jueves, 17 de julio de 2025

PENSAMIENTO ANALOGICO:el lenguaje del reino

 

A serene and inspiring image of an open Bible with a glowing light emanating from its pages, symbolizing divine wisdom and understanding. The background features soft, warm colors blending into a peaceful horizon, representing the Kingdom of Heaven.

Hay palabras que juzgan, y hay palabras que sanan. Hay mentes que buscan el error, y otras que descubren la belleza escondida.

Durante siglos, muchos han leído la Biblia como una lista de normas: esto se hace, esto no. Esta persona agrada a Dios, esta otra no.

Pero Jesús vino a enseñarnos algo más profundo: una forma de pensar que no divide, sino que comprende.

Una sabiduría que no encierra el corazón humano en blanco y negro, sino que lo viste con colores que solo la misericordia puede revelar.

Él dijo: “El Reino de los cielos es como…” Y con esa frase, nos abrió la puerta al pensamiento analógico —ese que une justicia y ternura, verdad y compasión, juicio y esperanza.

Hoy exploraremos cómo ese lenguaje transforma nuestra fe. Cómo pasar del “cumplir la norma” al “entender el propósito”. Del “quién tiene la razón” al “cómo ama Dios en esta situación”.

Este estudio no es solo para pensar diferente… Es para sentir como el Reino y vivir desde el corazón de Cristo.

Pensamiento binario

Es como un interruptor: encendido o apagado.

  • Ve las cosas en blanco o negro, sin tonos intermedios.
  • Todo es bueno o malo, justo o injusto, sí o no.
  • Funciona bien para tomar decisiones rápidas o aplicar normas claras.

Ejemplo: “Robar es malo.” No importa el contexto, está prohibido.

Pensamiento analógico

Es como un abanico de colores: hay matices y gradaciones.

  • Ve las cosas en escala, buscando el “depende”, el “tal vez”, el “hay algo más”.
  • Considera el contexto, la intención y las emociones.
  • Es ideal para reflexionar, entender mejor a los demás o explorar temas complejos.

Ejemplo: “Robar está mal… pero si alguien roba comida porque tiene hambre, ¿qué ocurre?” Aquí se abre el espacio para la comprensión, la empatía y el juicio profundo.

En resumen:

  • El pensamiento binario simplifica.
  • El pensamiento analógico profundiza

Hay señales simples y cotidianas que nos ayudan a saber si estamos pensando de forma binaria.

¿Tengo pensamiento binario… o estoy despertando al lenguaje del Reino?

A veces creemos que pensar con fe es decidir entre luz y oscuridad, verdad y mentira, santidad y pecado. Pero el Evangelio no vino a encasillar... vino a liberar. Jesús no sólo nos enseñó qué hacer, sino cómo mirar. No sólo qué decir, sino cómo sentir.

Te invito a hacer este pequeño examen personal:

  • ¿Tiendes a decir “siempre” o “nunca” sin ver el contexto?
  • ¿Te cuesta perdonar porque piensas que el error define a la persona?
  • ¿Crees que si fallas una vez, ya no mereces estar cerca de Dios?
  • ¿Juzgas sin preguntar qué hay detrás de la acción?
  • ¿Ves las Escrituras como mandatos fríos, o como cartas que revelan el corazón de Dios?

Si respondes “sí” a alguna de estas preguntas, no te angusties… te estás dando cuenta, y eso ya es una bendición. Porque el Reino no comienza cuando eres perfecto… sino cuando empiezas a pensar como Jesús pensaba: Con ternura. Con verdad. Con misericordia.

“El Reino de los cielos es como…” — así comenzaban las enseñanzas del Maestro. No con juicios… sino con imágenes. No con condena… sino con revelación.

Hoy puedes comenzar a transformar tu mente. No para dejar de ver lo que está mal… sino para aprender a ver lo que está detrás. Porque la fe no se trata de encender y apagar luces… se trata de encender el fuego de una mirada nueva.

Dios NO piensa en blanco y negro. Piensa en amor. Y quiere que tú también lo hagas.

