lunes, 1 de septiembre de 2025

DOS DEBATES TEOLOGICOS

 

DOS DEBATES TEOLOGICOS

1-¿Todos somos hijos de Dios?

Dos sabios ancianos construyen juntos un puente de cuerdas sobre un río ancho que separa dos aldeas. Uno lleva un libro abierto, el otro una lámpara encendida. Al fondo, aldeanos cruzan el puente mientras niños juegan y enfermos son atendidos. El cielo está despejado, simbolizando reconciliación y unidad.

El Puente de los Dos Sabios

En un valle dividido por un río ancho, vivían dos sabios ancianos en aldeas opuestas. Uno enseñaba que todos los hombres son hijos de Dios por nacimiento, y el otro afirmaba que solo los que han sido transformados por el Espíritu lo son en verdad. Cada uno tenía discípulos que repetían sus enseñanzas con fervor, pero sin escuchar al otro.

Un día, una gran tormenta destruyó el único puente que unía las dos aldeas. Los aldeanos quedaron aislados, y los enfermos del lado norte no podían recibir las medicinas que solo se producían en el sur. El conflicto teológico se volvió práctico: ¿debían ayudar a los que no compartían su visión espiritual?

Los dos sabios se encontraron en la orilla del río, cada uno con una cuerda en la mano. Sin hablar, comenzaron a construir un nuevo puente. Mientras tejían los nudos, uno dijo:

—Si todos somos hijos por creación, entonces todos merecen cuidado.

El otro respondió:

—Y si algunos aún no han sido regenerados, entonces más razón para acercarnos a ellos.

Cuando terminaron el puente, los discípulos cruzaron por primera vez sin miedo. Los enfermos fueron sanados, los niños jugaron juntos, y las enseñanzas de ambos sabios comenzaron a entrelazarse como las cuerdas del puente.

Desde entonces, el puente fue llamado “El Puente del Encuentro”, y los aldeanos aprendieron que los debates no se resuelven para ganar, sino para unir. Porque a veces, la verdad no está en uno u otro lado del río, sino en el acto de cruzarlo juntos.

Hace unos días seguí con interés el debate entre dos grandes hermanos y los dos hacían algo bueno por la humanidad, uno se basaba en la predicación del evangelio conocedor de que para salvarse hay que oírlo (Romanos 10:15) y el otro decía que lo que Dios quiere es que hagamos cosas por la humanidad y no que les prediquemos. Otro día alguien me comentaba que cuando vemos a los creyentes como los únicos “Hijos de Dios” a los que dedicamos nuestro servicio, discriminamos a la humanidad restante, como la anécdota que les conté al principio a veces solo vemos nuestro lado y no escuchamos el del otro... yo en cambio oí a ambas partes de estos dos debates interesantísimos y saqué mis conclusiones teológicas bien fundadas... bienvenidos al blog del hijo de en medio... ja,ja.

La pregunta ¿Todos somos hijos de Dios? ha generado uno de los debates más profundos en la teología cristiana. ¿La filiación divina es universal por creación, o exclusiva por regeneración espiritual? Dos posturas se han desarrollado a lo largo de la historia, ambas con respaldo bíblico y doctrinal.

Postura 1: Filiación universal por creación

Esta visión sostiene que todos los seres humanos, por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios, son sus hijos en sentido ontológico.

Génesis 1:27: “Y creó Dios al hombre a su imagen…” -La gran mayoría de los teólogos ven en esto la especial familia de Dios en el hecho de que Él nos creo a su imagen y semejanza.

Hechos 17:28–29: “Porque linaje (génos) suyo somos.” ¡Hechos 17:28–29, con lupa teológica y corazón abierto! Este pasaje es uno de los más citados por quienes defienden la filiación universal del ser humano con respecto a Dios, y no es casual: Pablo está hablando en el Areópago de Atenas, frente a filósofos paganos, y usa su propio lenguaje cultural para revelar una verdad espiritual.

