EL DICHO Y LA ENSEÑANZA DE DIOS
A lo largo de las Escrituras, Dios se comunica con su pueblo de maneras
diversas y profundas. En hebreo, dos verbos revelan esta riqueza: “Vayomer” (dijo) y
“Vayedaber” (habló).
Cuando traducimos “Vayomer” como “dijo” y “Vayedaber”
como “habló” (así lo traducen la mayoria de las biblias), perdemos el alma del texto. No es solo lo
que Dios comunica, sino cómo lo hace y que tono usa...
Vayomer es el susurro que revela propósito.
Vayedaber
es la palabra firme que forma carácter.
Debemos escuchar no solo las palabras de Dios, sino el
tono con que las dice.
Porque el tono
nos enseña cómo responder
- Si Dios
susurra, respondemos con adoración.
- Si Dios
instruye, respondemos con obediencia.
Porque el tono nos sana
Muchos creyentes viven bajo un tono equivocado:
o
Si solo escuchan Vayedaber,
sienten que la fe es una carga.
o Si solo buscan Vayomer, se pierden en emociones sin dirección.
Ambos verbos parecen iguales pero tienen tonos muy distintos, uno revela su ternura (vayomer), y el otro su autoridad (vayedaber).
El maestro y el alumno
Un maestro tenía un alumno brillante pero
inseguro. Un día, el alumno cometió un error grave en clase. El maestro se
acercó y le dijo:
“¿Qué has hecho?” —con tono severo, ceño
fruncido, voz cortante.
El alumno bajó la cabeza, temblando. Se
sintió humillado, incapaz, y dejó de participar durante semanas.
Tiempo después, el maestro recordó ese
momento y decidió hablar con él de nuevo. Esta vez, se acercó con una sonrisa
suave, puso la mano en su hombro y repitió las mismas palabras:
“¿Qué has hecho?” —con tono curioso, cálido,
abierto.
El alumno levantó la mirada, se sintió
escuchado, y respondió con honestidad. A partir de ese día, volvió a brillar.
Moraleja
El mensaje era el mismo. Las palabras eran
idénticas. Pero el tono cambió el resultado: de
la vergüenza al aprendizaje, del miedo a la confianza.
Este cuento se usa en pedagogía para mostrar que el
tono es el alma del mensaje. En la Biblia, esto se refleja en la diferencia
entre Vayomer (susurro revelador) y Vayedaber (instrucción
firme).
No solo importa lo que decimos, sino cómo lo
decimos. Y cuando Dios habla, su tono revela su intención: formar, consolar,
corregir o llamar.
· Un mensaje predicado con tono Vayomer puede
sanar, consolar, despertar vocaciones.
· Un mensaje predicado con tono Vayedaber puede corregir, formar, establecer convicciones.
· Si el predicador solo usa Vayedaber,
puede parecer duro, distante, legalista.
· Si solo usa Vayomer, puede parecer blando, evasivo, emocional
sin dirección.
·
Vayomer es como regar
la tierra antes de sembrar.
·
Vayedaber es como plantar
la semilla con firmeza.
Un predicador sabio sabe cuándo susurrar y cuándo proclamar.
Sabe cuándo acariciar el alma y cuándo despertar la
conciencia.
Escuchar el tono de lo que Dios dice o habla es tan importante como escuchar las palabras mismas, porque el tono revela la intención del corazón divino, el propósito del mensaje, y la forma en que debemos recibirlo. En la Biblia, el tono no es decorativo: es revelación pedagógica.
El texto hebreo nos ayuda a distinguir cuándo Dios está inspirando y cuándo está formando.
Aunque ambos implican palabra divina, su tono y propósito difieren.
Vayomer es
revelación: suave, inspiradora, como el susurro del viento que guía al corazón.
VAYOMER (וַיֹּאמֶר) — El susurro que revela
- En
español: “Dijo”
- En
hebreo: Revelación suave, íntima, creadora
Matices que no se traducen directamente:
- Es una
palabra breve, directa, personal.
- Se usa
cuando Dios revela, inspira, llama.
- No
impone, despierta.
- Es el
lenguaje de la vocación, la bendición, la proximidad.
Ejemplo:
“Y dijo Dios: Sea la luz…” (Génesis
1:3) → No es una orden legal, es una manifestación
creadora.
Génesis 12:1 — “Y dijo el Señor a Abram: Vete…” → Un llamado
íntimo, sin estructura legal, pero lleno de destino.