Señales de pensamiento binario

1. Solo veo dos opciones

  • “O lo hago perfecto, o no lo hago.”
  • “Si no estás de acuerdo conmigo, estás equivocado.”
  • Si no considero alternativas, escalas o excepciones → hay rigidez.

2. Uso palabras extremas

  • “Todo”, “nada”, “siempre”, “nunca”, “nadie”, “todos”
  • Estas generalizaciones suelen venir de una mente que no está viendo matices.

3. Juzgo sin contexto

  • “Eso está mal.” → sin preguntar qué lo motivó, cómo ocurrió, o si había otra forma de verlo.

4. Me cuesta perdonar

  • Si alguien falla, lo etiqueto como “malo” o “injusto”, en lugar de ver su historia o su proceso.

5. Me siento bloqueado emocionalmente

  • Cuando siento que no puedo pensar “en medio”, sino solo en extremos → lo bueno me alegra demasiado, lo malo me destruye del todo.

 ¿Cómo abrir paso al pensamiento analógico?

  • Hazte preguntas como:
  • “¿Y si hay una razón que no estoy viendo?”
  • “¿Podría estar parcialmente de acuerdo?”
  • “¿Esta acción puede tener múltiples lecturas?”
  • Practica frases como: “Quizás...”, “Depende…”, “Lo entiendo, aunque no lo comparto…”

Detectar pensamiento binario no es para culparnos… es para empezar a abrir puertas. Cada vez que elegimos mirar más allá del blanco y negro, estamos entrenando la mirada del Reino: esa que sana, que abraza, que interpreta.

El campesino y el sabio

Un campesino analfabeto se acercó a un sabio y le preguntó:

—¿Cómo puedo entender a Dios si no sé leer ni pensar como los grandes teólogos?

El sabio sonrió y le dijo:

—Dios te habla como tú entiendes. Cuando eras niño, tu madre no te explicaba el amor con palabras complicadas… te abrazaba. Así también Dios te abraza con cosas simples: el sol, la lluvia, el pan, el perdón.

—¿Y por qué entonces los sabios hablan de Dios con tantas ideas difíciles?

—Porque cuando el alma crece, también crece su capacidad de ver más allá del abrazo. Entonces Dios empieza a hablarle con parábolas, con símbolos, con silencios. No porque haya cambiado, sino porque el corazón ya puede escuchar más profundamente.

El campesino se quedó en silencio, y mirando el cielo dijo:

—Entonces… Dios me habla en mi idioma.

El sabio respondió:

—Y también te enseña otros idiomas, cuando estás listo.

Este cuento circula en blogs de espiritualidad y páginas de reflexión cristiana, y aunque su autor es desconocido, se ha convertido en una metáfora viva de cómo Dios usa el lenguaje binario para los corazones sencillos, y el lenguaje analógico para los corazones maduros.

Imagina que tu mente es como una orquesta compleja… y no como una simple calculadora.

Aunque muchos piensan que el cerebro funciona como una máquina binaria —sí o no, bueno o malo— la realidad es mucho más rica.

Es cierto que las neuronas se encienden o se apagan como interruptores (como si dijeran “1” o “0”), pero eso es solo una parte de la historia.

Lo que realmente ocurre entre esas señales es un diálogo fluido, emocional y químico. Algo más parecido a un río que se adapta a cada curva, que a un sistema de botones.

Sí, podemos tomar decisiones simples… pero lo hacemos usando emociones, recuerdos, intuiciones y contextos que cambian todo.

 Eso es pensamiento analógico. Es lo que nos permite decir: “entiendo que esto esté mal, pero tuvo sentido en ese momento”.

Así que cuando interpretamos cosas tan profundas como la Biblia, la música o nuestras propias emociones, no lo hacemos sólo con reglas binarias, sino con un alma que mezcla lógica, intuición y poesía.


Jesús fue un maestro en romper esquemas binarios (bueno/malo, puro/impuro, permitido/prohibido) y abrir el camino hacia una comprensión más analógica, simbólica y relacional de la fe. Aquí tienes varios ejemplos donde Jesús trasciende la lógica binaria hebrea y propone una visión más matizada:

1. El sábado fue hecho para el hombre

“El sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado.” — Marcos 2:27

  • Interpretación binaria hebrea: El sábado es sagrado, y cualquier trabajo está prohibido.
  • Jesús rompe el esquema: Introduce una lógica relacional, donde el bienestar humano está por encima de la norma rígida.