Ambas palabras provienen de la raíz griega gen-, que está relacionada con origen, nacimiento, generación. Esta raíz también aparece en palabras como genealogía, genética, génesis, etc.

·         γένος (génos)** = sustantivo → “linaje”, “raza”, “familia”, “grupo de origen”

·         γεννάω (gennáō)** = verbo → “engendrar”, “dar a luz”, “nacer”

Dos palabras que debemos distinguir y que a veces se confunden como si fueran la misma.

1-  Bereshit (בְּרֵאשִׁית) GENESIS 1:1— “En el principio” Proviene de rosh (cabeza, comienzo), con el prefijo be- (en)... EL PRINCIPIO DE TODAS LAS COSAS se distingue OTRA PALABRA QUE SOLO SE USA PARA EL NACIMIENTO DE LA RAZA HUMANA.

En la Septuaginta:

  • Traducida como ν ρχ (en archē), literalmente “en el principio”.
  • Archē en griego tiene un sentido filosófico profundo: no solo temporal, sino fundacional, como en “principio de todas las cosas” (usado también en Juan 1:1).
  • Esta traducción conecta el Génesis con la cosmología griega y más tarde con la teología cristiana, donde Cristo es el “principio” de la creación (Colosenses 1:18).

2-  Toledot (תוֹלְדוֹת) — “Generaciones / Descendencias” Génesis 2:4 Estos son los orígenes Toledot de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,

No se refiere a un individuo ni a una familia, sino a la totalidad de la creación: “los cielos y la tierra”... o sea hijos por creación.

¿Qué función cumple Toledot?

  • Sirve como marco narrativo: cada vez que aparece, introduce una nueva sección o enfoque en la historia.
  • Refleja una teología de la continuidad: Dios actúa a través de generaciones, cumpliendo sus promesas.
  • En la Septuaginta, Toledot se traduce como γενέσεις (genéseis), de donde viene el nombre griego del libro: Génesis.

Adán es hijo de Dios porque lo generó Dios, luego Adán generó hijos etc.

Veamos los dos siguientes textos que están relacionados...

Efesios 3:14-15: “Doblo mis rodillas ante el Padre... de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra.”

Génesis 2:4 Estos son los orígenes Toledot de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,

Ambos textos afirman que todo lo que existe proviene de Dios, y que hay una estructura familiar en la creación. Génesis lo presenta como generación cósmica, Efesios como familia espiritual que abarca tanto lo visible como lo invisible. Efesios 3:14–15 puede verse como una reinterpretación espiritual de Génesis 2:4, donde la creación no solo tiene origen, sino también nombre, identidad y propósito en el Padre. Pablo está diciendo que la historia de la creación culmina en la familia de Dios, una familia que abarca cielo y tierra, tiempo y eternidad.

Isaías 64:8: “Tú eres nuestro Padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste.” Aquí, la paternidad de Dios se entiende como originaria, extendida a toda la humanidad, sin distinción de fe o cultura. Según este texto, la paternidad de Dios está ligada a la creación, no a la conversión.

Dios ya es Padre, incluso de quienes aún no han respondido a su llamado. Su amor precede a nuestra fe. Esta visión es común en el catolicismo y en teologías inclusivas.

Y hay también textos que hablan de que toda familia en el cielo y la tierra está afiliada a Dios, lo reconozcan o no.

Postura 2: Filiación espiritual por regeneración

Esta perspectiva afirma que solo quienes han nacido de nuevo por el Espíritu Santo son verdaderamente hijos de Dios.

  • Juan 1:12–13: “A los que creen en su nombre… les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
  • Juan 3:3–6: “El que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios.”
  • 1 Juan 5:1: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios.” Aquí, la filiación no es heredada, sino recibida por gracia, mediante la fe en Cristo.

