COMEZON DE OIR
Comezón de oír se trata de la tendencia que
hay en algunas personas de buscarse maestros que le digan lo que ellos quieren oír
y no que les enseñen la sana doctrina.
“Pues vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que,
teniendo comezón “PRURITO” de oír, se amontonarán
maestros conforme a sus propias pasiones, y
apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo,
soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. 2
Timoteo 4:3-5.
La comezón de oír es una forma
de engañarse a sí mismo y de alejarse de la voluntad de Dios. Por eso, la
Biblia nos exhorta a ser prudentes, a escuchar con atención, a examinar las
Escrituras, y a poner nuestra fe en Dios y no en los hombres.
La Biblia
dice que la comezón de oír es una actitud de quienes no soportan la sana
doctrina, sino que buscan maestros que les digan lo que quieren oír, conforme a
sus propios deseos y pasiones. La comezón de
oír se nutre de las pasiones humanas, se desvía de la verdad, da entrada a las
fábulas y mentiras, y se opone a la palabra de Dios.
“PRURITO” es un termino que se usa en
medicina para cierta enfermedad de la piel que mientras mas te arrascas más se
complica y duele.
Comezón
de oír produce un rechazo a la sana doctrina mirándola como sin sentido y como
un proceso de perdida de cosas nuevas por experimentar.
Comezón de
oír atrae montones de “maestros” que producen la última novedad.
¿Puede cansar
oír la verdad?
Desde una perspectiva psicológica, oír la verdad puede cansar si implica enfrentarse a aspectos de
la realidad que son dolorosos, difíciles o que contradicen nuestras creencias o
expectativas. En estos
casos, puede haber una resistencia a aceptar la verdad, o una necesidad de
procesarla y adaptarse a ella, lo que puede generar estrés, ansiedad o
depresión.
Desde una perspectiva ética, oír la verdad puede cansar si supone una carga moral o una
responsabilidad que no estamos dispuestos a asumir. Por ejemplo, si alguien nos revela un secreto, una
injusticia o una situación que requiere nuestra intervención, podemos sentirnos
incómodos, culpables o presionados a actuar de una determinada manera.
Desde una perspectiva
epistemológica, oír la verdad puede cansar si implica cuestionar o revisar nuestro
conocimiento o nuestra comprensión del mundo. Por ejemplo, si nos enfrentamos a
una teoría científica, una evidencia histórica o una opinión diferente que
desafía nuestra visión, podemos experimentar una sensación de confusión, duda o
curiosidad .
EL ARBOL DE
LO NUEVO Y LO VIEJO
Un día, un
maestro zen llevó a su discípulo a dar un paseo por el bosque. Mientras
caminaban, el maestro señaló un árbol y le preguntó al discípulo: “¿Qué ves?”.
El discípulo
respondió: “Veo un árbol”.
El maestro le dijo: “Mira de nuevo”.
El discípulo miró más de cerca y vio que el árbol estaba lleno de
vida. Había pájaros anidando en sus ramas, insectos que se arrastraban por su
corteza y pequeñas plantas que crecían a su alrededor.
El maestro le dijo: “Este árbol ha estado aquí durante muchos años,
y ha visto muchas cosas. Ha sido testigo de la vida y la muerte, la alegría y
el dolor. Siempre está cambiando, pero siempre es el mismo. Si puedes aprender
a ver el mundo de esta manera, nunca te aburrirás”.
La moraleja de la historia es que buscar novedades continuamente puede impedirnos disfrutar de lo que ya tenemos y llevarnos a perder de vista lo que realmente importa en la vida
Jeremías
29:11Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de
vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que
esperáis.
Proverbios
23:17-18 No tenga tu corazón envidia de los pecadores,
Antes
persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;
18 Porque
ciertamente hay fin,
Y tu esperanza
no será cortada.
Ahora bien,
la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. (Hebreos
11:1)
Pon tu
esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor! (Salmo
27:14)
Comezón de oír se nutre de las pasiones humanas.