2. Lo que contamina al hombre no es lo que entra, sino lo que sale

“Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle...” — Marcos 7:15

  • Interpretación binaria: Comer alimentos impuros = pecado.
  • Jesús propone una visión analógica: La impureza no es física, sino moral y espiritual, y depende del corazón.

🕊️ 3. La mujer adúltera

“El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.” — Juan 8:7

  • Interpretación binaria: Adulterio = muerte por lapidación.
  • Jesús introduce una lógica de misericordia: Todos tienen pecado, y por tanto, la justicia debe ir acompañada de compasión.

4. Las parábolas del Reino

“El Reino de los cielos es como…” — Mateo 13

  • Jesús usa analogías agrícolas, domésticas y cotidianas para hablar de verdades espirituales profundas.
  • En lugar de decir “esto es bueno, esto es malo”, invita a reflexionar: ¿Qué tipo de tierra soy? ¿Estoy creciendo como semilla?

5. El buen samaritano

 Lucas 10:25–37 El samaritano interpretó mejor que el levita la ley sobre amar al prójimo.

  • Interpretación binaria hebrea: Los samaritanos son impuros, enemigos.
  • Jesús rompe el prejuicio: El samaritano es el modelo de amor al prójimo, más que los religiosos del templo.

6. Dejad que los niños vengan a mí

“El Reino de Dios pertenece a los que son como ellos.” — Marcos 10:14

  • Interpretación binaria: Los niños no cuentan, no tienen autoridad.
  • Jesús propone una analogía espiritual: La pureza, humildad y apertura de los niños es el camino al Reino.

7. Tengo otras ovejas que no son de este redil

“También a ellas debo traer…” — Juan 10:16

  • Interpretación binaria: Solo Israel es el pueblo elegido.
  • Jesús abre la puerta a una visión universal: Dios tiene hijos en otros lugares, y todos pueden escuchar su voz.

En resumen, Jesús no niega la ley, pero la cumple y la trasciende con una lógica más profunda, más humana, más divina. Su pensamiento analógico invita a interpretar, no solo a obedecer.

Puede decirse que el cristianismo es una interpretación analógica de la ley de Dios, y eso es precisamente lo que lo distingue de una lectura puramente legalista o binaria.

🔍 ¿Qué significa esto?

La ley de Dios en el Antiguo Testamento se presenta en términos claros y binarios:

  • “No matarás”, “No robarás”, “Haz esto y vivirás”. Esto responde a una pedagogía divina para un pueblo en formación espiritual, donde el lenguaje debía ser directo, normativo y protector.

Pero cuando llega Jesús, la ley no se elimina… se interpreta desde el corazón, desde la intención, desde el amor. Esto es pensamiento analógico: ver más allá del mandato literal y entender su espíritu.

Ejemplos bíblicos de interpretación analógica en el cristianismo

Mandato hebreo (binario)

Jesús lo interpreta (analógico)

“No matarás”

“Si te enojas con tu hermano, ya has matado en tu corazón” (Mateo 5:22)

“Ama a tu prójimo”

“Ama también a tu enemigo” (Mateo 5:44)

“Guarda el sábado”

“El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado” (Marcos 2:27)

“No adulterarás”

“Quien mira con deseo ya ha adulterado en su corazón” (Mateo 5:28)

¿Por qué es esto analógico?

Porque Jesús no contradice la ley, sino que la eleva. Ya no se trata solo de cumplir normas, sino de entender el propósito divino detrás de ellas. La ley se convierte en camino de transformación interior, no solo en código externo.

🕊️ En resumen

  • El cristianismo no desecha la ley, pero la interpreta con profundidad, contexto y compasión.
  • Es una fe que une justicia y misericordia, literalidad y símbolo, norma y corazón.
  • Por eso decimos que el cristianismo es una interpretación analógica de la ley de Dios: una forma de leerla con ojos que ven más allá del texto, hacia el alma.