Génesis: El nacimiento de la humanidad con propósito

El libro de Génesis —del griego genéseis, que significa “orígenes” o “nacimientos”— narra el surgimiento de la humanidad como obra directa de Dios. No es solo un relato cosmológico, sino una afirmación de que el ser humano fue creado con un propósito terrenal (cultivar, multiplicarse, gobernar) y un destino celestial (vivir en comunión con su Creador).

La estructura del libro se organiza en torno a las “toledot” (generaciones), que marcan el desarrollo de la historia humana desde Adán hasta Jacob. En Génesis 2:4, incluso los cielos y la tierra tienen su propia toledot, lo que sugiere que toda la creación tiene una genealogía espiritual.

Cristo: El principio de una nueva creación

En el Nuevo Testamento, Jesús no solo aparece como descendiente de Adán y Abraham (Mateo 1:1), sino como el nuevo Adán, el principio de una nueva humanidad regenerada.

  • 2 Corintios 5:17: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es.”
  • Colosenses 1:18: “Él es el principio, el primogénito de entre los muertos.”
  • Tito 3:5: “Por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.”

Cristo inaugura una nueva genealogía espiritual, donde los creyentes son “nacidos de Dios” (gennáō ek tou Theou) y adoptados como hijos por el Espíritu (Romanos 8:15). Esta nueva creación no reemplaza la antigua, sino que la redime y la lleva a su plenitud.

Pero hay una tercera vía es profundamente rica y teológicamente madura. Muchos pensadores cristianos contemporáneos han comenzado a articular una síntesis integradora que no niega ninguna de las dos posturas, sino que las reconcilia en distintos niveles de filiación. Esta visión reconoce que:

  • Todos los seres humanos son hijos de Dios por creación, portadores de su imagen, dignos de respeto y llamados a la comunión.
  • Pero también que sólo quienes han sido regenerados por el Espíritu son hijos en el sentido redentor y escatológico, herederos de la vida eterna.

La opción tres: Filiación en dos niveles

1. Filiación ontológica (creacional)

  • Basada en textos como:
    • Génesis 1:27: “A imagen de Dios los creó.”
    • Hechos 17:28–29: “Linaje suyo somos.”
    •  
  • Aquí, Dios es Padre en cuanto origen y fundamento de toda vida humana.
  • Esta filiación es universal, pero incompleta sin redención.

2. Filiación espiritual (regenerada)

  • Basada en textos como:
    • Juan 1:12–13: “Les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
    • 1 Juan 5:1: “El que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios.”
  • Aquí, Dios es Padre en cuanto redentor, y los creyentes son adoptados en Cristo.
  • Esta filiación es transformadora, y marca el inicio de una nueva creación.

Génesis y el propósito dual

El libro de Génesis no solo narra el origen físico de la humanidad, sino que establece un propósito terrenal y celestial. La palabra genesis (del griego genéseis) traduce el hebreo toledot, que significa “generaciones”, “descendencias” o “nacimientos”. Cada sección del libro revela cómo Dios forma, llama y dirige a la humanidad hacia una historia que no termina en la tierra, sino que apunta al cielo.

Cristo como principio de la nueva creación

En el Nuevo Testamento, Jesús aparece como el nuevo Adán, el principio de una nueva genealogía espiritual.

  • 2 Corintios 5:17: “Nueva criatura.”
  • Colosenses 1:18: “Él es el principio.”
  • Tito 3:5: “Regeneración por el Espíritu.”

Aquí, la filiación ya no es solo por nacimiento físico, sino por renacimiento espiritual. Los creyentes son “nacidos de Dios” (gennáō ek tou Theou), y forman parte de una familia redimida, con Cristo como primogénito.

Reflexión final

Esta tercera opción no divide, sino que integra: reconoce la dignidad universal del ser humano como criatura de Dios, y a la vez afirma la necesidad de regeneración para vivir como hijo en plenitud. Es una visión que honra la creación, sin perder de vista la redención.


