domingo, 5 de mayo de 2019

“LA IMPORTANCIA DE ESCUCHAR”




Escuchar es hacerme vulnerable. Al escuchar a otro ser humano, y a Dios, nos abrimos a una mente radicalmente diferente a la nuestra.

Escuchar es el mejor regalo que podemos darle a otro ser humano,, el espíritu de un hombre tiene una capacidad innata de oír a Dios y distinguirlo aun en el mundanal ruido.



Al estudiar los primeros capítulos de Génesis no vemos una imagen detrás de todo lo que hace Dios, más bien vemos una “VOZ” que hacia todo, esconderse de Dios era esconderse de la VOZ.

Génesis 3:8 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Y oyeron la voz (kol) de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Aquí no se refiere a Dios como una figura antropomórfica que se paseaba en el huerto con los brazos a la espalda, lo que realmente se pasea es la VOZ DE DIOS.
El término hebreo “voz” (kol) señala al sonido producido por las cuerdas vocales. 

Además de voz (kol) también puede significar trueno.

En tres ocasiones el registro bí­blico presenta a Jehová hablando a los humanos audiblemente: 

1-En el bautismo de Jesús

Marcos 1:11 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

2-En la transfiguración de Jesús

Mateo 17:5 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
3-Antes de ir a la cruz

Juan 12:28-29 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
29 Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado.

La muchedumbre pensaba que tronaba o que un ángel le habí­a hablado a Jesús.

-El mismo Jesús apelaba a su voz y no a su imagen ni aspecto.

-Pero la filosofía occidental (GRECOROMANA) apela a la apariencia y menosprecia la voz.

Juan 10:27 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

Así es que vemos que el Dios del Génesis y el Padre de Jesús, es la “VOZ” que está detrás de todo lo que Dios está haciendo.

Desde la perspectiva hebrea nunca vemos todo el panorama, nunca vemos la totalidad sino vemos una parte de ella. 

En el hebreo antiguo de la biblia lo opuesto a OÍR “sh-m-ayin” en hebreo es VER “r-alef-h”.

-Hace un tiempo escuché una gran anécdota sobre la Madre Teresa de Calcuta.  Un visitante le preguntó a la Madre Teresa cómo oraba.
“La mayor parte del tiempo escucho,” ella dijo.
Un poco escéptico, el visitante le preguntó, “¿Y que dice Dios?”
“La mayor parte del tiempo, Él escucha” dijo la Madre Teresa.



La voz de Dios (en vivo) - Siervos de Jesus





Deuteronomio 4:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12 y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis “sh-m-ayin”  la voz de sus palabras, más a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis “r-alef-h”.
La vista “ver” tiene su base en cosas como los colores y el estilo. Busca lo superficial más que lo profundo, lo obvio sobre lo oculto.
El “oír” al contrario no es superficial, el sonido penetra el alma de todos lados. Está en todas partes y a la vez no está en ninguna parte.
El hecho de que no haya palabras para “obediencia” en el hebreo bíblico, en una religión de 613 MANDAMIENTOS, es deslumbrante (el hebreo moderno tuvo que tomar prestado el verbo, letzayet, del arameo).

Lo que Moisés nos está diciendo en el Deuteronomio es que Dios no busca la obediencia ciega....EL USA EL VERBO Shemá !si escuchas!

Si obedecieres Shemá cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma “(Deuteronomio 11:13).

 Una traducción más contundente podría ser: “Si escuchas, es decir, si realmente escuchas”.

Una cultura de escucha no es lo mismo que una cultura de la vista.

Muchos leen la biblia intentando ver cosas pero lo importante es OIR la voz de Dios.

Shemá en hebreo no solo se trata de oír sino “oír concentrado”.

Deuteronomio 6:4 «Shema Israel, Adonai Eloheinu, Adonai Ejad /Oye Israel, Adonai es nuestro, Adonai es Uno».

 Para entender una palabra que no es traducible ( Shemá) , debes estar dispuesto a salir de tu zona de confort e ingresar a otra mentalidad diferente a la tuya.

Dios no puede ser visto, sólo puede ser escuchado….una y otra vez Dios quiere que le escuchemos no que le veamos.

Deja de mirar (como los griegos y occidentales) y empieza a escuchar. Deja de hablar, escucha. 

Crea un silencio en el alma. Es el ejercicio de tratar de escuchar nuestra voz debajo de tanto ruido. Poder escuchar eso que necesitamos escuchar.


Maná y Luis Alfredo - 11 Siete mil / Disco "Baja a Dios de las nubes"


¿Qué hace Elías cuando su confianza flaquea y cuando su seguridad se esfuma?


Las lecciones en el Horeb

1-Cuando el camino se me hace demasiado largo, ¿dejo a Dios que me alimente?