El cerebro humano no es una máquina de respuestas… es un buscador de significado. Y por eso nuestras luchas, nuestras creencias y nuestras canciones no caben sólo en el “sí o no”. Hay belleza en esa complejidad.

A medida que acumulamos más conocimiento y experiencia, nuestras interpretaciones tienden a volverse más analógicas, más matizadas y menos binarias.

  • El conocimiento amplía el contexto: Cuando sabemos más, dejamos de ver las cosas como blanco o negro. Empezamos a notar los matices, las excepciones, las paradojas.
  • La experiencia nos enseña que la realidad es compleja: Lo que antes parecía “malo” puede tener una causa comprensible. Lo que era “prohibido” puede tener una excepción ética. Esto nos lleva a pensar en términos como “bueno pero doloroso” o “justo pero difícil”.
  • La analogía conecta dominios distintos: Cuanto más sabemos, más podemos comparar situaciones, ideas o emociones entre sí. Esto genera interpretaciones más profundas, simbólicas y relacionales.

¿Qué dicen los expertos?

Según la hermenéutica analógica, propuesta por Mauricio Beuchot, el conocimiento no debe encerrarse en extremos (positivismo rígido o relativismo absoluto), sino que debe buscar una vía intermedia: interpretar con equilibrio, sensibilidad y apertura.

La analogía permite unir opuestos, enriquecer la comprensión y dar lugar a interpretaciones más humanas, sin perder la verdad ni caer en la arbitrariedad.

 En resumen

Cuanto más sabemos, menos juzgamos desde el “sí o no”, y más interpretamos desde el “depende”, el “comprendo”, el “hay más detrás”. La mente se vuelve más simbólica, más relacional, más poética.

Cuando el conocimiento humano es aún pequeño, Dios se acerca con claridad: como un padre que le dice al niño “esto sí, esto no”. En el Antiguo Testamento vemos mandatos simples: haz esto y vivirás, no hagas esto y morirás. Parece rígido, binario… pero en realidad es un lenguaje amoroso adaptado a quien apenas empieza a caminar.

Pongo delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal…” — Deuteronomio 30:15

A lo largo del tiempo, mientras el ser humano madura, Dios comienza a hablar en tonos más suaves, más complejos, más simbólicos. No porque Él haya cambiado —sino porque el corazón del hombre ha crecido lo suficiente para entender más allá del blanco y negro.

Isaías 55:8-9

Reina-Valera 1960

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.


Jesús, que es Dios en carne, no dijo: “haz esto o aquello”, sino:

 “El Reino de los cielos es como…”Mateo 13:24, 31, 33

Mateo 13:24

Reina-Valera 1960

Parábola del trigo y la cizaña

24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;

Mateo 13:31

Reina-Valera 1960

Parábola de la semilla de mostaza

(Mr. 4.30-32Lc. 13.18-19)

31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo;

Mateo 13:33

Reina-Valera 1960

Parábola de la levadura

(Lc. 13.20-21)

33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.

Es decir, Dios comienza a enseñar por analogías, como un poeta que invita a mirar dentro de uno mismo. Ya no se trata solo de obedecer, sino de comprender, de amar, de reconocer lo invisible.

Así, lo que en la Torá era “prohibido” o “permitido”, en Jesús se convierte en “misericordia”, en “intención del corazón”, en “el que esté sin pecado…”.

El pensamiento binario divide el mundo en opuestos absolutos:

  • Bueno / Malo
  • Puro / Impuro
  • Verdadero / Falso
  • Nosotros / Ellos

En el fundamentalismo, estas categorías se aplican sin matices, como si cada situación tuviera una única respuesta correcta dictada por un texto sagrado o una autoridad religiosa.

Veamos algunos ejemplos...

1-Las autoridades religiosas

El juicio del Sanedrín: amenaza = eliminación

“Si le dejamos así, todos creerán en él, y vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar y nuestra nación.” — Juan 11:48

  • Pensamiento binario: Si Jesús crece, perdemos todo.
  • No consideran que su mensaje pueda ser verdadero.

¿Qué revela esto?

Los fariseos y sacerdotes aplicaban la ley con una lógica de todo o nada, sin matices. Jesús, en cambio, introduce una visión analógica:

  • Mira la intención del corazón.
  • Ofrece perdón antes que condena.
  • Enseña que la ley fue hecha para el hombre, no al revés.