El Jardín de las Semillas Invisibles

Un jardinero anciano siembra semillas invisibles en un campo árido bajo la luz de la luna. Al fondo, brotes comienzan a surgir mientras otro campo fértil sufre sequía. Dos sabios observan desde una colina, uno con una balanza, otro con una cruz. El cielo muestra una transición entre noche y día, simbolizando esperanza y revelación.

Había una vez un jardinero llamado Elías, que vivía en una tierra dividida en dos campos. El primero era fértil, lleno de árboles que daban fruto todo el año. El segundo era árido, con tierra dura y sin brotes visibles. Los sabios del pueblo decían que el primer campo era el de los hijos de Dios regenerados, y el segundo, el de los no regenerados, donde nada podía crecer.

Pero Elías tenía un secreto: cada noche, caminaba por el campo árido y sembraba semillas invisibles. No eran semillas comunes. Eran palabras, gestos, cuidados, silencios. Nadie lo veía, y muchos le decían que era inútil.

—¿Por qué pierdes tiempo en tierra muerta? —le preguntaban.

—Porque el sol sale sobre ambos campos —respondía Elías—. Y porque no hay tierra que no haya sido tocada por las manos del Creador.

Un día, una gran sequía azotó el campo fértil. Los árboles dejaron de dar fruto, y los sabios comenzaron a preocuparse. Mientras tanto, en el campo árido, comenzaron a brotar pequeñas plantas. Nadie entendía cómo. Pero Elías sabía: las semillas invisibles habían germinado.

Los sabios se reunieron y debatieron:

—¿Murió el Creador solo por los árboles que ya dan fruto? —¿Es inútil sembrar donde no hay brotes? —¿Es humanismo amar a quien aún no ha sido transformado?

Y mientras debatían, los dos campos comenzaron a entrelazarse. Las raíces de los nuevos brotes se extendieron hacia el campo fértil, y los árboles antiguos dieron sombra a los nuevos. Elías sonrió y dijo:

—El fruto no distingue entre campos. Y el amor no espera la regeneración para actuar. Porque la siembra precede al milagro, y la compasión prepara el terreno para la fe.

Desde entonces, los campos dejaron de tener fronteras. Y el pueblo aprendió que predicar, amar y servir no es humanismo vacío, sino cristianismo encarnado.

En el cuento, Elías representa al creyente que ha comprendido que la gracia de Dios no se limita a los regenerados, sino que precede la regeneración. Su siembra en tierra árida —aparentemente estéril— simboliza las acciones, palabras y gestos que los cristianos realizan hacia quienes aún no han sido transformados por el Espíritu. Aunque muchos lo consideran inútil, Elías sabe que la semilla de la Palabra puede germinar incluso en corazones endurecidos.

La sequía en el campo fértil representa el riesgo de encerrarse en una teología exclusiva, donde el amor y la misión se restringen solo a los “ya salvos”. Pero el brote en el campo árido revela que la misericordia de Dios alcanza a todos, y que la acción cristiana hacia la humanidad no regenerada no es humanismo vacío, sino preparación para la redención.

Este cuento nos invita a reflexionar sobre seis preguntas clave:

1.      ¿Se ocupa Dios solo de sus hijos regenerados?

2.      ¿Murió Cristo solo por los regenerados?

3.      ¿Es inútil hacer algo por la humanidad no regenerada?

4.      ¿Si todos somos hijos de Dios, ya no hay que predicar?

5.      ¿Ayudar a los no regenerados es humanismo?

6.      ¿Está ese humanismo en contra del cristianismo regenerador?

A través de la figura de Elías, el cuento responde: no hay tierra que no haya sido tocada por el Creador, y por tanto, no hay ser humano que no merezca compasión, predicación y esperanza. La regeneración es obra de Dios, pero la siembra es tarea nuestra.

¿Se ocupa Dios solo de sus hijos regenerados y no de toda la humanidad?