El tono de Dios es que no es un llamado gravoso sino un privilegio que agrada a Abraham
Vayedaber es
instrucción: firme, clara, como el muro que protege lo sagrado.
VAYEDABER (וַיְדַבֵּר) — La instrucción que forma
- En
español: “Habló”
- En
hebreo: Discurso firme, estructurado, normativo
Matices que no se traducen directamente:
- Es una
palabra formal, extensa, autoritaria.
- Se usa
cuando Dios establece leyes, pactos, mandamientos.
- No
revela, estructura.
- Es el
lenguaje de la ética, la comunidad, la responsabilidad.
Ejemplo:
“Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Estas son las fiestas…” (Levítico 23:1-2)
→ Aquí Dios NO inspira, instruye. No llama, convoca.
Génesis 17:3-10 — “Y habló Dios con él, diciendo…” → El pacto de la circuncisión, lleno de
detalles, obligaciones y símbolos.
Cuando Dios dice (Vayomer), revela.
Cuando habla (Vayedaber), instruye.
“Vayomer es la palabra que no golpea, sino que despierta. Es el eco de la luz antes de que exista.”
Los sabios rabinos hebreos nos
dicen que la diferencia entre "Vayomer" y
"Vayedaber" es que este último es un tipo de discurso más duro, el primero es un tipo de discurso mucho más suave.
Para dar un ejemplo, cuando
quiero que mis hijos hagan sus camas y limpien antes de salir de la casa por la
mañana, les digo: "¿Podrías hacer tu cama por FAVOR?" Eso es 'Vayedaber'. Cuando les digo "Ve a tomar un
bocadillo", eso es 'Vayomer'. Lo aceptarán fácilmente.
Si la persona, que se supone que
es el líder y maestro, siente que su suerte es difícil, entonces no puede ser un ministro efectivo. Para entregar una herencia a alguien, uno
debe sentirse privilegiado, en lugar de agobiado. Si el líder siente que todas las cosas que la biblia pone sobre él son
una carga en lugar de un privilegio, entonces no puede ser el líder espiritual
que queremos que sea.
Por esa razón Dios a los
sacerdotes les habla sus instrucciones en el tono 'Vayomer'...
Levítico 21:1 Jehová dijo a
Moisés: Habla Vayomer a los sacerdotes hijos de Aarón, y
diles que no se contaminen por un muerto en sus pueblos.
Aunque parezca difícil, deben aceptarlo y sentir
que es fácil.
Mientras
que al pueblo de Israel se les habla en el tono 'Vayedaber'...
El ministro efectivo debe sentir que es un 'Vayomer'. Es difícil, pero es un
privilegio. Sí, todos podemos tener nuestros momentos en los que sentimos que
es demasiado, pero solo deberían ser momentos. Esa no debe ser la forma en que
siempre somos.
Levítico 23:1-2 Habló (Vayedaber)Jehová a Moisés, diciendo:
2 Habla
(Daber) a
los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales
proclamaréis como santas convocaciones, serán estas:
En Levítico 23:1-2, el uso
de “Vayedaber” seguido de “Daber” marca un tono de autoridad
normativa, propio de las instrucciones legales y rituales que
rigen la vida del pueblo. Este pasaje es un ejemplo claro de cómo el verbo “Vayedaber” señala
que lo que sigue no es una sugerencia ni una revelación suave, sino una orden divina vinculante.
Este estudio explora cómo Dios no solo inspira, sino también establece
límites. Cómo su palabra no solo enciende visiones, sino que también las
sostiene. Así como un jardín necesita luz para florecer y cercos para
mantenerse, nuestra vida espiritual requiere
tanto el dicho que revela como la enseñanza que forma.
A través de pasajes bíblicos, reflexiones simbólicas y ejemplos prácticos,
descubriremos cómo recibir la palabra de Dios en sus dos dimensiones: como semilla que brota y como cerca que guarda.
EXODO 6: 1-2 2 Habló Vayedaber todavía Dios a Moisés, y le dijo vayomer: Yo soy
JEHOVÁ.
3 Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi
nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos.
Vayomer Es una palabra corta son frases breves, declaraciones simples y directas.
Más íntimo, misericordioso, directo y creativo.
Vayedaber Son discursos formales, mandatos extensos. Instrucciones
detalladas llenas de simbolismos y obligaciones que serian una carga legal
sobre ellos.
El Jardín y el Muro
Había una vez un hombre llamado
Elías que heredó un terreno amplio y fértil. Soñaba con convertirlo en un
jardín lleno de vida, colores y aromas. Cada mañana salía con su cuaderno, se
sentaba bajo un árbol, y escuchaba el viento. Sentía que Dios le hablaba en
susurros suaves: “Planta rosas aquí”, “Deja espacio para los lirios”,
“Permite que el sol toque este rincón”. Estas palabras lo llenaban de
gozo. Eran como Vayomer: revelación
pura, inspiración divina. El jardín comenzó a florecer con belleza inesperada.
Pero con el tiempo, aparecieron
zorros que cavaban entre las raíces, y vecinos que cruzaban sin permiso,
pisando los brotes. Elías se frustró. “¿Por qué se arruina lo que Dios me
inspiró?”, preguntó.
Una noche, mientras oraba, sintió
una voz distinta. No era suave como el viento, sino firme como piedra: “Levanta un
muro. Traza límites. Protege lo que te di.”
Al principio dudó. ¿No era eso
contrario al espíritu libre del jardín? Pero obedeció. Construyó un muro bajo,
con una puerta abierta, y colocó señales claras. Desde entonces, el jardín no
solo floreció, sino que se mantuvo firme. La belleza tenía estructura. La
inspiración tenía dirección.
Moraleja
La palabra de Dios no solo inspira como Vayomer, también instruye como Vayedaber. El jardín
necesita revelación para florecer, pero también límites para permanecer.
La idea
de que Dios creó el universo con 10 palabras proviene de una interpretación
simbólica del relato bíblico de la creación en Génesis. Las “10 palabras” se
refieren a las 10 veces que aparece la frase “Y dijo Vayomer
Dios…” en ese capítulo 1 del Génesis.
Estas son:
1.
(Vayomer) “Sea la luz” –
Creación de la luz (Génesis 1:3)
2.
(Vayomer) “Haya expansión en medio de las
aguas” – Separación de
aguas (Génesis 1:6)
3.
(Vayomer) “Júntense las aguas debajo de los
cielos” – Formación de
tierra seca (Génesis 1:9)
4.
(Vayomer) “Produzca la tierra hierba verde” – Vegetación (Génesis 1:11)
5.
(Vayomer) “Haya lumbreras en la expansión de
los cielos”
– Sol, luna y estrellas (Génesis 1:14)
6.
(Vayomer) “Produzcan las aguas seres vivientes” –
Animales acuáticos (Génesis 1:20)
7.
(Vayomer) “Produzca la tierra seres
vivientes” – Animales terrestres (Génesis 1:24)
8.
(Vayomer) “Hagamos al hombre a nuestra
imagen” – Creación del
ser humano (Génesis 1:26)
9.
(Vayomer) “He aquí que os he dado toda
planta” – Provisión para el hombre (Génesis 1:29)
10. (Vayomer) “Sean fructíferos y multiplicaos” –
Bendición y mandato (Génesis 1:28)
Cada “Y dijo
Dios” no solo crea algo físico, sino que manifiesta un aspecto del carácter divino.
Ejemplos donde
Dios usa Vayomer con Abraham
- Génesis 12:1 וַיֹּאמֶר
יְהוָה אֶל-אַבְרָם — “Y dijo el Señor a Abram: Vete de tu tierra…”
- Génesis 17:1 וַיֹּאמֶר
אֵלָיו אֲנִי-אֵל שַׁדַּי — “Y le dijo: Yo
soy el Dios Todopoderoso…”
- Génesis 18:13 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֶל-אַבְרָהָם — “Y dijo el Señor a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara?”
Cuando
Dios hablaba a Abraham por medio de símbolos como la circuncisión, lo hacia
mediante discursos mas extensos y explicativos Vayedaber
para que él los comprendiera...
GÉNESIS 17:3-10 Entonces Abram se
postró sobre su rostro, y Dios habló (Vayedaber) con él, diciendo (Lemor):
4 He aquí mi pacto es contigo, y
serás padre de muchedumbre de gentes.
5 Y no se llamará más tu nombre
Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de
muchedumbre de gentes.
6 Y te multiplicaré en gran
manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
7 Y estableceré mi pacto entre mí
y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo,
para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
8 Y te daré a ti, y a tu
descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en
heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
9 Dijo de nuevo Dios a Abraham:
En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus
generaciones.
10 Este es mi pacto, que
guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será
circuncidado todo varón de entre vosotros.
Como
podemos ver, este es un dicho mas largo que requiere un relato mas extenso y
está sujeto a una interpretación.
Cuando la Torá usa el patrón וַיְדַבֵּר ... לֵאמֹר (Vayedaber...
lemor) —“Y habló... diciendo…”— está señalando que lo que se cita a continuación es
solo una parte del discurso completo.
Es como si el texto dijera: “Dios habló
extensamente, y esto es lo que dijo en resumen.”
¿Qué implica
este patrón?
- “Vayedaber” indica
que hubo una comunicación más amplia, formal, estructurada.
- “Lemor” introduce
la cita directa, pero no
necesariamente todo lo que se dijo.
- En hebreo bíblico, no se repite innecesariamente; por eso, esta fórmula sugiere que el texto
está condensando el mensaje.
Esto sugiere que la creación y
la revelación son dos actos paralelos de Dios, ambos realizados por medio de la palabra, pero
con propósitos distintos:
· Génesis: establecer el mundo físico.
· Éxodo: establecer el mundo espiritual y moral.
El Midrash (comentario antiguo) dice:
“Con diez palabras fue creado el mundo… y
con diez palabras fue ordenado el mundo.”
Traducción en
la Septuaginta
|
Hebreo |
Traducción griega |
Verbo griego |
Matiz principal |
|
Vayomer |
“Y dijo” |
εἶπεν (eipen) |
Declaración
directa, breve, reveladora |
|
Vayedaber |
“Y habló” |
ἐλάλησεν (elalēsen) |
Discurso
formal, estructurado, autoritativo |
Refleja que los traductores de la
Septuaginta entendían los matices del hebreo bíblico, y buscaron conservarlos en griego.
Muestra cómo la revelación divina tiene
distintos tonos: uno más
íntimo y creativo (Vayomer/eipen), y otro más legal y estructurado (Vayedaber/elalēsen).
Esta diferencia influye en cómo se interpretan los textos en la tradición
cristiana y judía.
En el Nuevo Testamento,
especialmente en los Evangelios y Hechos, los verbos griegos εἶπεν (eipen) y ἐλάλησεν
(elalēsen) reflejan la misma distinción que en el hebreo
bíblico: eipen se usa para declaraciones directas y
personales, mientras que elalēsen se
emplea para discursos más formales o extensos.
Se usa eipen en los Evangelios cuando Jesús habla con personas o responde preguntas.
· Ejemplos:
·
Mateo 4:4
— (“Y respondiendo, dijo eipen …”)
·
Lucas 7:14
—(“Dijo: Joven, a ti te digo eipen,
levántate”)
(elalēsen) — “habló”
Proviene del verbo λαλέω, que implica hablar más extensamente o formalmente.
Se usa cuando Jesús
o los apóstoles pronuncian discursos, enseñanzas
públicas, parabolas o profecías.
- Ejemplos:
- Juan 8:12 —
(“Jesús les habló λαλέω otra
vez…”)
- Hechos 2:4 — καὶ
ἤρξαντο λαλεῖν ἑτέραις γλώσσαις (“Y comenzaron a hablar λαλέω en otras lenguas…”) No es
algo breve es un discurso a las multitudes a quienes aun no le conocen,
contiene mandamientos y obligaciones.
Mateo 13:3 “Y les habló (ἐλάλησεν) muchas cosas por parábolas…” → Aquí se usa elálēsen, indicando un discurso extenso y pedagógico.
Mateo 13:34 “Todo esto habló elálēsen Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba…” → Repetición del verbo elálēsen, enfatizando que las parábolas eran parte de su enseñanza pública y normativa.
En los
Evangelios
- Jesús “dice” (εἶπεν) cuando se dirige a
individuos escogidos: “Sígueme”, “Tu fe te ha salvado”,
“Levántate”.
- Jesús “habla” (ἐλάλησεν) cuando
enseña multitudes, como en el Sermón del Monte o cuando explica parábolas.
En Hechos de
los Apóstoles
- Pedro “habla” (ἐλάλησεν) en su discurso en Pentecostés (Hechos
2), usando un verbo que indica proclamación pública. CLARAMENTE
SE DIRIGE AL ISRAEL QUE NO HA CONOCIDO A CRISTO
- Ángeles y
el Espíritu Santo “dicen” (εἶπεν) cuando dan instrucciones específicas a los apóstoles (Hechos 8:26, 10:19).
·
Conexión con el hebreo bíblico
|
Hebreo |
Griego NT |
Contexto principal |
|
Vayomer |
εἶπεν |
Declaración directa, revelación |
|
Vayedaber |
ἐλάλησεν |
Discurso formal, enseñanza |
Esta continuidad muestra cómo el tono y propósito del mensaje divino se conserva a
través de las lenguas bíblicas,
desde el hebreo al griego.
