OBJETIVO:NO
OFENDER
Epícteto, “Las
personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los
hechos“
Según el famoso psicólogo Ellis modificando nuestra forma de pensar, se podía reducir el
sufrimiento, y ser más estables emocionalmente. ¿A quién le interesa
esto?
10 creencias irracionales
1. “Necesito amor y aprobación de TODOS cuantos me rodean” o “tengo que ser amado y tener la aprobación de TODAS las
personas importantes que me rodean”.
2. “Para ser valioso debo
conseguir todo lo que me propongo” o “si soy una persona valiosa, tengo que ser
siempre competente, suficiente y capaz para conseguir todo lo que me propongo”.
3. “Todos los malos deben ser castigados
por sus malas acciones”.
4. “Es horrible y catastrófico que
las cosas no salgan, no sean o no vayan como yo deseo o quiero”.
5. “Las desgracias humanas se
originan por causas externas y no puedo hacer nada o casi nada para evitar o
controlar la pena y el sufrimiento que me producen”.
6. “Debo pensar constantemente que
puede ocurrir lo peor”.
7. “Es más fácil evitar que enfrentarse a las responsabilidades y los problemas de la vida”.
8. “Mi pasado es determinante de
mi presente y de mi futuro”.
9.
“Debo preocuparme constantemente de los problemas de los demás”.
10.
“Cada problema tiene una solución acertada, y es catastrófico no
encontrarla”
Todas
las creencias están relacionadas de alguna forma y en cierta medida con los
siguientes conceptos: Aceptación, frustración, expectativas, culpa,
futuro, evitación, perfeccionismo, responsabilidad, indefensión, y dependencia.
Estas creencias irracionales las podemos resumir
en tres grandes monstruos.
“Hay tres monstruos que no nos permiten avanzar:
1.Tengo que hacerlo bien,
2.Tienes que tratarme bien,
3.Y el mundo debe ser fácil”.
Albert Ellis
Ofensa “hataqfah” en hebreo que
significa ataque, agresión o
violencia. Esta palabra proviene de la raíz קפה, que significa doblar
o torcer. Se usa en la Biblia para referirse a la ofensa contra Dios
o contra el prójimo, que implica una transgresión de la ley, un pecado o un
escándalo.
1. Tengo que
hacerlo bien: Este monstruo se refiere a la perfección. A
menudo, nos imponemos la presión de hacer las cosas de manera perfecta, lo que
puede paralizarnos y evitar que avancemos. Siempre buscamos la excelencia, pero
a veces olvidamos que está bien cometer errores y aprender de ellos. La
búsqueda constante de la perfección puede ser agotadora y limitante.
2.
Tienes que
tratarme bien: Este monstruo representa la necesidad de
aprobación externa. Nos preocupamos demasiado por lo que los
demás piensan de nosotros. Queremos ser aceptados y amados por todos, lo que
puede llevarnos a sacrificar nuestra autenticidad. Es importante recordar que
no podemos controlar la opinión de los demás y que debemos aprender a
valorarnos a nosotros mismos.
3.
El mundo debe
ser fácil: Este monstruo es la expectativa de
que todo debería ser sencillo y sin obstáculos. Cuando
enfrentamos dificultades o desafíos, nos frustramos y nos sentimos desanimados.
Sin embargo, la vida está llena de altibajos, y superar obstáculos es parte del
crecimiento personal. Aceptar que el mundo no siempre será fácil nos permite
desarrollar resiliencia y perseverancia.
En
resumen, estos “monstruos” representan creencias limitantes que pueden frenar
nuestro progreso. Reconocerlos y trabajar en superarlos nos ayudará a avanzar
hacia nuestros objetivos de manera más efectiva.
o Las creencias irracionales pueden amplificar la sensación de
ofensa. Si mantenemos estas creencias rígidas, cualquier
situación que no cumpla con nuestras expectativas puede provocar una reacción
emocional negativa.
o Por otro lado, si cuestionamos nuestras creencias y adoptamos una
perspectiva más flexible, es menos probable que nos sintamos ofendidos. Aceptar
que el mundo no siempre es perfecto y que las personas no siempre nos tratarán
como esperamos nos ayuda a manejar mejor las situaciones.
En resumen,
nuestras creencias irracionales influyen en cómo percibimos y reaccionamos ante
las ofensas. Trabajar en cambiar estas creencias puede ayudarnos a ser más
resilientes y a mantener relaciones más saludables
- Cuando alguien se siente ofendido, generalmente
es porque sus expectativas o creencias han sido desafiadas. Por ejemplo:
- Si creemos que merecemos un trato especial
o que todos deberían tratarnos bien, nos sentiremos ofendidos si alguien
nos trata de manera diferente.
- Si esperamos que todo sea perfecto o fácil,
nos sentiremos ofendidos cuando enfrentemos dificultades o
imperfecciones.
- La ofensa puede surgir cuando nuestras
creencias irracionales no se alinean con la realidad. Por ejemplo:
- Si alguien nos critica constructivamente,
podríamos sentirnos ofendidos si creemos que siempre debemos hacerlo bien
y no aceptamos la retroalimentación.
- Si esperamos que el mundo sea justo y sin obstáculos, nos sentiremos ofendidos cuando nos encontramos con desafíos inesperados.
- Salmo 119:165: Mucha paz tienen los que aman
tu ley, y no hay para ellos ofensa (התקפה).
Una ofensa debería
de estar basada en la ley moral de Dios, no se puede ofender a los que no
ofenden a la moral de Dios.
- Ezequiel 25:12: Así ha dicho Jehová el
Señor: Por lo que hizo Edom, tomando venganza de la casa de Judá, pues
delinquieron en extremo, y se vengaron de ellos con ofensa (התקפה).
La enemistad se manifiesta en la ofensa, es algo
mas que venganza que hasta cierto punto se aceptaba en la antigüedad.
- Oseas 5:5: La soberbia de Israel le desmentirá en su cara; Israel y Efraín tropezarán en su ofensa (התקפה); Judá también tropezará con ellos.
Estaban divididos en dos naciones, pero ambas
partes tropezaron en la misma ofensa, generalmente cuando hay una división nos
ponemos a favor de una de las partes, incluso discutimos podemos estar
ofendiendo. UNA OFENSA ES UN TROPIEZO Y UN ESCANDALO
Proverbios 26:17 El que
pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno Es como el que toma al perro por
las orejas.
Este proverbio significa que meterse en asuntos que no nos
conciernen es una acción imprudente y peligrosa, que puede traernos problemas y
daños. Es como agarrar a un perro por las orejas, que es una forma de
molestarlo y provocarlo, y que puede hacer que nos muerda o nos ataque. El proverbio nos aconseja evitar la intromisión
innecesaria y la ira injustificada en los conflictos de los demás, y actuar con
sabiduría y prudencia.
LA OFENSA DE BAITAR
Baitar era un
pueblecito pequeño del sur de Israel. Fue destruido por completo por los
romanos.
¿Qué ocurrió?
En aquel tiempo, cuando nacía un hijo, sembraban un cedro y si una hija un
pino. Cuando se casaban talaban ambos árboles y los usaban para los muebles de
los recién casados.
Los judíos
pensaban que la vida de sus hijos se refleja en sus árboles.
Por aquel
lugar porteaban a la hija del emperador y uno de los soportes se partió, por lo
que los romanos decidieron talar un Cedro, para construir nuevos soportes. Los
vecinos de Baitar se ofendieron tanto, que hasta la hija del emperador fue
herida, así que cuando este se enteró mando destruir por completo aquella
población.
Cuando no
conocemos y valoramos, la cultura y los valores de los demás, entonces les
estamos ofendiendo, molestando y enfadando.
Siempre que
nos sentimos ofendidos pensamos que nosotros no ofendimos antes, pero solemos
equivocarnos, nosotros tal vez ofendimos primero.
Alguna de esas 10 creencias irracionales se nos hicieron un tropiezo y tomamos al perro por las orejas, luego caimos en nuestro intento de superarlo.
El ofender es
lo más habitual en el ser humano desgraciadamente.
Santiago 3:2
Porque todos ofendemos (ptaio) muchas veces. Si alguno no
ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el
cuerpo.
(ptaio) en realidad es caer, tropezar, errar, fallar en el deber
La ley de
Moisés ya lo daba por hecho, y por eso instauró un sacrificio para quitar la
culpa de haber ofendido
Levítico
6:7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
7 Y el sacerdote
hará expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera
de todas
las cosas en que suele ofender.
La palabra hebrea que se
traduce como “ofender” en Levítico 6:7 es אָשַׁם (asham), que significa “ser culpable, pecar, hacerse responsable”. Esta
palabra se usa para expresar la condición de culpa o el acto de ofensa contra
Dios o el prójimo. La raíz de esta palabra es אשם (asham), que tiene el mismo significado.
También significa una ofensa debe traer una
ofrenda de culpa al sacerdote, para que este haga expiación por él delante de
Dios y obtenga el perdón. La ofrenda de culpa consistía
en un carnero sin defecto o su equivalente en dinero.
En hebreo el problema y la solución a veces se expresan con la
misma palabra.
- שָׁלוֹם (shalom): Esta
palabra significa “paz, bienestar, salud, prosperidad”.1 Es una bendición y un deseo
de armonía y tranquilidad. Pero también puede significar “pagar, recompensar,
restituir”.2 Es una
forma de resolver un conflicto o una deuda, devolviendo lo que se debe o
compensando el daño causado.
- חֵן (jen):
Esta palabra significa “gracia, favor, bondad”. Es un regalo o una ayuda que se
recibe sin merecerla, por la generosidad de otro. Pero también puede
significar “pedir, suplicar, rogar”. Es una forma de buscar la gracia o el
favor de alguien, reconociendo la propia necesidad o debilidad.
- נָסָה (nasah): Esta palabra significa “probar,
examinar, tentar”. Es una forma de poner a
prueba la fidelidad, la obediencia o la capacidad de alguien, para ver si
cumple con las expectativas o los mandamientos. Pero también puede
significar “experimentar, conocer, aprender”. Es una
forma de adquirir conocimiento o sabiduría a través de la experiencia, ya
sea buena o mala.
Es interesante notar que la misma palabra que expresa el problema (el
pecado) también expresa la solución (la ofrenda o la purificación). Esto
muestra que Dios provee el medio para restaurar la relación con él y con los
demás, cuando reconocemos y confesamos nuestros errores.
- חַטָּאת (jatta’t) puede significar tanto “pecado” como “ofrenda por el pecado”, dependiendo del contexto. Esta palabra se usa unas 293 veces en la Biblia hebrea, y tiene el sentido de “errar el camino o no dar en el blanco”.
La ofrenda por el pecado era un
tipo de sacrificio que se ofrecía en el Templo de Jerusalén para expiar los
pecados involuntarios o por ignorancia. Consistía en un animal sin defecto,
como una cabra o un carnero, que se degollaba y se rociaba su sangre sobre el
altar. El sacerdote quemaba la grasa del animal y el resto se comía o se
quemaba fuera del campamento. Así se obtenía el perdón y la purificación de
Dios. (Lev. 4-6)
En una ocasión
acusaron a Jesús de ofender a los fariseos.
Mateo
15:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12 Entonces
acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se
ofendieron cuando oyeron esta palabra?
En realidad,
la ofensa era acerca de una tradición y no de un principio.
-Las tradiciones a veces son piedra de tropiezos porque se basan en creencias irracionales.
En realidad,
la ofensa era acerca de una tradición y no de un principio.
Dos judíos discutían acerca de una
tradición uno decías es así y así se debe guardar y el otro de la otra manera,
ambos llegaron a un sabio que les dijo que ninguno estaba cumpliendo la
tradición... ¿Entonces cual es la tradición? El sabio les respondió la
tradición es “discutirlo” así es como se aprende realmente.
Una discusión puede ser buena cuando se busca llegar a un entendimiento,
se respeta el punto de vista de los demás y se usan argumentos sólidos y
razonables. Una discusión puede ser una oportunidad para aprender, compartir y
resolver problemas de forma constructiva. Sin embargo, una discusión puede ser
mala cuando se convierte en una pelea, se ataca a la persona y no a sus ideas,
se usan insultos o amenazas, o se impone la propia opinión sin escuchar a los
demás. Una discusión puede ser dañina para las relaciones y el bienestar
emocional. Por eso, es importante saber discutir de forma positiva y
respetuosa.
A Jesús le
ofendía que los jóvenes hacían una ofrenda al templo y ya no se sentían
responsables de honrar a sus padres lo cual no era una tradición sino un
principio.
-Jesús no era
un defensor de tradiciones sino de principios.
Mateo
15:2-7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2 ¿Por qué tus
discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las
manos cuando comen pan.
3 Respondiendo
él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por
vuestra tradición?
4 Porque Dios
mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre
o a la madre, muera irremisiblemente.
5 Pero vosotros
decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo
aquello con que pudiera ayudarte,
6 ya no ha de
honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios
por vuestra tradición.
7 Hipócritas, bien
profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
-Tendríamos
que analizar a quienes solemos ofender ¿A gente de principios o a gente de tradiciones?
-Todos
ofendemos muchas veces ¿Pero a quienes? A gente de principios o a gente de
tradiciones.
El estudiante
de la biblia tiene que distinguir entre tradiciones y principios.
Todos los
grupos religiosos tienen tradiciones menos el mío (esto es una ironía)...
Je,je.
En una ocasión
los apóstoles pensaron que Jesús había ofendido a los fariseos...
Mateo
15:12 Entonces
acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron
cuando oyeron esta palabra?
El contexto
demuestra que ni los fariseos ni los discipulos había entendido las palabras de
Jesús...
Mateo
15:10-11Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y
entended: 11 No lo que entra en la boca contamina al
hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
-Los fariseos creían
que lo mas importante para ser santos era guardar las comidas Kosher... pero
Jesús estimó mucho mas importante el guardarse de contaminaciones de dentro del
corazón.
Mateo
15:16-18 Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin
entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en
la boca va al vientre, y es echado en la letrina? 18 Pero
lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
Nos ofendemos cuando no entendemos
la prioridad de unos mandamientos morales sobre otros que no son tan
importantes.
Juan
6:60-61
60 Al oírlas,
muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
61 Sabiendo Jesús
en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende “skandalizo”?
“skandalo”. Etimológicamente significaba una especie de cepo, lazo o trampa para cazar
animales, significa propiamente ‘aparato lanzador’.
Más tarde pasó a significar lo que repele, es decir, la conducta que hace daño
y que engaña, decepciona y repele a quien la contempla. La conducta escandalosa
hacer perder la confianza en la persona. Es una acción o situación que se
considera intolerable y provoca indignación.
Jesús es ESKANDALO para los judíos y locura para los griegos.
1 Corintios
1:23 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
23 pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero ESKANDALO, y para los
gentiles locura;
Jesús por tanto fue las dos cosas:
1-OFENSA (ESCRIBAS Y FARISEOS).
2-ESKANDALO (A JUDIOS
ORTODOXOS) e incluso a sus propios discipulos.
Cuando por circunstancias dejamos de confiar en una persona, cualquier cosa
la vamos a interpretar como un escándalo... Jesús no ofendió realmente a nadie
pero si fue considerado escándalo.
Jesús no quiso
ofender ni hacer tropezar a nadie, pero cuando alguien vive en principios y no
en tradiciones unos te llamaran loco y otros, tropiezo.
Buscadme una
persona seguidora de Cristo y también recibirá ofensas y será evitado como si
fuese una piedra de tropiezo.
En Cuba un
hombre entró en la Iglesia con un sombrero. Joven por favor ¿No sabe usted que
es de mala educación no quitarse el sombrero en la Iglesia?. Inmediatamente la
Iglesia se dividió en dos, a unos les pareció muy ofensivo, como una piedra de
tropiezo permitir al del sombrero en el culto, pero a otros una locura
dividirse por semejante locura....
LA
TRADICIÓN ES DISCUTIBLE
Dos judíos se encontraron en una calle y empezaron a discutir sobre
una cuestión de la ley judía. Uno decía que la tradición era así, y el otro
decía que la tradición era de otra manera. No se ponían de acuerdo, así que
decidieron ir a ver a un rabino sabio para que les resolviera la duda. El
rabino los escuchó atentamente y luego dijo al primero: “Tienes razón”. Luego
dijo al segundo: “Tienes razón”. Entonces, un discípulo que estaba presente le
preguntó al rabino: “¿Cómo pueden tener razón los dos, si dicen cosas
opuestas?” El rabino le respondió: “Tú también tienes razón”.
Esta
anécdota ilustra el valor del debate y la diversidad de opiniones en el
judaísmo, así como la humildad y la tolerancia del rabino. También muestra que
la tradición no es algo fijo e inmutable, sino que se construye y se enriquece
con el diálogo y la interpretación.
¡Cundo no aceptamos la cultura
y valores de los demás, entonces eso les supone una ofensa, un ataque y un
enfado!
Queremos pensar que nos ofendieron,
pero a veces nosotros ofendimos primero.
Cuando los cristianos fuimos
ofendidos a menudo adoptamos la posición de jueces, fiscales o víctimas, cuando
en realidad lo que somos es sacerdotes y nuestro oficio es buscar el perdón de
los ofensores, por eso había un sacrificio, somos muy sensibles ante las
ofensas de otros y muy ignorantes acerca de las nuestras hacia otros.
Levítico
6:7 Y el sacerdote hará expiación por él delante de
Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera de todas las cosas en que suele
ofender.
Proverbios
18:19 El hermano
ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte,
Y las
contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
Hay algo con lo que a veces no contamos y eso es
ofender a otros sin verdadera razón de ofensa, el caso es lo mismo porque puede
romper nuestra amistad y confianza de muchos años.
Una canción para aprender a perdonar
LA OFENSA POR LAS GALLINAS
Un día, un hombre fue a visitar a su amigo que vivía en un pueblo
lejano. Al llegar, se encontró con que su amigo estaba muy triste y deprimido.
Le preguntó qué le pasaba, y su amigo le contó que había tenido una fuerte
discusión con su vecino, que le había insultado y acusado de robarle unas
gallinas. El hombre le dijo que eso era una mentira, que él nunca había robado
nada, y que su vecino era un calumniador. Su amigo le creyó, y le dijo que lo
apoyaba, pero que no sabía cómo solucionar el problema.
El
hombre le propuso un plan: iría a hablar con el vecino, y le diría que él era
el ladrón de las gallinas, y que se las había vendido a su amigo sin que él
supiera su origen. De esa manera, el vecino se daría cuenta de que se había
equivocado, y pediría perdón a su amigo. Su amigo aceptó el plan, y le
agradeció su ayuda.
El
hombre fue a la casa del vecino, y le dijo lo que había planeado. El vecino se
quedó sorprendido, y le preguntó por qué le confesaba eso. El hombre le dijo
que lo hacía por arrepentimiento, y que quería reparar el daño que había
causado. El vecino le creyó, y le dijo que lo perdonaba, pero que tenía que
devolverle las gallinas o pagarle su valor. El hombre le dijo que no tenía
dinero, y que las gallinas ya se las habían comido. El vecino se enfadó, y le
dijo que entonces tendría que trabajar para él hasta saldar la deuda. El hombre
aceptó, y se quedó a vivir con el vecino, trabajando duro todos los días.
Al
cabo de un tiempo, el hombre volvió a ver a su amigo, y le contó lo que había
pasado. Su amigo se quedó estupefacto, y le dijo que eso era una locura, que él
no tenía que pagar por algo que no había hecho, y que su vecino era un
aprovechado. El hombre le dijo que no se preocupara, que él lo hacía por
amistad, y que pronto saldría de esa situación. Su amigo le dijo que lo
admiraba, y que era un verdadero amigo.
Perdona
Cuatro
creencias irracionales que pueden provocar la ofensa:
- El pensamiento dicotómico es la tendencia a
clasificar todo en términos absolutos, sin matices ni grises. Por ejemplo, pensar que
algo es bueno o malo, correcto o incorrecto, perfecto o terrible, sin
considerar otras posibilidades. Esto puede generar ofensa cuando juzgamos a los demás o a nosotros
mismos de forma rígida y severa, sin tener en cuenta el contexto o las
circunstancias
Un ejemplo de
alguien que pensaba en términos de blanco o negro, bueno o malo, sin matices ni
grises, es el apóstol Pedro. Él era muy impulsivo y radical, y a veces juzgaba
a los demás o a sí mismo de forma severa y rígida. Por ejemplo, cuando Jesús le
anunció que iba a morir, Pedro le dijo que eso nunca pasaría, y Jesús le
reprendió diciéndole que se apartara de él, porque no pensaba como Dios, sino
como los hombres. (Mateo 16:21-23)
Mateo
16:21-23 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus
discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos,
de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al
tercer día. 22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a
reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te
acontezca. 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate
de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las
cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Otra vez, cuando
Jesús le dijo que le iba a negar tres veces, Pedro le dijo que él nunca le
negaría, y que estaba dispuesto a morir con él, pero luego lo hizo, y se
arrepintió amargamente. (Mateo 26:31-35, 69-75)
Mateo
26:31-35 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os
escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las
ovejas del rebaño serán dispersadas. 32 Pero después que
haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 33 Respondiendo
Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. 34 Jesús
le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás
tres veces. 35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario
morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Mateo
26:69-75 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó
una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo. 70 Mas
él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. 71 Saliendo
él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También este estaba
con Jesús el nazareno. 72 Pero él negó otra vez con
juramento: No conozco al hombre. 73 Un poco después,
acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también
tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. 74 Entonces
él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el
gallo. 75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de
Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y
saliendo fuera, lloró amargamente.
- La
generalización es la tendencia a sacar conclusiones universales a partir de un caso
particular o limitado. Por ejemplo, pensar que
todos los hombres son infieles, que todas las mujeres son manipuladoras,
que todos los políticos son corruptos, etc. Esto puede generar ofensa cuando etiquetamos o estereotipamos a las
personas o a los grupos, sin valorar sus diferencias o sus características
individuales.
Un ejemplo de alguien que sacaba conclusiones universales a partir de un
caso particular o limitado es Jonás. Él era un profeta que recibió la orden de
Dios de ir a Nínive, una ciudad pagana y enemiga de Israel, para anunciar su
juicio. Pero Jonás no quiso ir, porque tenía prejuicios y estereotipos contra
los ninivitas, y pensaba que eran malos e irrecuperables. Por eso, huyó en un
barco, pero Dios le envió una tormenta y un gran pez que se lo tragó. Después
de tres días, el pez lo vomitó en la orilla, y Jonás aceptó ir a Nínive. Allí
predicó el mensaje de Dios, y para su sorpresa, los ninivitas se arrepintieron
y se convirtieron. Pero Jonás se enojó con Dios, porque quería que los
destruyera, y no que les perdonara. (Jonás 1-4)
- La personalización es la tendencia a
atribuirse la responsabilidad o la culpa de todo lo que ocurre, o a creer
que todo lo que hacen los demás tiene que ver con uno mismo. Por ejemplo, pensar que
si alguien está de mal humor es porque le hemos hecho algo, que si nuestro
hijo suspende es porque somos malos padres, que si nuestra pareja nos deja
es porque no valemos nada, etc. Esto puede generar ofensa cuando nos sentimos atacados o rechazados
por los demás, sin considerar otras explicaciones o factores.
Un ejemplo de
alguien que se atribuía la responsabilidad o la culpa de todo lo que ocurría, o
que creía que todo lo que hacían los demás tenía que ver con él, es Job. Él era
un hombre justo y temeroso de Dios, que tenía una gran familia y muchas
posesiones. Pero un día, Dios permitió que Satanás le quitara todo lo que
tenía, y le afligiera con una terrible enfermedad. Job no entendía por qué le
pasaba eso, y pensaba que Dios le estaba castigando por algún pecado oculto, o
que le había abandonado. Sus amigos también le acusaban de haber hecho algo
malo, y le decían que confesara y se humillara ante Dios. Pero Job se defendía,
y se quejaba de su situación, sin saber que Dios tenía un propósito mayor para
su vida. (Job 1-42)
- El
catastrofismo es la
tendencia a anticipar o imaginar el peor escenario posible, o a exagerar
las consecuencias negativas de una situación. Por
ejemplo, pensar que si nos equivocamos en una presentación vamos a perder
el trabajo, que si nos enfermamos vamos a morir, que si nos critican vamos
a quedar en ridículo, etc. Esto puede generar ofensa cuando nos sentimos amenazados o
vulnerables ante los demás, sin evaluar la probabilidad o la gravedad de
lo que tememos.
Un ejemplo de
alguien que anticipaba o imaginaba el peor escenario posible, o que exageraba
las consecuencias negativas de una situación, es el rey David. Él era un hombre
conforme al corazón de Dios, que había sido ungido como rey de Israel, y que
había vencido a muchos enemigos. Pero un día, cometió un grave pecado: se
acostó con Betsabé, la esposa de uno de sus soldados, y la dejó embarazada.
Para encubrir su falta, mandó a matar al soldado, y se quedó con la mujer. Pero
Dios le envió al profeta Natán, que le confrontó con su pecado, y le anunció
las consecuencias que tendría: la muerte de su hijo, la rebelión de su otro
hijo Absalón, y la violación de sus concubinas. David se arrepintió, y pidió
perdón a Dios, pero también se angustió mucho, y pensó que Dios le iba a quitar
su reino, su vida, y su salvación. (2 Samuel 11-12,
Salmo 51)
Moraleja: A veces, por querer solucionar un problema, podemos crear otro mayor. Es mejor enfrentar la verdad, y no inventar mentiras que nos perjudiquen. La ofensa que no es real puede ser más dañina que la que lo es.