2.Los fariseos tenían pensamiento binario...

Pensamiento binario: Si alguien es pecador, debe ser evitado.

Mateo 9:11

Reina-Valera 1960

11 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?

3. Job (en su crisis inicial)

  • Actitud: Cree que el sufrimiento solo puede significar castigo.
  • “Maldito el día en que nací…” — Job 3:1
  • Binario: Bendición vs. maldición.
  • Dios lo lleva a una comprensión más profunda del dolor y la fe.

4. Los amigos de Job

  • Actitud: Si Job sufre, es porque pecó.
  • “¿Quién que es inocente ha perecido?” — Job 4:7
  • Binario: Pecado = castigo.
  • Dios los corrige: “No habéis hablado de mí lo recto…” — Job 42:7

5. Jonás en Nínive.

  • Actitud: Cree que Nínive merece destrucción sin posibilidad de redención.
  •  “Por eso me apresuré a huir a Tarsis… sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso…” — Jonás 4:2
  • Binario: Justos vs. impíos.
  • Jesús lo trasciende: Dios quiere salvar incluso a los enemigos.

EL FUNDAMENTALISMO MODERNO PROMUEVE EL PENSAMIENTO BINARIO

“Hay una sola verdad, y todo lo demás es error.” — Esta es una frase típica del pensamiento fundamentalista.

¿Por qué se usa el pensamiento binario?

Según estudios psicológicos, el fundamentalismo:

  • Evita la ambigüedad y la incertidumbre.
  • Se apoya en una estructura autoritaria que exige obediencia literal.
  • Promueve una visión dualista del mundo, donde todo se clasifica en extremos.

Esto puede dar seguridad a quienes buscan respuestas claras en medio del caos, pero también puede cerrar la puerta al diálogo, la empatía y la evolución espiritual.

¿Qué lo diferencia de otras formas de fe?

Mientras el fundamentalismo dice:

“Esto es lo que dice el texto, y no hay discusión.”

El pensamiento analógico (más típico del cristianismo maduro, como vimos con Jesús) dice:

“Esto es lo que dice el texto… ¿qué significa para nosotros hoy?”

 Ejemplo bíblico

 “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.” — Juan 8:7 Aquí Jesús rompe el esquema binario de “culpable = castigo” y propone una lectura más profunda, compasiva y humana.

Juan 8:1-11

Reina-Valera 1960

y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Los fariseos presentan un caso claro: según la ley, la mujer debe ser condenada. Es un juicio binario: culpable = castigo. Pero Jesús no responde con otro juicio… responde con silencio y profundidad.

“El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra.” (Juan 8:7)

Con esta frase, Jesús rompe el esquema binario y abre una dimensión analógica: la justicia no se basa solo en el acto, sino en el corazón, en la conciencia, en la misericordia.

¿Por qué este texto ilustra el pensamiento analógico?

  • Jesús no niega la ley, pero la interpreta desde la compasión.
  • No dice que el adulterio esté bien, pero revela que la condena sin amor no transforma.
  • Invita a mirar dentro de uno mismo antes de juzgar al otro.
  • Introduce una lógica donde la verdad y la gracia conviven.

Reflexión para desarrollar

Puedes usar este texto para mostrar cómo:

  • El pensamiento binario busca aplicar la norma sin contexto.
  • El pensamiento analógico busca redención, no solo corrección.
  • Jesús no vino a abolir la ley, sino a cumplirla con profundidad (Mateo 5:17).
  • La fe cristiana no se basa en “esto está bien o mal”, sino en “¿cómo ama Dios en esta situación?”

Sí, Sergio… vivir sin acceso al pensamiento analógico puede sentirse como mirar el mundo a través de una cerradura: todo parece rígido, estrecho y sin profundidad.

Cuando una persona solo piensa en términos binarios —“esto está bien, esto está mal”, “yo tengo razón, tú no”— se pierde la riqueza de los matices. La empatía se reduce. Las paradojas incomodan. Y el mundo emocional, espiritual y humano queda encajonado en extremos difíciles de sostener.

