jueves, 28 de diciembre de 2023

LOS DOS LADOS DE LA PUERTA

 

LOS DOS LADOS DE LA PUERTA


Las puertas espirituales son una metáfora que se usa en la Biblia para representar diferentes niveles de conciencia y conexión con lo divino. Según algunos textos bíblicos. 

1-Hay dos tipos de puertas espirituales:

Una que te libera y otra que te lleva cautivo, es la misma puerta lo que cambia es hacia qué lado tu avanzas.

Apocalipsis 3:8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza (mikri dinami), has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.

La puerta que se menciona en Apocalipsis 3:8 es la puerta que te libera y te permite entrar al reino de los cielos. Es una puerta que Dios ha puesto delante de la iglesia de Filadelfia, que era una iglesia fiel y obediente, aunque tenía poca fuerza humana o material. Nadie puede cerrar esta puerta, porque es un don de la gracia de Dios, que premia a los que guardan su palabra y no niegan su nombre. 

2-Esta puerta representa una oportunidad para el servicio, el testimonio y la salvación.

Esta Iglesia donde estás es una puerta, pero debes avanzar no te puedes quedar parado.

(mikri dinami) Se usa para describir una situación de debilidad, fragilidad o vulnerabilidad, tanto física como espiritual. También puede implicar una falta de influencia, autoridad y capacidad.

El Señor puede obrar a pesar de nuestra debilidad y poca fuerza e influencia.

2 Corintios 12:9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad (Astenia). Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades (Astenia), para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Hechos 19:11Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo,

Pablo sabia a qué lado de la puerta estaba, el a pesar de su debilidad (Astenia) que en muchos contextos significa enfermedad, sin embargo, su mano fue una extensión de la mano de Dios.

La fe es importante porque nos permite creer en algo más grande que nosotros mismos.

Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

3-La fe nos permite tener la certeza y convicción de lo que hay al otro lado de la puerta de una sanidad y liberación.

Pero nuestros ojos deben de estar puestos en el camino para no tropezar.


Los ojos en la meta

 Un joven, pero serio estudiante Zen se acercó a su maestro y le preguntó al Maestro Zen: "Si trabajo muy duro y diligente, ¿cuánto tiempo tardaré en encontrar el Zen?"

El Maestro pensó en esto y luego respondió: "Diez años".

El estudiante entonces dijo: "¿Pero ¿qué pasa si trabajo muy, muy duro y realmente me aplico para aprender rápido? ¿Hasta cuándo, entonces?

-Bueno, veinte años -replicó el maestro-.

"Pero, si realmente trabajo en ello. ¿Hasta cuándo, entonces? —preguntó el estudiante.

—Treinta años —respondió el maestro—.

"Pero no entiendo", dijo el estudiante decepcionado. "Cada vez que digo que voy a trabajar más duro, tú dices que me va a llevar más tiempo. ¿Por qué dices eso?

El maestro respondió: "Cuando tienes un ojo en la meta, solo tienes un ojo en el camino".

4-En una puerta se entra y se sale, cada puerta es una oportunidad si es que se recorre el camino al que te lleva.

Juan 10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos (nomén).

(nomén) significa pastoreo o pastizal, es comida para cada día, libertad para cada día, Jesús es la puerta para el refugio durante la noche y el invierno, pero también la libertad para cada día de la vida.

 

Esta es una de las declaraciones de Jesús en las que se identifica con una imagen simbólica para revelar su misión y su relación con sus seguidores. En este caso, Jesús se compara con una puerta que da acceso al redil de las ovejas, donde hay seguridad y provisión.

Entrar por la puerta significa creer en Jesús como el único Salvador y Señor, y recibir el perdón de los pecados y la vida eterna. Salir por la puerta significa vivir una vida abundante en Jesús, disfrutando de su presencia, su guía y su provisión. Hallar pastos significa alimentarse de su palabra, su verdad y su gracia.