No. Dios se ocupa de toda la humanidad, aunque de formas distintas según el nivel de relación.

Textos clave:

·         Mateo 5:45: “Él hace salir su sol sobre malos y buenos.” → Dios ejerce una providencia universal (πρόνοια – prónoia), cuidando incluso a quienes no lo reconocen.

·         Salmo 145:9: “Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras.” → La bondad divina no está limitada a los regenerados.

Distinción:

  • Dios cuida a todos como Creador (génos – linaje).
  • Dios guía, disciplina y transforma a sus hijos regenerados (teknon / huios – hijos adoptivos).

¿Murió Jesús solo por los que son regenerados y no por todos?

Cristo murió por todos, pero su sacrificio es eficaz solo en quienes lo reciben por fe.

📖 Textos clave:

  • Juan 1:29: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”κόσμος – kósmos = el mundo entero, no solo los creyentes.
  • 1 Juan 2:2: “Él es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” ἱλασμός – hilasmós = expiación, ofrecida universalmente.

Teología:

  • La muerte de Cristo tiene suficiencia universal (sufficientia pro omnibus), pero eficacia particular (efficacia pro electis).
  • Esto no niega su amor por todos, sino que honra la libertad humana y la necesidad de fe.

¿Es inútil hacer cosas por la humanidad no regenerada?

No solo no es inútil: es parte del llamado cristiano.

Textos clave:

  • Gálatas 6:10: “Hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe.” → γαθν ποιεν agathon poiein = hacer el bien, sin exclusión.
  • Mateo 25:40: “En cuanto lo hiciste a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hiciste.” → El servicio al necesitado es servicio a Cristo.

Implicación:

  • La acción cristiana hacia los no regenerados prepara el terreno para la regeneración.
  • Es expresión del amor de Dios que precede la conversión.

¿Si todos somos hijos de Dios ya no tenemos que predicar?

Al contrario: debemos predicar para que los hijos por creación se conviertan en hijos por regeneración.

Textos clave:

  • Juan 1:12: “A los que creen... les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” → ξουσία exousía = derecho, autoridad para entrar en la filiación plena.
  • Romanos 10:14–15: “¿Cómo creerán en aquel de quien no han oído?... ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el evangelio!”

Implicación:

  • La predicación es el puente entre la imagen de Dios y la adopción espiritual.
  • Todos tienen potencial de ser hijos plenos, pero la fe viene por el oír (κοή akoē).

¿Si hacemos algo por la humanidad no regenerada, eso es humanismo?

Depende del fundamento. Si lo hacemos por amor a Dios y al prójimo, es cristianismo encarnado.

Distinción:

  • Humanismo secular: exalta al hombre sin referencia a Dios.
  • Humanismo cristiano: reconoce la dignidad humana como reflejo de Dios, y actúa en su nombre.

Textos clave:

  • Lucas 10:37: “Ve, y haz tú lo mismo.” (Parábola del buen samaritano) Jesús no pregunta si el herido está regenerado tampoco si alguien le predicó: el amor actúa primero.

¿Está este supuesto humanismo en contra del cristianismo regenerador?

No necesariamente. Puede ser su antesala.

  • El amor al prójimo, la justicia social, la compasión: todo esto puede ser semilla del Reino.
  • Lo que lo convierte en cristianismo regenerador es la dirección hacia Cristo, no solo el bienestar humano.

Conclusión desde la opción 3

Como creyente que abraza la filiación universal por creación y la filiación espiritual por regeneración, afirmo que:

  • Dios ama a todos, pero transforma a quienes le reciben.
  • Cristo murió por todos, pero su redención se aplica por fe.
  • La misión cristiana incluye servir, predicar y amar, sin distinción.
  • El verdadero cristianismo no niega la dignidad humana: la redime y la eleva.

Dos palabras que debemos distinguir y que a veces se confunden como si fueran la misma.