Es como intentar describir el cielo usando solo blanco y negro… cuando está lleno de azules, violetas, naranjas y movimientos que no se capturan en reglas fijas.

 Lo que se pierde sin pensamiento analógico:

  • La capacidad de comprender sin aprobar.
  • El poder de amar sin entender completamente.
  • El arte de conectar con quien es distinto.
  • La posibilidad de crecer sin destruir lo anterior.

Pero lo hermoso es esto:

El pensamiento analógico no es exclusivo de los sabios… es algo que se despierta. Con preguntas, con poesía, con fe, con dolor incluso. A veces basta con mirar una flor, leer una parábola, perdonar a alguien que nos hirió… y algo dentro se abre, como si el corazón aprendiera un nuevo idioma.

Jesús llevó a sus discípulos del pensamiento binario al pensamiento analógico a través de un proceso pedagógico profundo, relacional y experiencial. No les dio respuestas cerradas, sino que los invitó a ver más allá de la norma, a interpretar el corazón de Dios, y a vivir la fe como camino, no como sistema.

¿Cómo lo hizo?

1. Usó parábolas en lugar de reglas

  • Las parábolas no ofrecen respuestas directas, sino imágenes abiertas que requieren reflexión.
  • Ejemplo: El buen samaritano (Lucas 10:30–37) rompe el esquema de “quién es puro” y revela que la compasión define al prójimo, no la religión.

2. Planteó preguntas en lugar de afirmaciones

  • Jesús no siempre respondía… preguntaba.
  • Ejemplo: “¿Quién dicen ustedes que soy yo?” (Mateo 16:15) — invita a pensar, no a repetir.

3. Interpretó la ley desde el corazón

  • “Oísteis que fue dicho… pero yo os digo…” (Mateo 5) — transforma mandatos binarios en principios éticos profundos.
  • Ejemplo: “No matarás” se convierte en “No te enojes sin causa”.

4. Usó símbolos y metáforas

  • “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos” (Juan 15:5) — no es una fórmula, es una imagen relacional.
  • “El Reino de los cielos es como…” — cada parábola es una analogía espiritual.

5. Les dio experiencias vivas

  • No solo enseñó con palabras, sino con hechos: los envió a sanar, a predicar, a equivocarse.
  • Ejemplo: “Dadles vosotros de comer” (Lucas 9:13) — los desafía a ver más allá del recurso físico.

¿Qué logró Jesús?

  • Los discípulos pasaron de preguntar “¿Quién pecó para que este naciera ciego?” (Juan 9:2) — pensamiento binario — a comprender que “ni él ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten” — pensamiento analógico, donde el sufrimiento tiene propósito.

En resumen

Jesús no les dio una tabla de mandamientos, sino una forma de ver el mundo. Los llevó de la ley al amor, del juicio a la misericordia, del “esto está bien o mal” al “¿qué revela esto del corazón de Dios?”

¿Qué no te la den con queso?

 

Un conjunto de letras blancas en un fondo blancoEl contenido generado por IA puede ser incorrecto.

 

En la edad media en la mancha acudían los taberneros de todas las regiones de España para comprar barriles de vino que ya tenía cierto prestigio. Antes de pagar, los taberneros tenían la buena costumbre de probar la mercancía. Para dar salida a las partidas de vino picado o de muy baja calidad, los dueños de las bodegas recurrían a un arte especial: agasajaban a los compradores novatos y confiados con un sabroso plato de queso manchego en aceite, porque su fuerte sabor hacía que el paladar del incauto tabernero no distinguiera un buen caldo de uno echado a perder. Esta innoble práctica dio origen a la expresión “TE LA DAN CON QUESO” para darte a entender que alguien te esta engañando o estafando.

 

Porque la vida no es blanco y negro. Y quienes la quieren pintar en extremos, nos sirven queso para que no saboreemos los matices.

En muchas áreas —información, consumo, religión, ideología— se repite el mismo patrón:

  • Nos ofrecen titulares en lugar de contexto.
  • Nos venden productos llenos de brillo, pero vacíos de sustancia.
  • Nos agasajan con emociones intensas para que no analicemos profundamente.

