;
en el judaísmo, es una forma de escuchar.
Jamás llegaremos a la verdadera unidad entre nosotros y con
Dios si no nos escuchamos realmente los unos a los otros.
DIOS HÁBLAME - Barak (Letras)
1 Reyes 19:13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
13 Y
cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la
puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí,
Elías?
Ruidos
que hacen la competencia a la voz que viene a nosotros, debemos identificarlos
y silenciarlos hasta que podemos reconocer el silbo apacible y su voz sale a
buscarnos.
No
podemos tener una experiencia con la voz de Dios desde el ruido poderoso y nada
apacible que la vida nos ofrece con tanta frecuencia.
1-El ruido del odio
2. El ruido de la crítica a Dios
3. El ruido del rencor
4. El ruido del orgullo
5. El ruido de la envidia
6. El ruido del miedo
7. El ruido de las preocupaciones
8. El ruido de la debilidad
9. El ruido de la acomodación en el pecado
10.- El ruido de la vanidad
11.- El ruido del propio pasado personal
12. El ruido de las fantasías
Soy un hombre afortunado porque la voz de Dios ha venido a mi y yo la escucho en ese silencio interior, una experiencia sin igual que comparto con miles de personas de todo el mundo y soy feliz por ello.
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