Jesús es la única puerta que nos permite entrar y salir del redil de Dios. No hay otro camino para la salvación y la plenitud. Jesús nos invita a entrar por él y a seguirle como nuestro buen pastor, que nos conoce, nos cuida y dio su vida por nosotros.

En 1997 una secta denominada “Puerta del cielo” se suicidaron 39 personas para abandonar sus cuerpos porque creían que la visita del cometa Halle-Bopp traía una nave espacial que les habilitaría a un nivel de consciencia superior.

La puerta de Jesús No se trata de una puerta física ni de un objeto mágico, sino de una metáfora que expresa la fe y la confianza en Jesús como el único camino para llegar a Dios.

El hallar los pastos no es una promesa para la otra vida sino para esta.

Jesús se reveló como la puerta, el camino, la verdad y la vida en diferentes momentos de su ministerio, pero no hay un orden cronológico o jerárquico entre estos títulos. Todos ellos expresan aspectos de su identidad y su misión, y nos muestran cómo podemos relacionarnos con él y con el Padre.

Jesús se llamó a sí mismo la puerta en Juan 10:9, cuando habló de su relación con sus ovejas, es decir, sus seguidores. Él es la puerta que les da acceso al redil, donde hay seguridad y provisión. También es la puerta que les permite salir al campo, donde hay libertad y abundancia. Entrar por la puerta significa creer en Jesús como el único Salvador y Señor, y recibir el perdón de los pecados y la vida eterna.

5-La puerta de Jesús es una puerta hacia la provisión de nuestras vidas aquí y ahora.

En Juan 14:6, Jesús dice “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí”. 

Jesús se llamó a sí mismo el camino, la verdad y la vida en Juan 14:6, cuando respondió a la pregunta de Tomás sobre cómo llegar al Padre. Él es el camino que nos conduce al hogar del Padre, donde hay amor y comunión. Él es la verdad que nos revela la voluntad y el carácter del Padre, donde hay luz y sabiduría. Él es la vida que nos comparte la naturaleza y el poder del Padre, donde hay plenitud y esperanza.

Podemos decir que Jesús es la puerta que nos introduce al camino, la verdad y la vida. Sin él, no podemos conocer a Dios ni tener una relación con él. Pero también podemos decir que Jesús es el camino, la verdad y la vida que nos llevan a la puerta. Sin él, no podemos entrar al reino de Dios ni disfrutar de sus bendiciones.

Jesús es la puerta, pero no es lo mismo para nosotros estando antes de entrar por ella que saliendo al otro lado de ella.

Ver a Jesús solo como meta y no como camino puede ser problemático, ya que nos impide seguir sus enseñanzas y ejemplo...

6-Hay un camino que recorrer no podemos quedarnos en un cristianismo de solo la puerta, esa fe seria muy exigua y limitada.

La Biblia nos enseña que Jesús no solo es la puerta que nos da acceso al reino de Dios, sino también el camino, la verdad y la vida que nos guían, nos iluminan y nos transforman. 

Entrar por la puerta es solo el primer paso de una relación personal y dinámica con Dios, que implica seguir a Jesús, obedecer sus mandamientos y crecer en su gracia.

Comer comida perecedera y limitada podría ser una metáfora de conformarse con los placeres y las riquezas de este mundo, que no pueden satisfacer nuestra alma ni darnos la vida eterna

Los cristianos de solo la puerta siguen dependiendo como la gente del mundo de pastos perecederos. No saben lo que Jesús les esta dando cuando le abre la puerta y entran y salen.

1-Buscar beneficios materiales: Algunas personas pueden venir a Cristo con la esperanza de obtener riquezas materiales o éxito en este mundo. Sin embargo, la Biblia enseña que el reino de Dios no se trata de riquezas terrenales, sino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14:17).

2-Evitar problemas o sufrimientos: Algunas personas pueden pensar que, al seguir a Cristo, estarán libres de problemas o sufrimientos. Pero Jesús mismo dijo que en este mundo tendréis aflicción.(Juan 16:33)

3-Ganar estatus o reconocimiento: Algunas personas pueden buscar el estatus o el reconocimiento en la iglesia o en la comunidad cristiana. Pero Jesús enseñó que el mayor en el reino de los cielos es el que se humilla y se hace servidor de todos (Mateo 23:11-12) .

4-Usar la religión para justificar comportamientos incorrectos: Algunas personas pueden usar su fe como una excusa para continuar en pecado o para justificar comportamientos incorrectos. Pero la Biblia enseña que debemos vivir de una manera que honre a Dios y refleje su amor y justicia.

5-Buscar una experiencia emocional: Algunas personas pueden buscar una experiencia emocional o un sentimiento en lugar de una relación verdadera y profunda con Dios. Pero la fe cristiana no se basa en emociones, sino en la verdad de Dios revelada en la Biblia.



7-La metáfora de la puerta se usa varias veces en la Biblia para expresar diferentes conceptos, como la salvación, la oración, la fe, la obediencia, la oportunidad y el juicio.

Aquí te muestro algunos textos donde se emplea esta metáfora:

1-Jesús se identifica como la puerta que da acceso al reino de Dios, a la salvación y a la vida eterna. Dice: «Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos» (Juan 10:9).

2-Jesús también advierte sobre la puerta estrecha y el camino angosto que conducen a la vida, y contrasta con la puerta ancha y el camino espacioso que conducen a la destrucción. Dice: «Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran» (Mateo 7:13-142).

3-Jesús también enseña sobre la puerta cerrada y la puerta abierta en relación con la oración y la fe. Dice: «Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. […] Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta» (Mateo 6:6; Lucas 11:93).

4-Jesús también habla sobre la puerta que llama y la puerta que se abre en relación con la obediencia y la comunión. Dice: «Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo» (Apocalipsis 3:204).

5-Jesús también menciona la puerta que se abre y la puerta que se cierra en relación con la oportunidad y el juicio. Dice: «Esforzaos por entrar por la puerta angosta, porque os digo que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, y ustedes, estando fuera, comiencen a llamar a la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos”, El respondiendo, les dirá: “No sé de dónde sois”» (Lucas 13:24-25

8-Una puerta es una gracia inmerecida que se acepta o se menosprecia.

“El collar de perlas”


Un día, una joven muy pobre fue a visitar a su padre, que estaba enfermo y agonizante. El padre le dijo que le dejaba como herencia un collar de perlas que había pertenecido a su madre, y que era muy valioso. Le pidió que lo cuidara y que no lo vendiera por nada del mundo. La joven le prometió que así lo haría, y se despidió de él con un beso.

La joven guardó el collar en una caja y lo llevó consigo a su humilde casa. Allí vivía con muchas privaciones y dificultades, pues apenas tenía para comer y vestir. Sin embargo, nunca se atrevió a vender el collar, pues recordaba la última voluntad de su padre.

Un día, un comerciante que pasaba por su pueblo se fijó en ella y le propuso matrimonio. La joven aceptó, pensando que así podría mejorar su situación. El comerciante le dijo que se irían a vivir a una ciudad lejana, y que debía llevar consigo solo lo más necesario. La joven empacó sus pocas pertenencias, y entre ellas el collar de perlas.

Al llegar a la ciudad, el comerciante la llevó a una casa lujosa y le dijo que era suya. La joven se sorprendió y se alegró, pensando que había encontrado la felicidad. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que su marido era un hombre cruel y avaro, que la maltrataba y la encerraba en su habitación. La joven solo encontraba consuelo en el collar de perlas, que acariciaba y besaba cada noche.

Un día, el comerciante entró en la habitación y vio el collar. Le preguntó a la joven de dónde lo había sacado, y ella le contó la historia de su padre. El comerciante se burló de ella y le dijo que el collar era falso, que las perlas eran de vidrio y que no valían nada. Le arrebató el collar y lo tiró por la ventana, diciéndole que era una tonta por haber guardado un trasto tan inútil.

La joven se quedó sin habla, sintiendo que había perdido lo único que le quedaba de su padre. Se echó a llorar amargamente, y se preguntó cómo había podido engañarla su padre de esa manera. Se sintió traicionada y abandonada, y deseó morirse.

Al día siguiente, un joyero que pasaba por la calle vio el collar tirado en el suelo. Lo recogió y lo examinó con atención. Se dio cuenta de que las perlas eran auténticas y de gran calidad, y que el collar era una joya muy valiosa. Se preguntó quién habría sido el loco que lo había desechado, y se lo llevó a su tienda, pensando en venderlo por una fortuna.

Moraleja: A veces no sabemos apreciar lo que tenemos, y lo dejamos escapar por ignorancia o por orgullo. El padre de la joven le había dejado un tesoro, pero ella no lo supo valorar ni defender. El comerciante le había quitado su libertad, pero ella no se atrevió a rebelarse ni a escapar. Solo cuando perdió el collar, se dio cuenta de lo que había tenido y de lo que había perdido.

Las encuestas realizadas determinan que los que acuden a una Iglesia lo hacen teniendo como meta acabar con su soledad y ausencia de amigos verdaderos.

9-Pero las puertas de los caminos espirituales suelen estar cerradas (o muy extrechas), son demasiado estrechas para que la gente se motive a entrar por ellas.

Mateo 7:13-14 Entrad por la puerta PORTOS estrecha; porque ancha es la puerta PORTOS, y espacioso el camino ODOS que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino ODOS que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

En un contexto simbólico o metafórico, si una “puerta” PORTOS representa una oportunidad, entonces un “camino” ODOS puede representar el recorrido o el proceso que se sigue para aprovechar esa oportunidad.

10-La oportunidad te viene porque Dios mismo te la abre en tu vida cuando menos te lo esperas (Pero ojo a veces son puertas disfrazadas de problemas).

 Nick Vujicic: Nacido sin extremidades, Nick Vujicic ha superado numerosos obstáculos para convertirse en un exitoso orador motivacional. A pesar de sus desafíos físicos, se levanta y se enfrenta a la vida con una actitud positiva, demostrando que todo es posible.

-Una puerta PORTOS es una oportunidad, las puertas deben ser reconocidas, Dios nos ha prometido puertas que nos encaminen en nuestras vidas... pero luego hay un camino que debe ser recorrido.

Isaías 43:19-21 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. 20 Las fieras del campo me honrarán, los chacales y los pollos del avestruz; porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido. 21 Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará.

“Entre las dificultades se esconde la oportunidad.”-Albert Einstein- 

Las oportunidades suelen estar disfrazadas de problemas, desafíos o trabajo duro. A veces no las reconocemos porque nos enfocamos en las dificultades o en los riesgos, y no en las posibilidades o en los beneficios. Otras veces las dejamos pasar porque no estamos preparados o no tenemos la confianza suficiente para aprovecharlas.

Creo que, para detectar y aprovechar las oportunidades, es necesario tener una actitud positiva, una mente abierta y un espíritu emprendedor. También es importante estar atentos a las señales que nos envía el entorno, y estar dispuestos a aprender y a adaptarnos a los cambios. Y sobre todo, es esencial tener una visión clara de lo que queremos lograr, y trabajar con perseverancia y pasión para conseguirlo.

 

La palabra “oportunidad” en español proviene del latín “opportunitas”. Esta palabra latina se compone de “op-”, que significa “enfrente de” o “en contra de”, y “portus”, que significa “puerto”. Por lo tanto, “opportunitas” podría interpretarse como "estar frente a un puerto".

En un sentido más amplio, esta etimología refleja la idea de que una “oportunidad” es como un puerto seguro al que llega un navegante después de un largo viaje. Es un lugar donde el navegante tiene la opción de hacer cosas o actividades, y debe saber aprovecharlas porque no sabe cuánto tiempo puede durar navegando en el mar.