Las
pasiones humanas son las emociones o impulsos que nos inclinan a actuar o a no
actuar según lo que percibimos como bueno o malo. Algunas pasiones son el amor,
el odio, los celos, la envidia, el poder, la venganza, etc. Las pasiones pueden ser fuente de alegría y significado en la vida, pero
también de sufrimiento y conflicto.
Santiago 5:17 Elías era
hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró
fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años
y seis meses.
Las
pasiones de Elías se refieren a su fe y su celo por Dios, que lo llevaron a
enfrentarse al rey Acab y a los profetas de Baal. Elías era un hombre sujeto a
pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese,
y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
Elías demostró que confiaba en el poder de Dios y que quería que el pueblo de
Israel se arrepintiera de su idolatría. Sin embargo, Elías también tuvo momentos de debilidad y miedo, como
cuando huyó de la reina Jezabel y se escondió en una cueva. Una de
las cosas que tenemos que aprender es el cuidado de Dios cuando nos ve muy
afectados.
Comezón de oír se desvía de la verdad y entra en las medias verdades
para luego aterrizar en el
terreno de la mentira.
2 Tesalonicenses 2:11-12 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
- No darás
falso testimonio contra tu prójimo. (Éxodo 20:16)
- Los
labios mentirosos son abominación al SEÑOR, pero los que obran fielmente
son su deleite. (Proverbios
12:22)
- Ustedes
son de su padre el diablo y quieren hacer los deseos de su padre. Él fue
un asesino desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no
hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza,
porque es mentiroso y el padre de la mentira. (Juan 8:44)
- Por
tanto, dejando a un lado la falsedad, HABLAD VERDAD CADA CUAL CON SU
PROJIMO, porque somos miembros los unos de los otros. (Efesios 4:25)
- No
mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre
con sus {malos} hábitos, y os habéis vestido del nuevo {hombre,} el cual
se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de
aquel que lo creó. (Colosenses 3:9-10)
¿Por qué creemos las mentiras a pesar de las verdades obvias?
Se nos sugieren varias respuestas muy interesantes:
1-
La expectativa de que la información sea
coherente con lo que ya se sabe o se desea.
Una persona
que es fanática de un equipo de fútbol puede creer que su equipo va a ganar el
próximo partido, aunque las estadísticas digan lo contrario, porque espera que
así sea y porque tiene una visión sesgada de la realidad.
2-
La motivación de que la información sea
favorable a los propios intereses, valores o identidad.
Una persona
que quiere bajar de peso puede creer que una dieta milagrosa le va a ayudar a
conseguirlo, aunque no tenga evidencia científica, porque le motiva la idea de
lograr su objetivo sin mucho esfuerzo y porque le conviene que sea verdad.
3-
La repetición de la información, que la hace
más familiar y creíble, incluso si es falsa o absurda.
Una persona
que escucha constantemente que una vacuna es peligrosa o que una elección fue
fraudulenta puede creerlo, aunque no haya pruebas al respecto, porque la
repetición le hace pensar que es algo común y aceptado, y porque le cuesta
distinguir entre la verdad y la mentira
LA
MANIPULACION DE LA MENTIRA
Exagerar las características
Ocultar o minimizar la información
sobre el precio, las condiciones ETC
Inventar o falsear testimonios,
referencias, datos o evidencias que respalden la oferta
Presionar o amenazar al cliente con
falsas urgencias,
Prometer o garantizar resultados o
soluciones que no se pueden cumplir
EL DAÑO QUE HACE LA MENTIRA
- Dañar la
confianza y la credibilidad de las personas, las instituciones y los
medios de comunicación, lo que dificulta la comunicación, la cooperación y
la convivencia.
- Generar
confusión, desinformación y manipulación, lo que impide el acceso
a la verdad, el conocimiento y la educación.
- Crear
división, polarización y conflicto, lo que fomenta el odio, la intolerancia y
la violencia.
- Perjudicar
la salud mental y emocional de las personas, lo que produce estrés,
ansiedad, depresión, culpa, vergüenza o miedo.
- Afectar
la autoestima y la identidad de las personas, lo que implica una
pérdida de valores, principios y sentido de la realidad.
- Daño
emocional: las
mentiras pueden generar sentimientos negativos como tristeza, decepción,
culpa, rabia, miedo o ansiedad, tanto en el que miente como en el que es
engañado. Además, pueden afectar la autoestima, la confianza y el respeto
propio y ajeno.
- Daño
relacional: las
mentiras pueden deteriorar la comunicación, la intimidad y la fidelidad
entre las personas, y provocar conflictos, rupturas o traiciones. También
pueden dificultar la formación de vínculos sanos y duraderos, basados en
la sinceridad y la lealtad.
- Daño cognitivo: las mentiras pueden alterar la percepción, el pensamiento y la memoria de las personas, y hacerles confundir la realidad con la ficción. También pueden impedir el aprendizaje, el razonamiento y el juicio crítico, y favorecer el autoengaño, la ilusión o la paranoia.
- Daño social: las mentiras
pueden generar desinformación, manipulación y propaganda, y afectar la
opinión pública, la democracia y los derechos humanos. También pueden
fomentar la corrupción, la violencia y la injusticia, y perjudicar el
bienestar colectivo.
EL INFUNDIO
Una persona
que lee una noticia falsa en un medio de comunicación que considera fiable o en
una red social donde tiene muchos contactos puede creerla, aunque no tenga
verificación, porque confía en la fuente que le proporciona la información, y
porque le influye la opinión de los demás .
Había una vez
una cebra que vivía feliz en la sabana con sus amigos los animales. Un día,
mientras jugaba con un elefante, se manchó el lomo de barro. El elefante le
dijo que no se preocupara, que el barro se secaría y se caería solo. La cebra
siguió jugando sin darle importancia.
Pero al poco rato, pasó por allí una jirafa, que al ver la mancha de
barro en el lomo de la cebra, se sorprendió y le preguntó qué le había pasado.
La cebra le explicó que era solo barro y que se le quitaría pronto. La jirafa
asintió y se fue, pero no sin antes comentarle a un avestruz lo que había
visto.
El avestruz, al oír la historia de la jirafa, se quedó intrigada y
fue a ver a la cebra. Al ver la mancha de barro en el lomo de la cebra, se
asustó y le preguntó si le dolía. La cebra le dijo que no, que era solo barro y
que no tenía importancia. El avestruz se tranquilizó y se fue, pero no sin
antes contarle a un león lo que había oído.
El león, al escuchar el relato del avestruz, se alarmó y fue a
buscar a la cebra. Al ver la mancha de barro en el lomo de la cebra, se enfadó
y le preguntó quién le había hecho eso. La cebra le respondió que nadie, que
era solo barro y que no pasaba nada. El león no le creyó y se fue, pero no sin
antes avisar a un rinoceronte de lo que había visto.
El rinoceronte, al saber la noticia del león, se indignó y fue a
enfrentarse a la cebra. Al ver la mancha de barro en el lomo de la cebra, se
burló y le preguntó si se había pintado así para parecer más bonita. La cebra
le contestó que no, que era solo barro y que se le caería enseguida. El
rinoceronte no le hizo caso y se fue, pero no sin antes difundir entre todos
los animales lo que había descubierto.
Así fue como la mancha de barro en el lomo de la cebra se convirtió
en un infundio que corrió de boca en boca por toda la sabana. Los animales
empezaron a murmurar, a criticar y a rechazar a la cebra, que no entendía por
qué la trataban así. La cebra se sintió tan triste y sola que decidió irse a
otro lugar donde la aceptaran tal como era.
Y así termina el cuento del infundio, que nos enseña que no debemos
creer todo lo que nos dicen, ni decir cosas que no son ciertas, porque podemos
hacer daño a los demás y a nosotros mismos.
En lo espiritual, la comezón de oír es una actitud de quienes no soportan
la sana doctrina, sino que buscan maestros que les digan lo que quieren oír,
conforme a sus propios deseos y pasiones
Comezón de oír Da entrada a las fábulas y no a los principios
inconmovibles.
Hay 4 tipos de fabulas
denunciadas por Pablo:
1
Timoteo 1:4 ni presten atención a fábulas y genealogías
interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es
por fe, así te encargo ahora.
La fábula de las genealogías interminables y las fábulas
judaicas se podría equiparar con las teorías conspirativas, que promueven
cuestiones sin fundamento y que se oponen a la verdad del evangelio. Por ejemplo,
algunas personas creen que el coronavirus es un invento de algún gobierno o de
alguna secta, y que la vacuna es una forma de controlar o dañar a la población
1 Timoteo 4:7 Desecha
las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;
La fábula de las fábulas profanas y de viejas se podría
equiparar con las supersticiones, que son creencias irracionales y sin sentido,
que no tienen nada que ver con la piedad y la sana doctrina. Por ejemplo, algunas personas creen
que si se rompe un espejo, se tendrá mala suerte por siete años, o que si se
pasa por debajo de una escalera, se atraerá el mal
Tito
1:14 no atendiendo
a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
Tito 3:9 Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.
La fábula de las fábulas y genealogías fabulosas se podría
equiparar con las falsas doctrinas, que son invenciones humanas que se oponen a
la verdad, y que causan disputas y contiendas. Por ejemplo, algunas personas creen que hay que guardar ciertos días,
ritos o tradiciones, y que eso les hace más salvos o más santos que los demás.
2
Pedro 1:16 Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida
de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo
visto con nuestros propios ojos su majestad.
La fábula de las fábulas
artificiosas se podría equiparar con las noticias falsas, que son mentiras
inventadas para engañar y seducir a los incautos, y que contradicen el
testimonio de los apóstoles y de las Escrituras. Por ejemplo, algunas personas
creen que Jesús no murió en la cruz, sino que se casó con María Magdalena y
tuvo hijos, o que el apóstol Pablo era un impostor que cambió el mensaje de
Jesús.
Comezón de oír es como la
ebriedad, va de un lado al
otro del camino y pierde la sobriedad.
- La
superstición de la prosperidad: esta superstición consiste en creer que
Dios premia a los fieles con riqueza, salud y éxito, y que la pobreza, la
enfermedad y el fracaso son signos de falta de fe o de pecado. Esta superstición se basa en una interpretación
errónea de algunos textos bíblicos, y se opone al mensaje de Jesús, que
nos llama a compartir con los necesitados, a confiar en la providencia de
Dios y a tomar nuestra cruz.
- La
superstición del fin del mundo: esta superstición consiste en creer que
podemos predecir el día y la hora del regreso de Cristo, y que debemos
estar atentos a las señales apocalípticas que anuncian el fin de los
tiempos. Esta superstición se basa en una lectura literal y
especulativa de algunos textos proféticos, y se olvida de la advertencia
de Jesús, que nos dice que nadie sabe el día ni la hora, y que debemos
estar siempre preparados.
- La
superstición de la magia: esta superstición consiste en creer que podemos
manipular o influir en la voluntad de Dios o de los demás, usando objetos,
rituales, palabras o gestos mágicos. Esta superstición se basa en una
mezcla de creencias paganas y cristianas, y se contradice con el
mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a
nosotros mismos .
Estas son algunas de las
supersticiones introducidas en los tiempos modernos en nuestras doctrinas, pero
hay muchas más, y dependen de la cultura, la tradición y la educación de cada
uno. Lo que sí parece claro es que estas supersticiones son un peligro para la
fe y la verdad, y que debemos alejarnos de ellas y aferrarnos a la palabra de
Dios.
Comezón de oír ataca, ridiculiza y se mofa de quienes
abrazan la sana doctrina.
- Por inseguridad:
los creyentes más supersticiosos pueden sentirse amenazados o cuestionados
por los creyentes más equilibrados, que tienen una fe más razonada y menos
dependiente de ritos, objetos o fórmulas mágicas. Los creyentes más supersticiosos pueden atacar para
defender su posición o para reafirmar su identidad.
- Por ignorancia:
los creyentes más supersticiosos pueden desconocer o malinterpretar las
enseñanzas de la Biblia, de la iglesia o de la tradición, y basarse en
creencias populares, falsas o distorsionadas. Los
creyentes más supersticiosos pueden atacar por falta de conocimiento o de
criterio
- Por fanatismo: los
creyentes más supersticiosos pueden tener una actitud intolerante,
dogmática o violenta hacia los que no comparten su forma de creer o de
practicar la religión. Los creyentes más supersticiosos pueden atacar por
arrogancia, por odio o por miedo
Comezón de oír deja de cumplir
el ministerio porque va de un modelo a otro, un proyecto a otro, cuando llega algo novedoso desecha lo
empezado para probar algo más.
Mucha culpa del cansancio de la
congregación por oír la verdad de debe al contenido manipulado de las
predicaciones y enseñanzas:
·
Rechaza la auto negación y menosprecia la cruz, porque va en búsqueda del trono y la exaltación.
·
Proclama un mensaje ligero, sin mucho compromiso o demanda.
·
Se enfoca en eventos y no en procesos de largo plazo.
·
Rechaza el crecimiento orgánico porque es lento y busca el crecimiento espumoso porque el “resultado” es inmediato.
·
Los Maestros de la comezón de oír son aplaudidos por
el mundo. No son rechazados por este sistema.
·
Se comparte lo que la
“carne y sangre” quiere oír y no lo que Dios quiere decir.
Discernimiento espiritual es el
recurso de Dios para su pueblo a fin de que sepa escoger entre la sana doctrina
y la comezón de oír.
La decisión es nuestra y la paz
interna puesta por Dios nos da la seguridad de que en estos últimos tiempos
tendremos que aferrarnos a la verdad divina y desechar los “empaques vistosos”
pero que dejan un sabor amargo en nuestras almas.
“El ciego y el elefante”
Es una fábula de origen indio que
muestra cómo diferentes personas pueden tener visiones parciales y equivocadas
de la realidad, y cómo el diálogo y la humildad pueden ayudar a ampliar la
perspectiva y a acercarse a la verdad. Te lo voy a contar con mis propias
palabras:
Había una vez un rey que quería hacer un experimento con seis
hombres ciegos que vivían en su reino. Les mandó llamar y les dijo que les iba
a mostrar un animal extraordinario que se llamaba elefante. Les llevó a un
lugar donde había uno, y les dijo que lo tocaran y que le dijeran qué les
parecía.
El primer ciego tocó el costado del elefante, y dijo: “El
elefante es como una pared, grande y lisa”. El segundo ciego tocó el colmillo
del elefante, y dijo: “El elefante es como una lanza, afilada y dura”. El
tercer ciego tocó la trompa del elefante, y dijo: “El elefante es como una
serpiente, larga y flexible”. El cuarto ciego tocó la pata del elefante, y
dijo: “El elefante es como un árbol, grueso y fuerte”. El quinto ciego tocó la
oreja del elefante, y dijo: “El elefante es como un abanico, ancho y fino”. El
sexto ciego tocó la cola del elefante, y dijo: “El elefante es como una cuerda,
delgada y áspera”.
Entonces, el rey les preguntó: “¿Qué es el elefante?”. Cada
ciego respondió según lo que había tocado, y empezaron a discutir entre ellos,
defendiendo su propia versión y negando la de los demás. El rey se rió de
ellos, y les dijo: “Todos estáis equivocados, y todos tenéis algo de razón. El
elefante es todo eso que habéis dicho, y mucho más. Pero como solo habéis
tocado una parte, no podéis conocerlo todo. Si queréis saber la verdad, tenéis
que escucharos los unos a los otros, y juntar vuestras experiencias”.
Los ciegos se dieron cuenta de su error, y se sintieron
avergonzados. Reconocieron que habían sido fanáticos, ignorantes e inseguros, y
que por eso habían juzgado mal al elefante. Decidieron seguir el consejo del
rey, y se pusieron a dialogar y a compartir sus impresiones, tratando de
comprender el punto de vista de los demás. Así, poco a poco, fueron formándose
una idea más completa y precisa del elefante, y se sintieron más felices y
sabios.
Y así termina el cuento del ciego y el elefante, que nos enseña
que la verdad es compleja y diversa, y que no podemos pretender poseerla solo
con nuestra visión limitada y subjetiva. También nos enseña que el fanatismo,
la ignorancia y la inseguridad nos impiden conocer la realidad, y que el
diálogo y la humildad nos ayudan a descubrir la verdad.