3-  Bereshit (בְּרֵאשִׁית) GENESIS 1:1— “En el principio” Proviene de rosh (cabeza, comienzo), con el prefijo be- (en)... EL PRINCIPIO DE TODAS LAS COSAS se distingue OTRA PALABRA QUE SOLO SE USA PARA EL NACIMIENTO DE LA RAZA HUMANA.

En la Septuaginta:

  • Traducida como ν ρχ (en archē), literalmente “en el principio”.
  • Archē en griego tiene un sentido filosófico profundo: no solo temporal, sino fundacional, como en “principio de todas las cosas” (usado también en Juan 1:1).
  • Esta traducción conecta el Génesis con la cosmología griega y más tarde con la teología cristiana, donde Cristo es el “principio” de la creación (Colosenses 1:18).

4-  Toledot (תוֹלְדוֹת) — “Generaciones / Descendencias” Génesis 2:4 Estos son los orígenes Toledot de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,

No se refiere a un individuo ni a una familia, sino a la totalidad de la creación: “los cielos y la tierra”... o sea hijos por creación.

¿Qué función cumple Toledot?

  • Sirve como marco narrativo: cada vez que aparece, introduce una nueva sección o enfoque en la historia.
  • Refleja una teología de la continuidad: Dios actúa a través de generaciones, cumpliendo sus promesas.
  • En la Septuaginta, Toledot se traduce como γενέσεις (genéseis), de donde viene el nombre griego del libro: Génesis.

Adán es hijo de Dios porque lo generó Dios, luego Adán generó hijos etc.


Argumentación teológica sobre la universalidad del término “linaje de Dios”

1. Contexto cultural y apologético

  • Pablo no está hablando a creyentes judíos ni cristianos, sino a filósofos griegos.
  • Cita a poetas paganos como Arato y Epiménides, quienes hablaban de la humanidad como descendencia de lo divino.
  • Al usar su lenguaje, Pablo no los corrige, sino que afirma: “linaje suyo somos”. → Esto sugiere que todos los seres humanos, incluso los no creyentes, tienen una relación de origen con Dios.

2. Uso del término “linaje” (γένος – génos)

  • En griego, génos significa raza, descendencia, familia.
  • No implica adopción espiritual, sino origen natural.
  • Pablo usa este término para todos los oyentes, no solo para los creyentes. → Esto refuerza la idea de una filiación ontológica, basada en la creación.

3. Relación con Génesis 1:27

  • La afirmación “linaje suyo somos” conecta con la idea de que todos fuimos creados a imagen de Dios.
  • Aunque Pablo no cita Génesis directamente, su argumento está en línea con la teología de la creación.

4. Implicación ética y espiritual

  • Pablo no usa esta filiación para hablar de salvación, sino para llamar a la reflexión: “Si somos linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea como ídolos materiales.”
  • Es decir, la dignidad humana como hijos de Dios exige una concepción elevada de lo divino. → Esto da peso a la idea de que todos los humanos tienen una relación con Dios que debe ser reconocida y vivida.

¿Es lo mismo “linaje” que “hijo” espiritual?

No exactamente. Pero en este contexto, “linaje” funciona como una base para la filiación espiritual.

  • Todos somos linaje de Dios por creación.
  • Algunos se convierten en hijos de Dios por adopción espiritual (Juan 1:12). → Hechos 17:28–29 no contradice la doctrina de adopción, pero afirma una filiación universal en sentido ontológico.

Reflexión final

Este pasaje es una joya para quienes creen que la dignidad humana está enraizada en Dios, incluso antes de la fe. Pablo no excluye a nadie: habla a toda la humanidad, y llama a todos a reconocer su origen divino.

Textos bíblicos con “nacido de Dios” (γεννάω κ το Θεο)

Juan 1:12–13

“Mas a todos los que le recibieron... les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados (ἐγεννήθησαν) de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios (ἐκ τοῦ Θεοῦ).”