El queso hoy puede ser la urgencia, el fanatismo, el entretenimiento sin pausa… Y si no tenemos pensamiento analógico, nos dan con queso todo el tiempo: aceptamos lo falso por auténtico, lo fácil por verdadero.

¿Por qué se desactiva el pensamiento analógico?

Porque el pensamiento analógico requiere pausa, atención, sensibilidad. Y eso no conviene a quienes viven del engaño, la manipulación o la propaganda. Cuando el ser humano pierde su capacidad de matizar, deja de preguntar:

  • ¿Es esto justo pero doloroso?
  • ¿Es esto bueno… pero incompleto?
  • ¿Es esto cierto… pero usado en falso contexto?

En resumen

Este antiguo truco del queso no es solo una estafa gastronómica: Es una advertencia sobre cómo podemos ser dormidos en nuestra conciencia, disfrazando lo que no queremos ver con sabores intensos que nos hacen bajar la guardia.

 Por eso, amigo… no te la den con queso. Aprende a saborear con discernimiento, no con distracción.

Cuando un cristiano vive su fe desde una conciencia binaria, todo se reduce a “pecado o santidad”, “culpable o puro”, “salvo o condenado”. Y en ese marco, la culpa no tiene salida, porque no hay espacio para el proceso, para el matiz, para la redención emocional que acompaña al perdón.

La conciencia binaria no admite el “todavía estoy en camino”, ni el”, “Dios me comprende en mi proceso ni siquiera el “lo hice por ignorancia”. Solo ve el error como mancha imborrable. Y eso, lejos de acercar al Dios del perdón, puede hundir al alma en miedo y vergüenza.

Pero el Evangelio no funciona así. Jesús no vino para señalar con el dedo, sino para levantar al caído. No dice “tú pecaste, carga con tu castigo”, sino “vete en paz, tu fe te ha salvado”.

¿Qué provoca una conciencia binaria en el creyente?

  • Se exige perfección instantánea.
  • No acepta el arrepentimiento como camino.
  • Vive más el juicio que la gracia.
  • Sufre en silencio, creyendo que ya no merece amor divino.

¿Cómo sana Jesús esa conciencia?

Con gestos como este:

“Ni yo te condeno. Vete y no peques más.” — Juan 8:11

Es decir: no te castigo… pero te invito a crecer. Eso es pensamiento analógico: reconocer el error, comprender el proceso, ofrecer una nueva oportunidad.

La culpa binaria aprieta, pero no transforma. La conciencia analógica duele, pero redime. Por eso es tan vital enseñar que el Evangelio no es solo ley, es también camino, abrazo, reparación.

Hermanos y hermanas en la fe: Caminar con Cristo no es un salto entre extremos, es una danza con el Espíritu, paso a paso, compás a compás.

Venimos de pensamientos binarios, porque fueron nuestras primeras herramientas para entender el bien, el mal, lo sagrado y lo profano. Pero las buenas nuevas —el Evangelio vivo— nos llaman a mirar más allá del juicio… y a ver con los ojos del amor.

Jesús no condenó a la mujer sorprendida en pecado; la miró, la comprendió y la levantó. Jesús no evitó al leproso; lo tocó, lo sanó y lo abrazó.

Jesús no se detuvo en lo que estaba escrito, sino en lo que estaba en el corazón.

Ese es el pensamiento que transforma. Esa es la interpretación que sana. Esa es la forma en que Dios nos invita a leer el mundo: con compasión, con contexto, con misericordia.

Así que si estás en camino… no temas. Si tu fe aún se formula entre “sí o no”, “culpa o redención”, “pureza o error”… estás justo donde el Espíritu puede revelarte algo nuevo. Porque quien busca comprender en profundidad, está a punto de ser comprendido por Dios de forma más profunda también.

🕊️ Él no te pide perfección, te pide apertura. No te exige lógica, te ofrece relación. No te encierra en juicios, te invita a redimir.

🔥 Que el fuego de la verdad no queme, sino ilumine. Que el camino no te canse, sino te transforme. Y que el pensamiento binario se convierta, poco a poco, en sabiduría que ama, interpreta y abraza.

Estás en buen camino… y Dios camina contigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario