LA ESCUELA DE LA DECEPCIÓN
La decepción es
una emoción dolorosa que se despierta en una persona al incumplirse una expectativa construida, generalmente en torno al comportamiento de otra
persona o en relación con algún acontecimiento. De esta forma, una decepción
siempre ocurre tras esperar […] otra cosa muy diferente.
1 Corintios 13:4-7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene
envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita,
no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
-Un amor decepcionado espera algo que no
llega.
¿Pero porque no llega?... La otra
persona no puede, no sabe o no quiere amar.
1-Si yo espero amor de una persona que no
sabe amarme no debiera decepcionarme por ello.
2-Ahora si sabe amarme y no quiere hacerlo
esto si es DECEPCIONANTE.
-No hay decepción entre los que no tienen ilusión ni
expectativas acerca de personas y objetivos.
-Cuando usted ha escogido a una persona que no puede
amarle, que aún debe aprender a hacerlo y que su capacidad de amar está muy
limitada, bueno fue su decisión, usted sabe que aprender a amar lleva
tiempo, mientras más se decepcione más dificultad tendrá en amar a la persona
que está a su lado.
Pero la confianza en las personas es una de las cosas
más difíciles de restaurar.
!CUANDO LAS EXPECTATIVAS SON MUY ALTAS O
CUANDO LAS PERSONAS NO CUMPLEN CON LO QUE ESPERÁBAMOS, NOS SENTIMOS
DECEPCIONADOS.
… Todos tarde o temprano tendremos que venir a la escuela de la decepción.
Jamás esperes mucho de quienes prometen demasiado, es
mejor estar sorprendido que decepcionado.
Dios jamás te va a decepcionar, pero eso solo lo vamos a saber a ciencia cierta cuando vivimos la decepción en la vida, esta es una etapa inevitable en nuestras vidas y sus lecciones están grabadas con dolor en nuestros corazones, es el duelo por nuestras ilusiones y expectativas desmesuradas o simplemente fracasadas.
LA DECEPCIÓN ES UNA ESCUELA DE
REVALIDA CON UN MAESTRO SORPRENDENTE QUE SE LLAMA DON FRACASO.
A través de los años nos hacemos "imágenes internas" de las personas más queridas de nuestro entorno.
Con el tiempo sucede a veces que la "imagen idealizada" de nuestros seres queridos entra en gran contradicción con los nuevos comportamientos y decisiones "imagen de la nueva realidad"... Nos resistimos a cambiar nuestra "imagen interna"... Nos parece cruel realizar esos cambios y nos resistimos hasta que la lucha nos deja sumidos en el pozo de la tristeza, decepción, enfado, rabia y finalmente tenemos que claudicar abandonando aquella imagen por la de la nueva realidad.
Se generan tres tipos de expectativas:
1-Expectativas propias (nosotros las hemos creado).
2-Expectativas ajenas (no tenemos derecho a crearlas
nosotros).
3-Expectativas inconscientes. (es el resultado
del choque de todas las expectativas en nuestro entorno).
Hace casi 30 años yo lo daba todo por mi Iglesia, mi tiempo, mi dinero, mi trabajo, mi ministerio... creé expectativas demasiado grandes para mi ministerio, demasiado grande sobre la amistad intima de mis compañeros y colaboradores... cada uno de ellos con sus propias expectativas creadas, llegamos a la escuela de la decepción (después de pasar por la guerra del Armagedón eclesial)... yo decepcioné a todos y todos me decepcionaron a mi... ya no importa quien tiene la culpa, sino que todos tenemos que aprender a no crearnos falsas expectativas si no queremos volver a la escuela de la decepción.
EL FRACASO QUE NO FUE (POEÍA) SERGIO SANCHEZ GARRIDO
¿Cómo sabemos quién ama a Dios más que a sus propias expectativas creadas?
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
En esto conocemos que amamos a los hijos de
Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
CONOCER A DIOS, RECIBIR DE DIOS Y AMAR A DIOS... DEPENDE DE QUE GUARDEMOS SUS MANDAMIENTOS.
Según los textos anteriores, amar no se
trata de responder a las expectativas creadas de nadie ni siquiera de nosotros
mismos... se trata de guardar los mandamientos de Dios... nadie que guarda los
mandamientos de Dios decepciona a Dios.
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EL CABALLO Y LAS EXPECTATIVAS
Un granjero tenía un solo caballo. Un día, el
caballo se escapó.
Sus vecinos le dijeron, «Lo siento muchísimo.
Qué mala suerte. Debes estar muy disgustado.»
El hombre simplemente respondió,
«Ya veremos».
Unos días más tarde, el caballo regresó junto a
otros 20 caballos salvajes que le seguían. El hombre y su hijo los metieron a
todos en el establo.
Sus vecinos dijeron, «¡Enhorabuena! Qué buena
noticia. ¡Debes estar muy feliz!»
El hombre simplemente
respondió, «Ya veremos».
Uno de los caballos salvajes le dio una coz al
único hijo del hombre y le rompió ambas piernas.
Sus vecinos dijeron, «Lo siento muchísimo.
Qué mala suerte. Debes estar muy disgustado.»
El hombre simplemente
respondió, «Ya veremos».
El país entró en guerra, y todos los adultos
capaces fueron reclutados para combatir en el frente. La guerra fue terrible y
la mayoría de los jóvenes murieron, pero el hijo del granjero siguió con vida
porque como tenía las piernas rotas no pudo ser reclutado.
Sus vecinos dijeron, «¡Enhorabuena! Qué buena
noticia. ¡Debes estar muy feliz!»
El hombre simplemente
respondió, «Ya veremos».
Cuando creamos
demasiadas expectativas, experimentaremos demasiadas decepciones con sus
disgustos y sufrimientos añadidos.
Lo Que Este Virus Me Enseñó (Single)
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Sin importar donde, nos encontramos en la Biblia,
hallamos fracaso y decepción, un maestro que nos habla muy claro y contundente.
1-Adán y Eva (Genesis 3)
Oír al diablo antes que a Dios ... Nos lleva al
fracaso
2-Caín y Abel (Genesis
4)
No digerir el éxito del otro... Nos lleva al
fracaso
3-Noé y sus hijos (Genesis
9)
Falta de respeto... Nos lleva al fracaso
4-Abraham y Sara (Genesis
16)
No esperar a Dios... Nos lleva al fracaso
5-Lot y sus hijas (Genesis
19)
Emborracharnos... Nos lleva al fracaso
6-Jacob y Esaú (Genesis
27)
El competir la bendición... Nos lleva al
fracaso
7-José y hermanos (Genesis
37)
No digerir los sueños de otro... Nos lleva al fracaso
8-Nadab y Abiú (Levitico
10)
Tener celos en la congregación... Nos lleva al fracaso
9-Aarón y María (Numeros
12)
Criticar matrimonio de otro... Nos lleva al
fracaso
10- Egipto o Canaán (Numeros
14)
El murmurar contra un líder contra quien te
ayuda (Trae consecuencias incluso después del perdón de Dios
v-20-23)... Nos lleva al fracaso
Números 14:20-23
Reina-Valera 1960
Jehová castiga a
Israel
20 Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado
conforme a tu dicho. 21 Mas tan ciertamente como vivo yo,
y mi gloria llena toda la tierra, 22 todos los que vieron
mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han
tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, 23 no verán
la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado
la verá.
Dios tiene derecho a recortar nuestras verdaderas
expectativas…
11-Enfadarnos (Numeros
20)
Mostrar nuestro enfado cuando Dios quiere que
mostremos nuestra fe... Nos lleva al fracaso.
12-Sansón y Dalila (Jueces 16)
Seguir las pasiones... Nos lleva al fracaso
13-Hijos de Samuel (1
Samuel 8)
Avaricia, soborno, injusticias... Nos lleva al
fracaso
14-David y Betsabé (2
Samuel 11)
No estar en primera línea... Nos lleva al fracaso
15-Salomón y su harén (1 Reyes
11)
Por pasiones e idolatría... Nos lleva al fracaso
!No hemos cambiado nada!
Si nuestros predicadores quisieran prepararnos para afrontar
el fracaso y la decepción, no nos hablarían solo del éxito y la prosperidad
sino de cómo afrontar al fracaso y la decepción.
Y así continúa, incluso hasta en el
Nuevo Testamento, donde vemos discípulo tras discípulo e iglesia tras iglesia
marcados por el fracaso y la decepción.
El mensaje uniforme de la Biblia es
que el fracaso y la decepción son una parte inevitable de la experiencia
humana. Imagínate un discurso de graduación o de inauguración con este énfasis
bíblico.
Esto prepararía a nuestros hijos aún
mejor para la vida, particularmente ayudándolos a manejar apropiadamente sus
expectativas.
Pero la confianza en las personas es una de las cosas
más difíciles de restaurar.
!CUANDO LAS EXPECTATIVAS SON MUY ALTAS O
CUANDO LAS PERSONAS NO CUMPLEN CON LO QUE ESPERÁBAMOS, NOS SENTIMOS
DECEPCIONADOS.
-LA DECEPCIÓN ES UNA DESILUSIÓN.
Samuel Hernandez 07 No Ha Sido Facil Pero Estoy De Pie
Esperamos de nuestros amigos en la fe que no adulteren
esa amistad, introduciendo oro entre las piedras del templo, faltando a la
honradez de no abandonar la ética que Dios espera de sus hijos y no comprando a
tus aliados personales que en la hora de la angustia no te van a ayudar.
No esperar nada de nadie y no confiar en nadie es una
postura demasiado pesimista para un creyente. Pero debemos de controlar nuestras
expectativas en los demás.
Los desengaños pasados y las pérdidas de confianza en
líderes religiosos en otro tiempo, puede que ahora hayan hecho un muro de
contención que sea tan triste para nuestra libertad como la mismísima
decepción.
El muro de los resentidos nos puede confinar a una
existencia como personas inaccesibles, paranoicas e injustas con aquellos que
en la actualidad nos rodean.
Hay 5 reductores del efecto DECEPCIÓN
1-Trata de que
tus expectativas dependan de ti.
2-Si no tienes claro qué
esperar de los demás, explícales lo que necesitas. (La mayoría de las decepciones
personales no son otra cosa que errores de comunicación).
3-Acepta que las cosas puedan
cambiar.
4-Practica la empatía (PARA
PODER AYUDAR A UN DECEPCIONADO DEBEMOS DE SENTIR COMO ELLOS).
Ezequiel 3:14-17 Nueva Versión Internacional
(NVI)
14 El Espíritu me levantó y se apoderó de mí, y me fui
amargado y enardecido, mientras la mano del Señor me sujetaba con fuerza. 15 Así
llegué a Tel Aviv, a orillas del río Quebar, adonde estaban los israelitas exiliados, y
totalmente abatido me quedé con ellos durante siete días.
Advertencia a Israel
16 Al cabo de los siete días, el Señor me dijo lo siguiente: 17 «Hijo
de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por tanto,
cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte
Quebar significa “EL GRANDE” se sabe que era un
rio tributario del Éufrates y que no sería tan grande pues parece que era un
pequeño canal que sale y regresa del mismo Éufrates. Lo curioso es que en
hebreo estas palabras significan “CRIBA” Selección que se efectúa entre varias cosas o
personas para separar las que se consideran buenas o apropiadas para algo de
las que no lo son.
La comunidad religiosa en la que
vivía Ezequiel estaba pasando por la criba y solo lo más fino de la harina
formaría parte de la congregación futura que regresaría.
Ezequiel es un profeta que nace en la decepción junto
al rio QUEBAR.
Ezequiel 1:1 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
La visión de la gloria divina
1 Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los
cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi
visiones de Dios.
Ahora Ezequiel el
sacerdote se encuentra exiliado, sin Jerusalén, sin Templo donde ejercer el
oficio para el que había nacido, transmitido de generación en generación.
Ezequiel hijo de Buzzi está junto al río Quebar cerca del río Éufrates, cerca
de Babilonia.
Un pueblo o sociedad que
pierde sus valores está condenada a desaparecer o quedar sometido a valores
ajenos, extraños e impuestos por otros que destruyen los fundamentos, hasta
llegar a un punto de caer bajo dominio o asimilación de otros pueblos y
culturas, por el cual pierden la seña de identidad en que fueron formados.
Ezequiel fue profeta ante
un pueblo decepcionado y decepcionante.
-A veces nos creemos gente de éxito y resulta que el éxito no es por nosotros
sino a pesar de nosotros.
5-Ten expectativas razonables.
La decepción es la sensación de tristeza y
frustración que proviene del fracaso, ya sea de nuestro propio fracaso, el de
otros, o de ambos.
Si organizáramos una conferencia sobre “El
fracaso y la decepción”,
¿crees que alguien asistiría?
Si escribiéramos un libro con ese título,
¿crees que alguien lo compraría?
El fracaso y la decepción no son temas muy
populares. No venden taquillas ni libros. No generan tráfico, como nos aseguran
los mercadólogos de Internet. No nos interesa pensar en nuestros fracasos y
decepciones, y mucho menos escuchar los de otras personas. Vivimos en una
“cultura del éxito” que endiosa el ganar y la realización; sin embargo, todo
eso es tan irreal.
Leer la Biblia es como echarse un balde de
agua fría. El fracaso y la decepción se encuentran en casi cada página.
Reflexionar sobre mi propia vida es que mis
fracasos me han evitado peores fracasos, no sólo por lo que he aprendido a
través de ellos, pero también al enseñar a otros. Esto también lo vemos en la
Biblia. Si las iglesias del Nuevo Testamento no hubieran fracasado tan
miserablemente en muchos aspectos, en nuestras biblias no tuviéramos hoy las
cartas que les fueron enviadas y de las cuales aprendemos y tomamos medidas
para evitar o lidiar con fracasos similares.
¿Cuántas iglesias han evitado caer en el
caos carismático gracias a las cartas a los corintios fracasados?
¿Cuántas iglesias han evitado comprometer la
doctrina de la justificación solo por fe gracias a la carta a los gálatas
fracasados?
¿Cuántas iglesias han sido libradas de la
fiebre de los últimos tiempos gracias a las cartas de Pablo a los
tesalonicenses fracasados?
¿Cuántas iglesias han retornado a su primer
amor gracias a la carta de Cristo a los efesios fracasados en Apocalipsis?
¿Cuántos cristianos han evitado el exceso de
confianza gracias a los fracasos de Pedro?
Podemos mirar a nuestro alrededor y escuchar
las sirenas sonando al lado de los escombros de iglesias y pastores que han
fracasado en permanecer firme en pureza doctrinal y moral.
Notas del libro: “Esperanza en medio de la
decepción”, ESCRITO POR El
Dr. David P. Murray es profesor de Antiguo Testamento y teología práctica en el
Puritan Reformed Theological Seminary en Grand Rapids, Michigan,
y pastor de Grand Rapids Reformed Church publicada por la Tabletalk
Magazine.
Lamentaciones 4:17 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
17 Aun
han desfallecido nuestros ojos esperando en vano nuestro socorro;
En nuestra esperanza aguardamos a una nación que no puede salvar.
¡En el texto masorético, el libro de lamentaciones se
titula! “ékah” («!Cómo...!»).
Todo en el libro es una decepción “UNA TRISTE SORPRESA”.
Los capítulos 1,2 y 4 empiezan con esa expresión
hebrea “COMO”.
Tristezas de Sion la cautiva
LAMENTACIONES 1 !!Cómo ha quedado sola la ciudad populosa!
La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda,
La señora de provincias ha sido hecha tributaria.
Lamentaciones 2 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Las tristezas de Sion vienen de Jehová
2 !!Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sion!
Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel,
Y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su
furor.
Lamentaciones 4 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
El castigo de Sion consumado
4 !!Cómo se ha ennegrecido el oro!
!!Cómo el buen oro ha perdido su brillo!
Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas
de todas las calles.
Hay una triple y triste sorpresa en lo que ha sucedido
a la Jerusalén sitiada en tiempos de Nabucodonosor:
1-Se hace tributaria
2-Se rompe la unidad de sus piedras sagradas para sacar el oro entre ellas.
3-Se descubre que no era puro ni el oro (estaba adulterado) y por eso quedó
ennegrecido a la vista de sus espoliadores.
“Ékah” es una exclamación de incredulidad, de
pasmo, de una incapacidad absoluta de saber cómo encajar el desastre, cómo
asimilarlo o explicarlo de tal manera que uno pueda seguir adelante con su
vida.
Como todas las tragedias humanas al final se acaban
por parecer, quizá una analogía del efecto aquí sería la frase inolvidable de
uno de los que sobrevivieron el ataque terrorista a la estación de ferrocarril
de Atocha, en Madrid, el 11 de marzo de 2004. Para describir el estupor de los
sobrevivientes, dijo que su deambular por los andenes de la estación parecía
«un baile de sonámbulos».
Este es, más o menos, el estado mental que expresa la
exclamación con que abren estos tres capítulos de Lamentaciones.
La realidad de las comunidades religiosas como
Jerusalén deben de ajustarse a dos cosas para intentar no repetir el fracaso y
la decepción.
1-No desoír las ADVERTENCIAS DE DIOS acerca de la
moral que señala nuestra santidad y nos distingue.
2-No olvidar las consecuencias de nuestra ind-
ependencia de criterios con relación a Dios son
inimaginablemente trágicas.
Cuando pecamos, perdemos el compañerismo del Espíritu Santo y sentimos el
desaliento que producen las consecuencias del pecado y la separación del Señor,
sólo tenemos dos posibilidades: Una es esconder nuestros pecados, lo cual
hacemos generalmente culpando a otros, desligándonos de toda responsabilidad o
siendo deshonestos y negando que hayamos hecho nada malo. La otra posibilidad
es volvernos humildes, arrepentirnos y comenzar el proceso de reconciliarnos
con el Señor.
Del fracaso algunos aprendemos, aunque a veces hemos
repetido el mismo error y hemos decepcionado a los que nos siguen:
Abraham mintió dos veces para proteger a Sara.
Jacob que sufrió el problema de favoritismo familiar
lo reprodujo en su propia familia.
La Iglesia de Corinto admitía la inmoralidad (1
Corintios 5) Y MANTENIA LA DISCIPLINA incluso después del arrepentimiento (2
Corintios 2:5-11).
Uno de los problemas con las constantes
historias de éxito que se nos venden hoy día es el mensaje de que el éxito es
para todos y todos serán exitosos. Eso da como resultado la realidad de que
nadie está preparado cuando el éxito nunca hace acto de presencia y en cambio
es el fracaso que continuamente visita. Consciente de este desequilibrio.
Johannes Haushofer de la Universidad de Princeton publicó en Twitter una
lista de todos sus fracasos.
Hizo esto “en un intento de buscar cierto equilibrio y animar así a otras
personas a continuar esforzándose aún frente al fracaso.” Él dice: “La mayoría de las cosas que intento fracasan”, pero esos fracasos suelen ser invisibles, mientras
que los éxitos son visibles. He notado que esto a veces les da a otros la
impresión de que la mayoría de las cosas me salen bien”.
La Biblia publica la lista de fracasos de
prácticamente todos sus personajes. Algunos hasta publican sus propios fracasos
en los SALMOS.
El compartir los fracasos
de estos hombres nos motiva a ser honestos y abiertos en cuanto a nuestras
propias vidas. Dejemos a un lado las historias de éxito que el mundo nos cuenta
para seguir el ejemplo bíblico de autenticidad valiente al compartir con otros
creyentes las altas y bajas de nuestras vidas.
Finalmente, el fracaso me evita fracasos
mayores y me prepara para el éxito.
ABRAHAM LINCOLN EN CIFRAS
Esta es su historia de
fracaso en fracaso hasta…. llegar a presidente de EE.UU en 1860 (cuando tenía
51 años)
7 años – Tuvo que empezar a trabajar para ayudar
al sostenimiento de su familia después que tuvieron que abandonar su casa.
9 años – Su madre murió.
22 años – Fracasó en sus negocios.
23 años – Fue derrotado en las elecciones de
Legislador. No pudo entrar a la Facultad de Derecho.
24 años – Se declaró en bancarrota y pasó 17
años pagando deudas a sus amigos.
25 años – Fue derrotado nuevamente en las
elecciones de Legislador.
26 años – Cuando estaba a punto de casarse, su
novia falleció y quedó con el corazón destrozado.
27 años – Tuvo una crisis nerviosa y pasó 6
meses en cama.
29 años – Fue derrotado en las elecciones para
Representante del Estado.
31 años – No pudo formar parte del Colegio
Electoral.
34 años – Derrotado en las Elecciones al
Congreso.
37 años – Derrotado nuevamente en las Elecciones
al Congreso.
39 años – Derrotado por tercera vez en las
Elecciones al Congreso.
40 años – No fue aceptado para un trabajo como
alto funcionario de su Estado.
45 años – Derrotado en las Elecciones para el
Senado.
47 años – Derrotado en las Elecciones del
Partido Republicano para candidato a vicepresidente del País. (Obtuvo menos de
100 votos.)
49 años – Derrotado nuevamente en las Elecciones
para el Senado.
51 años – Abraham
Lincoln es ELEGIDO PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA
Nadie que persevera en lo que hace es un fracasado... Fracaso es el éxito en el que no se persevera.
Los fracasos son parte de la vida y suceden a todo el mundo, siéntate y escucha a D. Fracaso en la escuela Decepción.
Busca los errores, esos pequeños detalles que cambian
las cosas y aprende de ellos.
Mira hacia delante y no hacia atrás.
Planifica una nueva intentona partiendo de donde estas
ahora y no de donde estabas ayer.
No te quejes y no culpes a otros aun cuando han podido
desviarte de tus objetivos.
Hazte único responsable de tu nuevo proyecto.
Si tus principios no tienen la culpa entonces es que
tú no fracasaste.