A veces estamos enfrente del puerto donde debemos aprovechar el tiempo y no lo hacemos.

 "El tren de las oportunidades no tiene marcha atrás" Este refrán significa que las oportunidades, como un tren, pueden pasar rápidamente y si no las aprovechas en el momento adecuado, pueden ser difíciles de recuperar. 

 

EL TREN DE TUS OPORTUNIDADES



Había una vez un hombre que vivía en un pequeño pueblo en la India. Un día, mientras caminaba por el bosque, encontró un tren abandonado. Intrigado, decidió explorarlo. Dentro del tren, encontró una nota que decía: “Este tren está lleno de oportunidades. Si no las tomas tú, otro vendrá y las tomará por ti”.

El hombre se quedó pensando en las palabras de la nota. Se dio cuenta de que el tren representaba todas las oportunidades que había dejado pasar en su vida. Decidió que no quería que alguien más tomara las oportunidades que le correspondían.

Así que, a partir de ese día, el hombre comenzó a buscar y aprovechar todas las oportunidades que se le presentaban. No importaba cuán pequeñas o insignificantes parecieran, él las tomaba. Con el tiempo, su vida cambió para mejor. Se convirtió en un hombre próspero y respetado en su pueblo.

La moraleja de esta historia es que todos tenemos al menos una oportunidad en la vida, sólo es necesario creer que lo imposible es posible. A veces, las oportunidades pueden parecer demasiado buenas para ser verdad, pero si estamos dispuestos a tomar el riesgo, podemos encontrar que esas oportunidades son reales y pueden cambiar nuestras vidas de maneras inesperadas

Camino, verdad y vida es una secuencia lógica.

Albert Camus, un filósofo y escritor francés, dijo: “El absurdo surge de la confrontación entre la búsqueda del ser humano y el silencio irracional del mundo” 

El mundo a menudo es un desierto sin puertas ni caminos para la mayoría de nosotros.

Si buscas primero la vida no la encuentras, si buscas la verdad tampoco, tienes que encontrar primero la puerta que te llevará al camino.

Juan 10:9 Yo soy la puerta PORTOS; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

La puerta que nos salva debe ser traspasadas por nuestras vidas no te puedes quedar a este lado ni siquiera cerca de esa puerta debes de salir al otro lado y entrar por el camino si quieres realmente ser salvo.

 

Miqueas 2:13 Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová.

 

Tienes que empezar por la puerta y después salir por camino a ambas metas.

-Muchos cristianos se quedan en la puerta y luego se quejan de que no hallan pastos, pero los pastos están mas allá de la puerta.

11-Antes de entrar por una puerta espiritual considera si vas o no a proseguir por su camino, verdad y vida.

SEGUIR UN CAMINO EN LO NATURAL

Hay muchas razones por las que la gente puede perderse en el camino. En algunos casos, puede ser porque no están familiarizados con la ruta o porque no han planificado adecuadamente su viaje. En otros casos, puede ser porque las condiciones climáticas o del terreno son difíciles de navegar. También puede haber factores personales, como la fatiga, el hambre o la sed, que pueden afectar la capacidad de una persona para mantenerse en el camino.

En general, es importante estar preparado antes de emprender un viaje, ya sea un viaje físico o un viaje espiritual. Esto puede incluir hacer una investigación adecuada sobre la ruta, llevar suficiente comida y agua, y estar preparado para las condiciones climáticas cambiantes. También es importante estar en buena forma física y mental para poder enfrentar los desafíos del camino.

La parábola de Jesús que habla de considerar si se puede ganar una batalla antes de luchar se encuentra en Lucas 14:28-33.

Lucas 14:28-33 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, 30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. 31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? 32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. 33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

 

En esta parábola, Jesús compara el seguirle con construir una torre o ir a la guerra. Dice que antes de hacerlo, hay que calcular el costo y ver si se tiene lo necesario para terminar. De lo contrario, se corre el riesgo de fracasar y ser ridiculizado. Jesús aplica esta enseñanza a la vida cristiana, y dice que cualquiera que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser su discípulo.

La intención de Jesús con esta parábola es advertir a sus oyentes de que el discipulado no es algo superficial ni fácil, sino que requiere un compromiso total y una entrega radical. Jesús quiere que sus seguidores sean conscientes de las implicaciones y las consecuencias de su decisión, y que no se dejen llevar por el entusiasmo o la emoción del momento. Jesús no busca seguidores que se arrepientan a medio camino o que se echen atrás cuando las cosas se ponen difíciles. Jesús busca seguidores que estén dispuestos a pagar el precio de la fidelidad y la obediencia, aunque eso signifique perderlo todo por su causa.

Hacer frente y calcular los gastos en Lucas 14:28-33 se refiere a la actitud que debe tener un discípulo de Jesús antes de seguirle. Jesús quiere que sus seguidores sean conscientes de las implicaciones y las consecuencias de su decisión, y que no se dejen llevar por el entusiasmo o la emoción del momento. Jesús busca seguidores que estén dispuestos a pagar el precio de la fidelidad y la obediencia, aunque eso signifique renunciar a todo lo que poseen.

12-RENUNCIA, A TUS MERITOS Y DERECHOS DE AUTOR.

Esta enseñanza se traslada al discipulado de varias maneras:

1-Nos ayuda a evaluar nuestra motivación y nuestro compromiso con Jesús. ¿Le seguimos por amor o por interés? ¿Estamos dispuestos a darlo todo por él o tenemos reservas? ¿Estamos preparados para enfrentar las dificultades y las persecuciones que puedan venir por causa de él?

2-Nos anima a confiar en la gracia y el poder de Jesús. Él no nos pide que hagamos algo que él mismo no haya hecho. Él renunció a su gloria y se humilló hasta la muerte de cruz por nosotros. Él nos promete que estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Él nos da su Espíritu Santo para consolarnos, guiarnos y fortalecernos.

3-Nos desafía a vivir una vida radical y transformadora. Jesús no quiere seguidores tibios o conformistas, sino apasionados y revolucionarios. Él quiere que seamos sal y luz del mundo, que demos testimonio de su amor y su verdad, que hagamos discípulos de todas las naciones, que amemos a Dios con todo nuestro ser y al prójimo como a nosotros mismos.

RENUNCIA A TU  IDENTIDAD Y MERITOS PROPIOS

Un joven soñaba con ser escritor, pero no tenía los medios para estudiar ni para publicar sus obras. Un día, se enteró de que un famoso editor estaba buscando nuevos talentos, y que ofrecía una oportunidad única para los aspirantes a escritores. El editor les proponía que le enviaran un manuscrito original, y que, si les gustaba, les daría un contrato y una buena suma de dinero. El joven se ilusionó con la idea, y se puso a trabajar en su novela con mucho entusiasmo.

Después de varios meses de esfuerzo, el joven terminó su obra y la envió al editor. Esperó con ansiedad la respuesta, confiando en que su sueño se haría realidad. Sin embargo, pasaron las semanas y los meses, y no recibió ninguna noticia. El joven se desesperó y se deprimió, pensando que su novela no había sido seleccionada, y que había perdido su tiempo y su esperanza.

Un día, recibió una carta del editor, que decía lo siguiente “Estimado joven, he recibido su novela y la he leído con atención. Debo decirle que me ha impresionado mucho su talento y su creatividad. Su obra es una de las mejores que he leído en mucho tiempo, y estoy seguro de que tendría un gran éxito entre los lectores. Por eso, le ofrezco un contrato y una generosa recompensa por su trabajo. Sin embargo, hay una condición: Usted debe renunciar a su nombre y a su autoría, y cederme todos los derechos sobre su obra. Yo la publicaré bajo mi firma, y me quedaré con todos los beneficios y el reconocimiento. Si está de acuerdo, le ruego que me lo confirme lo antes posible. Si no lo está, le devolveré su manuscrito y no volveremos a hablar del asunto. Usted decide.”

El joven se quedó atónito al leer la carta. No podía creer lo que le pedía el editor. Se sentía feliz de que su novela le hubiera gustado, pero también indignado de que le quisiera quitar su mérito y su identidad. Se preguntó qué debía hacer. Por un lado, aceptar la oferta significaba cumplir su sueño de vivir de la escritura, y tener la seguridad económica que tanto anhelaba. Por otro lado, rechazar la oferta significaba mantener su dignidad y su orgullo, pero también renunciar a su oportunidad y seguir en la pobreza y el anonimato.

El joven se encontraba ante una puerta que se abría ante él, pero que también le exigía un alto precio. Tenía que calcular el coste y el presupuesto de ir más allá de la puerta, y tomar una decisión que cambiaría su vida para siempre.

¿Qué harías tú en su lugar?

Creo que la anterior anécdota, refleja un dilema que muchos podemos enfrentar en la vida: Elegir entre el éxito material o la fidelidad a nuestros principios.

Según la enseñanza de Jesús, el cristiano tiene que renunciar a sí mismo, a sus intereses y a sus posesiones para seguirle a él y a su Evangelio.

El cristiano encuentra su verdadera identidad y su valor en ser hijo de Dios, creado a su imagen y semejanza, y redimido por Cristo3El cristiano no se gloría de sus propios méritos, sino de los de Cristo, que le ha dado la gracia y el poder para hacer el bienEl cristiano no busca su propia fama o reconocimiento, sino la gloria de Dios y el bien de los demás.

Uno debe de saber a que lado de la puerta está... al lado de sus propios méritos o al lado de que lo que tu haces se lo atribuyen a otro.

Marcos 8:27-35 Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? 28 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. 29 Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo. 30 Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno.

Jesús anuncia su muerte

(Mt. 16.21-28Lc. 9.22-27)

31 Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. 32 Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle. 33 Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.

¿Quién soy yo en esta historia? El Mesías renunció a eso, sabia que la gente no le atribuían meritos propios ni le respetaban su identidad como Mesías, sin embargo siguió su propio plan y renunció a algo que seguro nosotros jamás habríamos renunciado.

Dios te va a recompensar por lo que haces, no importa lo que digan los hombres... estos suelen equivocarse al atribuir los méritos. Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas...

¿Estas dispuesto a renunciar a tus derechos de autor?

¿A qué se refiere el Señor cuando nos dice que debemos “renunciar (negarnos) a nosotros mismos”? Podría referirse a que uno debe ir en contra de todo lo que le pueda causar gusto, placer o comodidad; podría también referirse a que debemos cultivar una suerte de menosprecio por nosotros mismos; o podría tal vez ser un llamado a simplemente olvidarnos de nosotros mismos y vivir solo para Dios y los demás. 

Negarse a uno mismo, renunciar a uno mismo quiere decir no ponerse como centro de la realidad; quiere decir que la vida cristiana no se determina por criterios humanos (horizontales) sino por los “pensamientos de Dios”. Negarse a uno mismo es, pues, renunciar a constituir el propio juicio, independiente de Dios, como criterio último y absoluto de nuestra vida.

Las tres condiciones del cristianismo decepcionan a muchos...

Lucas 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

Renunciar en Lucas 9:23 se refiere a un acto de fe y de obediencia, que implica dejar de lado el egoísmo y el orgullo, para asumir la voluntad y el propósito de Dios. Es una condición para ser discípulo de Jesús, que requiere un compromiso total y una entrega radical.

Es exactamente la misma palabra la que determina que alguien niega (arneomai) a Jesús como la que se usa de negarse (arneomai) a si mismo como condición de ser un discípulo de Cristo.

A este lado de la puerta tu te auto-revindicas y al otro eres capaz de negarte a ti mismo y reconocer y confesar los méritos de Jesús.