Aquí se establece que la filiación espiritual no es biológica, sino por nacimiento divino.

1 Juan 3:9

“Todo aquel que es nacido de Dios (ὁ γεγεννημένος ἐκ τοῦ Θεοῦ) no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él.”

El nuevo nacimiento implica una transformación ética y espiritual.

1 Juan 4:7

“Todo aquel que ama, es nacido de Dios (ἐκ τοῦ Θεοῦ ἐγεννήθη) y conoce a Dios.”

El amor es evidencia de haber nacido espiritualmente de Dios.

1 Juan 5:1

“Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios (ἐκ τοῦ Θεοῦ γεγέννηται).”

La fe en Cristo es la señal del nuevo nacimiento.

1 Juan 5:4

“Porque todo lo que es nacido de Dios (τὸ γεγεννημένον ἐκ τοῦ Θεοῦ) vence al mundo.”

El nuevo nacimiento capacita al creyente para vencer las fuerzas del mundo.

1 Juan 5:18

“Sabemos que todo aquel que es nacido de Dios (ὁ γεγεννημένος ἐκ τοῦ Θεοῦ) no practica el pecado...”

Reafirma la transformación moral del regenerado.

Conclusión teológica

Estos textos revelan que:

  • El nuevo nacimiento (gennáō ek tou Theou) es espiritual, no físico.
  • Es obra de Dios, no del hombre.
  • Produce una nueva identidad: hijos de Dios, vencedores del mundo, portadores del amor divino.

Jesús no solo tiene una genealogía humana (Mateo 1, Lucas 3), sino que inaugura una genealogía espiritual, donde los creyentes son engendrados por Dios mismo.

N.º 2 “¿Humanismo o Evangelio?”

En el corazón de la misión cristiana late una pregunta que divide convicciones y desafía prácticas: ¿Se predica el Evangelio con hechos o solo con palabras? ¿Es suficiente amar, servir, sanar, acompañar… o es imprescindible pronunciar el nombre de Cristo para que el acto sea verdaderamente evangélico?

Este debate ha dado lugar a dos posturas aparentemente opuestas:

Por un lado, están quienes afirman que el Evangelio se encarna en las obras:

  • Citan textos como Mateo 25:40: “Lo hiciste a mí.”
  • Señalan que Jesús sanó, alimentó y tocó antes de enseñar.
  • Creen que el testimonio silencioso puede abrir el corazón más que mil sermones.

Por otro lado, están quienes sostienen que sin la proclamación explícita del Evangelio, no hay salvación:

  • Citan Romanos 10:14: “¿Cómo creerán en aquel de quien no han oído?”
  • Afirman que las buenas obras sin el mensaje de Cristo pueden ser confundidas con filantropía o humanismo secular.
  • Temen que el silencio del creyente sea cómplice de la perdición del otro.

Y en medio de estas dos corrientes, surge una tercera vía —más profunda, más exigente— que no elige entre hechos o palabras, sino que los une en una sola predicación integral. Porque el Evangelio no es solo mensaje ni solo acción, sino encarnación: palabra hecha carne, verdad vivida, amor que habla.

Este debate no es teórico. Toca la calle, el hospital, el aula, el campo de refugiados, el púlpito y la mesa familiar. Nos obliga a preguntarnos:

  • ¿Es inútil hacer algo por quien no ha sido regenerado?
  • ¿Murió Cristo por todos o solo por los que creen?
  • ¿Ayudar sin evangelizar es humanismo?
  • ¿Predicar sin amar es evangelio?

En este cruce de caminos, “¿Humanismo o Evangelio?” no busca dividir, sino discernir. Porque quizás la pregunta no sea cuál de los dos elegir, sino cómo vivir el Evangelio de forma que transforme al ser humano entero —cuerpo, alma y destino— sin perder la urgencia de la salvación ni la ternura del servicio.

 

¿Se ocupa Dios solo de sus hijos regenerados y no de toda la humanidad?

No. Dios se ocupa de toda la humanidad, aunque de formas distintas según el nivel de relación.

📖 Textos clave:

  • Mateo 5:45: “Él hace salir su sol sobre malos y buenos.” Dios ejerce una providencia universal (πρόνοια – prónoia), cuidando incluso a quienes no lo reconocen.
  • Salmo 145:9: “Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras.” → La bondad divina no está limitada a los regenerados.

Distinción:

·         Dios cuida a todos como Creador (génos – linaje).

·         Dios guía, disciplina y transforma a sus hijos regenerados (teknon / huios – hijos adoptivos).

¿Murió Jesús solo por los que son regenerados y no por todos?

Cristo murió por todos, pero su sacrificio es eficaz solo en quienes lo reciben por fe.

Textos clave:

  • Juan 1:29: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”κόσμος – kósmos = el mundo entero, no solo los creyentes.
  • 1 Juan 2:2: “Él es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” λασμός hilasmós = expiación, ofrecida universalmente.

Teología:

  • La muerte de Cristo tiene suficiencia universal (sufficientia pro omnibus), pero eficacia particular (efficacia pro electis).
  • Esto no niega su amor por todos, sino que honra la libertad humana y la necesidad de fe.

¿Es inútil hacer cosas por la humanidad no regenerada?

No solo no es inútil: es parte del llamado cristiano.

Textos clave:

  • Gálatas 6:10: “Hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe.” → γαθν ποιεν agathon poiein = hacer el bien, sin exclusión.
  • Mateo 25:40: “En cuanto lo hiciste a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hiciste.” → El servicio al necesitado es servicio a Cristo.

Implicación:

  • La acción cristiana hacia los no regenerados prepara el terreno para la regeneración.
  • Es expresión del amor de Dios que precede la conversión.

¿Si todos somos hijos de Dios ya no tenemos que predicar?

Al contrario: debemos predicar para que los hijos por creación se conviertan en hijos por regeneración.

Textos clave:

  • Juan 1:12: “A los que creen... les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” → ξουσία exousía = derecho, autoridad para entrar en la filiación plena.
  • Romanos 10:14–15: “¿Cómo creerán en aquel de quien no han oído?... ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el evangelio!”

🧠 Implicación:

  • La predicación es el puente entre la imagen de Dios y la adopción espiritual.
  • Todos tienen potencial de ser hijos plenos, pero la fe viene por el oír (κοή akoē).

¿Si hacemos algo por la humanidad no regenerada, eso es humanismo?

Depende del fundamento. Si lo hacemos por amor a Dios y al prójimo, es cristianismo encarnado.

Distinción:

  • Humanismo secular: exalta al hombre sin referencia a Dios.
  • Humanismo cristiano: reconoce la dignidad humana como reflejo de Dios, y actúa en su nombre.

Textos clave:

  • Lucas 10:37: “Ve, y haz tú lo mismo.” (Parábola del buen samaritano) → Jesús no pregunta si el herido está regenerado: el amor actúa primero.

¿Está este supuesto humanismo en contra del cristianismo regenerador?

No necesariamente. Puede ser su antesala.

  • El amor al prójimo, la justicia social, la compasión: todo esto puede ser semilla del Reino.
  • Lo que lo convierte en cristianismo regenerador es la dirección hacia Cristo, no solo el bienestar humano.

Conclusión desde la opción 3

Como creyente que abraza la filiación universal por creación y la filiación espiritual por regeneración, afirmo que:

  • Dios ama a todos, pero transforma a quienes le reciben.
  • Cristo murió por todos, pero su redención se aplica por fe.
  • La misión cristiana incluye servir, predicar y amar, sin distinción.
  • El verdadero cristianismo no niega la dignidad humana: la redime y la eleva.


SERGIO SÁNCHEZ GARRIDO