2- Cuando me pongo ante Dios en la oración, ¿acepto no ver lo que creo ni lo que espero?

3- ¿Sé reconocer a mi Dios cuando, para manifestarse, elige la discreción y el silencio?

1 Reyes 19:11-12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.
12 Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.
En hebreo la palabra silbo es [col] que significa llamar en voz alta, esto puede significar hasta gritar y contrasta con la siguiente palabra "demamá" apacible sosiego, quietud y silencio.

El grito del silencio pero para oirlo tenemos que dejar de reaccionar a los grandes ruidos en los que no hay voz de Dios.

Cuando Dios quiso que su presencia le fuera real y potente al profeta Elías (1 Reyes 19), envió un fuerte viento que hizo que las montañas crujieran y cayeran rocas. Luego envió un terremoto y un enorme fuego. Aunque esos fenómenos naturales son impresionantes y fuertes, la Biblia dice que el Señor no estaba en esas cosas. Dice en cambio que Dios se envolvió en un “suave murmullo” para comunicarse con Elías. Es crucial para que tu vida de oración sea vibrante, dejar fuera el ruido y buscar un lugar donde puedas estar a solas, en quietud, pasando tiempo en silencio cada vez que puedas. Cuando te sumerges en el silencio, como lo hizo Elías, puedes oír la voz de Dios.



 El verbo “lishmoa” es clave en Deuteronomio ya que aparece de una u otra forma, 92 veces (en Levítico aparece solo 6) y sirve para una variada gama de interpretaciones: 

shema

Escuchar, prestar foco y atención, comprender, internalizar, registrar, llevar al corazón, responder en acción. En el hebreo ya rabínico tiene otros significados como: inferir, aceptar y tomar como evidencia.

No existe palabra en español igual a esta. Una de las más interesantes formas de comprender una civilización es a través de ese tipo de palabras, imposibles de hallar en otras culturas. 

Como ejemplo, los beduinos tienes muchísimas palabras para definir la arena y los esquimales a la nieve. 

Otro ejemplo es la palabra griega megalopsuchos, que representaba a la persona bendecida con muchas riquezas, status, propiedades y enorme superioridad con respecto al resto. 

No hay equivalente a una palabra así en la cultura judeo-cristiana, ya que ambas tradiciones valoran especialmente la humildad, algo que no sucedía en la antigua Grecia.

 Por eso el Shema representa el máximo ejemplo de la cultura de la escucha, y por eso, es imposible de traducir.

El libro sagrado no tiene una palabra que signifique obedecer sin escuchar.

Para obedecer hay que lishmoa “escuchar concentrados” sin lo cual no se considera obediencia.

Para de mirar, y escucha. Para de hablar, y escucha.




Hablamos de personas perceptivas, de hacer una observación, de adoptar una perspectiva. Decimos, “parece que…” 

Cuando entendemos algo, decimos “ya veo”. Toda esta constelación lingüística es el legado de los filósofos de la antigua Grecia, el ejemplo supremo en toda la historia de una cultura visual.

El hebreo presenta una prueba, dice Ta shma“Ven y escucha”.

Cuando habla de concluir dice: Shemá minah“Escucha esto”.

Cuando alguien no está de acuerdo con algo, dice Lo shemiyah leih, “él no podía escuchar esto”

Cuando se llega a una conclusión dice, Mashmá, “de aquí entendemos”. Maimónides llama a la tradición oral, mipi hashemuá,” de lo que se escuchó de la boca”.

En la cultura occidental, la comprensión es una forma de ver; en el judaísmo, es una forma de escuchar.
Jamás llegaremos a la verdadera unidad entre nosotros y con Dios si no nos escuchamos realmente los unos a los otros.

DIOS HÁBLAME - Barak (Letras)



1 Reyes 19:13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Ruidos que hacen la competencia a la voz que viene a nosotros, debemos identificarlos y silenciarlos hasta que podemos reconocer el silbo apacible y su voz sale a buscarnos.
No podemos tener una experiencia con la voz de Dios desde el ruido poderoso y nada apacible que la vida nos ofrece con tanta frecuencia.

1-El ruido del odio

2. El ruido de la crítica a Dios

3. El ruido del rencor

4. El ruido del orgullo

5. El ruido de la envidia

6. El ruido del miedo

7. El ruido de las preocupaciones

8. El ruido de la debilidad

9. El ruido de la acomodación en el pecado

10.- El ruido de la vanidad

11.- El ruido del propio pasado personal 

12. El ruido de las fantasías

Soy un hombre afortunado porque la voz de Dios ha venido a mi y yo la escucho en ese silencio interior, una experiencia sin igual que comparto con miles de personas de todo el mundo y soy feliz por ello.


Alex Campos | El Sonido del Silencio (Letra)



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