Esto tiene implicaciones
prácticas profundas para
cómo entendemos la comunicación divina y humana.
¿Qué significa
esto en la práctica?
1. Dios se comunica de diferentes maneras
- Vayomer/eipen: Dios revela, inspira, crea,
bendice. Es el lenguaje de la cercanía, la
intuición, el momento personal.
- Vayedaber/elalēsen: Dios instruye,
corrige, establece pactos. Es el lenguaje de la ley, la estructura,
el compromiso.
Aplicación personal: Hay momentos
en tu vida donde necesitas escuchar a Dios como Vayomer —en la oración, la creatividad, la intuición, LA
MEDITACIÓN.
Y otros donde necesitas
Vayedaber —en
decisiones éticas, disciplina, estudio profundo... ARREPENTIMIENTO Y CONVERSIÓN.
Nuestra forma de hablar también tiene niveles
- A veces decimos cosas (amar/eipen) para
consolar, inspirar, conectar. COMUNICACIONES
CORTAS Y DIRECTAS
- Otras
veces hablamos con firmeza (diber/elalēsen) para
enseñar, corregir, establecer límites. Explicaciones
más extensas e indirectas
Decir (amar/eipen) → Predicar a
creyentes, edificar su Iglesia
- Comunicación
directa, breve, inspiradora.
- Busca conectar emocionalmente, despertar fe,
consolar, motivar.
- Tiene un
tono más profético o exhortativo,
como cuando Jesús dice:
“Bienaventurados los pobres en
espíritu…” (Mateo 5:3)
Predicar a
creyentes (reyes, sacerdotes y profetas) es como Vayomer:
- Es revelación, impacto,
llamada al corazón.
- No
siempre explica todo, pero enciende algo en el creyente.
Hablar (diber/elalēsen) → Enseñar
- Comunicación
más extensa, estructurada, explicativa.
- Busca formar, corregir, establecer fundamentos.
- Tiene un
tono más rabínico o pastoral,
como cuando Jesús enseña parábolas y luego las explica.
Enseñar es como Vayedaber:
- Es instrucción, formación,
discernimiento.
- No solo
toca el corazón, sino que moldea la mente y
la conducta.
¿Por qué
importa esta distinción?
- Porque ambas son necesarias en la vida espiritual:
- Predicar despierta.
- Enseñar forma.
- Jesús
hacía ambas: predicaba al pueblo y enseñaba a sus discípulos.
La palabra de Dios tiene voz de fuego (Vayomer) y voz de fundamento (Vayedaber).
Aplicación personal: Saber cuándo
usar cada tono es clave en relaciones, liderazgo, enseñanza y espiritualidad.
La Biblia no es monótona: tiene capas de voz
- No todo
lo que Dios dice tiene el mismo peso o propósito.
- Aprender
a distinguir entre revelación suave y
instrucción firme nos ayuda
a interpretar mejor los textos sagrados.
Aplicación Vayomer o Vayedaber?
¿Qué tipo de relación está personal:
Cuando lees la Biblia, pregúntate: ¿ es expresando Dios aquí?
La
espiritualidad madura reconoce ambos modos
- No
podemos vivir solo de inspiración (Vayomer) ni solo de ley (Vayedaber).
- Necesitamos
ambos
para crecer: el fuego del corazón y la claridad de la mente.
Aplicación personal: Cultiva
momentos de escucha suave (meditación, arte,
contemplación) y también momentos
de estudio firme (ética, compromiso, comunidad).
¿Qué pasa
cuando solo tenemos Vayomer?
Vayomer representa la voz
suave, reveladora, creativa, íntima. Es
el lenguaje de la inspiración, la intuición, la cercanía.
Lo positivo:
- Sentimos
que Dios está cerca, que nos
habla al corazón.
- Vivimos
con sensibilidad espiritual,
apertura a lo nuevo, creatividad.
- Nos
movemos por amor, fe y confianza, más que
por reglas.
El riesgo:
- Podemos
caer en subjetividad excesiva: “Dios me dijo…”
sin discernimiento.
- Falta de
estructura: sin Vayedaber, no hay
límites claros ni ética sólida.
- Tendencia a evitar el compromiso, la corrección o la responsabilidad.
Resultado: Una
espiritualidad cálida pero difusa, sin raíces ni dirección clara.
¿Qué pasa
cuando solo tenemos Vayedaber?
Vayedaber representa la
voz firme, legal, estructurada, instructiva. Es el lenguaje
de la ley, el pacto, la corrección.
Lo positivo:
- Hay claridad moral, estructura, disciplina.
- Se
construyen comunidades sólidas,
con normas compartidas.
- Se
cultiva el compromiso, la justicia y la
responsabilidad.
El riesgo:
- Puede volverse rígido, autoritario o frío.
- Falta de
conexión emocional o espiritual: todo es norma, nada es alma.
- Se corre
el riesgo de legalismo: cumplir
sin comprender, obedecer sin amar.
Resultado: Una
espiritualidad ordenada pero seca, que puede sofocar la experiencia personal.
¿Qué pasa
cuando tenemos ambos?
Cuando Vayomer y Vayedaber
están en equilibrio, ocurre lo mejor:
- La palabra inspira y también instruye.
- La ley tiene alma, y la revelación tiene dirección.
- La fe se vive con amor y con responsabilidad.
Este equilibrio es lo que vemos en figuras como Moisés,
que recibe Vayedaber en el Sinaí, pero también escucha Vayomer en
momentos íntimos con Dios.
Estos versículos muestran a Dios hablando con Moisés en tono más íntimo,
revelador, o personal:
Éxodo 3:14 “Y dijo Dios a Moisés: Yo soy el que soy” — revelación del nombre divino.
Éxodo 33:17 “Y dijo el Señor a Moisés: También haré esto que has
dicho…” — respuesta a la súplica
de Moisés.
Éxodo 33:11 “Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como habla un hombre
con su amigo” — aunque no usa Vayomer
directamente, refleja el tono íntimo de esa forma verbal
¿Qué revela
esto?
- Moisés
recibe Vayedaber en el Sinaí, cuando
Dios entrega la ley.
- Recibe Vayomer en la zarza ardiente, en el tabernáculo, y
en momentos de intercesión, cuando Dios se revela o responde con
cercanía.
Este equilibrio en Moisés muestra que la espiritualidad madura necesita tanto dirección como
intimidad, tanto la ley, como la revelación.
“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4:4; citando
Deuteronomio 8:3)
Este versículo tiene una riqueza espiritual inmensa, y si lo leemos a través
del lente hebreo de Vayomer y Vayedaber,
descubrimos dos dimensiones complementarias de lo que significa “vivir de la
palabra de Dios”.
Vayomer — La palabra que revela, inspira,
crea
- Vayomer
representa la palabra que sale del corazón
de Dios, como en la
creación: “Y dijo Dios: Sea la luz”.
- Es la palabra que da vida, que sostiene el universo, que nos habla al alma.
- En este
sentido, Jesús está diciendo: “El hombre
vive por la revelación continua de Dios, por su presencia hablada, por su
cercanía.”
Aplicación espiritual: Necesitamos
más que alimento físico; necesitamos inspiración,
guía, consuelo, propósito. La
palabra Vayomer es como el aliento divino que nos despierta
cada día.
Vayedaber — La palabra que instruye,
corrige, ordena
- Vayedaber representa
la palabra que establece la ley, el pacto,
la ética.
- Es la palabra que forma comunidades, que da estructura a
la vida, como en el Sinaí.
- En este sentido, Jesús también está diciendo: “El
hombre vive por la instrucción divina, por la ley que orienta su caminar.”
Aplicación espiritual: No basta con
sentir a Dios; necesitamos escuchar su
instrucción, vivir con disciplina,
justicia y responsabilidad.
¿Qué significa
“vivir de toda palabra”?
Jesús no dice “de algunas palabras” ni “de las
que nos gustan”, sino “de toda palabra” — lo que incluye:
- Las
suaves (Vayomer) que nos consuelan y revelan.
- Las
firmes (Vayedaber) que nos corrigen y guían.
Vivir de la palabra de Dios es vivir en equilibrio entre inspiración y
obediencia, entre presencia y pacto,
entre alma y acción.
¡Vamos a profundizar en esta joya espiritual!
Jesús dice en Mateo 4:4, citando Deuteronomio
8:3:
“No sólo de pan vivirá el hombre,
sino de toda (pas) palabra que sale de la boca de
Dios.”
(pas) todo, cada,
completo, sin excepción
“Toda palabra” aquí puede vincularse con “Vayomer”
y “Vayedaber”:
Vayomer como revelación
suave
Vayedaber como instrucción firme →
Ambas forman parte de ese “παντὶ ῥήματι” que
da vida.
Este versículo, leído a través de los lentes
hebreos de וַיֹּאמֶר (Vayomer)** y וַיְדַבֵּר (Vayedaber)**,
revela una enseñanza poderosa sobre cómo el ser humano se nutre
espiritualmente.
Vayomer — La palabra que revela, crea,
inspira
- Vayomer es la voz suave de Dios: “Y dijo Dios: Sea la luz…”
- Es la palabra que da vida, que crea el mundo, que habla al corazón.
- En este
contexto, Jesús está diciendo:
“El hombre vive por la revelación
continua de Dios, por su presencia hablada, por su cercanía.”
¿Qué significa
esto?
- Necesitamos más que alimento físico: necesitamos inspiración, consuelo, dirección espiritual.
- Vayomer es como
el aliento divino diario, que
nos despierta, nos sostiene, nos transforma.
Vayedaber — La palabra que instruye, corrige, ordena
- Vayedaber es la
voz firme de Dios: “Y habló Dios a Moisés, diciendo…”
- Es la palabra que establece la ley, el
pacto, la ética.
- Jesús
también está diciendo:
“El hombre vive por la instrucción
divina, por la ley que orienta su caminar.”
¿Qué significa
esto?
- No basta
con sentir a Dios: necesitamos escuchar su
instrucción, vivir con disciplina,
justicia y responsabilidad.
- Vayedaber es como
el mapa espiritual que nos guía por el desierto de la vida.
¿Qué implica
“toda palabra”?
Jesús no dice “algunas palabras” ni “las que nos
gustan”, sino “toda palabra” — lo que incluye:
|
Tipo de palabra |
Hebreo |
Función espiritual |
|
Reveladora |
Vayomer |
Inspira, consuela, crea vida |
|
Instructiva |
Vayedaber |
Corrige, ordena, establece pacto |
Vivir de la palabra de Dios es vivir en equilibrio entre presencia y
pacto, entre alma y acción, entre amor y
obediencia.
En la práctica
- Cuando
solo buscamos Vayomer, corremos el riesgo de una
espiritualidad sin raíces.
- Cuando
solo vivimos de Vayedaber, podemos caer en legalismo sin alma.
- Jesús nos
llama a vivir de toda palabra:
la que nos toca el corazón y la que nos forma como discípulos.
El pan: Vayedaber — la obra humana guiada por instrucción divina
- El pan no aparece por sí solo: requiere trabajo, técnica, disciplina, colaboración.
- En la Biblia, el pan es símbolo de sustento
cotidiano, pero también de ley,
pacto y esfuerzo humano.
- El
proceso de hacer pan —sembrar, cosechar,
moler, amasar, hornear— refleja
el lenguaje de Vayedaber:
Nos da,
estructura, orden, obediencia, instrucción.
En este sentido, Vayedaber
representa la palabra que nos enseña cómo
vivir, cómo construir, cómo compartir.
La palabra que
sale de la boca de Dios: Vayomer — revelación que da vida
- Vayomer es la palabra que crea sin mediación humana: “Y dijo Dios: Sea la luz…”
- Es espíritu, inspiración, revelación directa,
como el maná que cae del cielo.
- Jesús
dice:
“No solo de pan
vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” — aquí se refiere a Vayomer: la palabra viva, que transforma el corazón.
Vayomer es la chispa divina que nos despierta, nos llama, nos
renueva.
El equilibrio:
pan y palabra
- El pan
necesita nuestras manos, pero la palabra
necesita nuestro corazón.
- Vayedaber nos
enseña cómo vivir,
- Vayomer nos
recuerda por qué vivir.
Jesús, al citar Deuteronomio, nos invita a no separar lo humano de lo divino, lo práctico
de lo espiritual.
Si nuestras oraciones son solo suspiros, anhelos,
consuelos… Si solo buscamos sentir a Dios, pero no escuchar su instrucción,
entonces quizás estamos viviendo solo desde el Vayomer.
Señales en la
oración:
- “Señor,
háblame… pero no me digas qué cambiar.”
- “Dame
paz… pero no me muestres mi responsabilidad.”
- “Quiero
sentir tu amor… pero no quiero rendirme a tu voluntad.”
Riesgo
espiritual:
- Una fe
emocional, sin raíces ni dirección.
- Incapacidad
para tomar decisiones éticas difíciles.
- Rechazo a
la corrección, a la disciplina, al arrepentimiento.
Ejemplo bíblico: El joven rico (Marcos 10:21-22) escuchó el Vayomer de Jesús:
“Jesús, mirándole, le amó…” Pero no aceptó el Vayedaber: “Anda, vende todo lo que tienes…” Y se fue triste.
Cuando falta VAYOMER
en la oración
Si nuestras oraciones son solo confesiones,
deberes, listas de obediencia… Si solo pedimos fuerza para cumplir, pero no buscamos intimidad, entonces quizás estamos
viviendo solo desde el Vayedaber.
Señales en la
oración:
- “Perdóname,
Señor… otra vez fallé.”
- “Ayúdame
a ser mejor… no soy suficiente.”
- “Dime qué
hacer… pero no me hables al corazón.”
Riesgo espiritual:
- Culpabilidad
crónica, sin consuelo.
- Relación
con Dios basada en miedo, no en amor.
- Oración
sin gozo, sin descanso, sin ternura.
Ejemplo bíblico: El hijo mayor (Lucas 15:29-31) servía fielmente, pero no conocía el Vayomer del
Padre:
“Hijo, tú siempre estás conmigo, y
todo lo mío es tuyo.”
El equilibrio
en la oración
Jesús nos enseñó a orar con ambos tonos:
- Vayomer: “Padre nuestro que estás en los cielos…” → cercanía, ternura, revelación.
- Vayedaber: “Hágase tu voluntad… Perdónanos… Líbranos del mal” → instrucción, transformación, pacto.
Una oración sana escucha a Dios decir: “Te amo” (Vayomer), y también: “Sígueme” (Vayedaber).
El pan alimenta el cuerpo, pero la palabra
—cuando es Vayomer— alimenta el alma.
El pan requiere obediencia (Vayedaber), pero la
palabra revela propósito (Vayomer).**
El Bacalao y el Bagre
En el noreste
de los Estados Unidos de América el bacalao no solo es delicioso, sino que
también provee un gran negocio comercial.
En el noreste de los Estados
Unidos de América el bacalao no solo es delicioso, sino que también provee un
gran negocio comercial. Hay un mercado para este tipo de pescado en todo el
mundo, pero en especial en las regiones más distantes del noreste de la nación.
Pero la demanda presentaba un problema para los productores.
Al principio congelaban el bacalao y lo despachaban a otras partes, pero la
congelación le quitaba mucho de su sabor. Así que trataron de transportarlos
vivos en tanques de agua de mar, pero eso resultó peor. No sólo que costaba más
sino que el bacalao seguía perdiendo el sabor y, además, la carne se volvía
blanda y fofa. La textura del pescado quedaba afectada seriamente.
Finalmente, una persona creativa resolvió el problema de la manera más
innovadora. Ponían al bacalao en el mismo tanque junto a su enemigo natural, el
bagre. Desde que el bacalao salía de las costas del este hasta que arribaba al
destino occidental más remoto, los temibles bagres perseguían al bacalao dentro
del tanque.
Y como se puede imaginar, cuando el
bacalao llegaba al mercado estaba tan fresco como si acabaran de pescarlo. No
perdía nada de su sabor y ni de su textura. Si acaso, era mejor que antes.
1-El bacalao, cuando se
transporta sin desafío, pierde sabor, fuerza,
textura. Se vuelve blando, cómodo, sin propósito. Esto
representa al ser humano que vive solo de Vayomer
— la palabra suave, inspiradora, reveladora — pero sin estructura, sin corrección, sin desafío.
Vayomer
sin Vayedaber puede producir una espiritualidad tibia, sin
tensión ni crecimiento.
2- El bagre, al perseguir al
bacalao, lo mantiene
alerta, activo, vivo. Esto representa la función de Vayedaber — la palabra firme, legal, estructurada — que nos confronta, nos disciplina,
nos forma.
Vayedaber es como el bagre en nuestra vida
espiritual: no siempre cómodo, pero absolutamente necesario para mantenernos
frescos, auténticos, vivos.
3- La enseñanza espiritual
El bacalao necesita al bagre para llegar con
sabor. El alma necesita Vayedaber para que Vayomer no se vuelva blando.
- Si solo
vivimos de inspiración (Vayomer),
corremos el riesgo de perder fuerza.
- Si
aceptamos también la corrección (Vayedaber),
llegamos a nuestro destino más
vivos, más sabrosos, más auténticos.
Aplicación práctica
·
¿Qué “bagres” hay
en tu vida que te mantienen despierto?
·
¿Qué palabra de
Dios te está desafiando hoy, no solo consolando?
·
¿Estás dispuesto
a vivir de toda palabra — la que inspira y la que corrige?
Entre
el Susurro y la Voz
Elías aprendió que la voz de Dios no siempre llega como brisa suave ni como
trueno imponente, sino como ambas. El Vayomer de Dios nos invita a soñar, a crear, a
florecer. El Vayedaber nos llama a ordenar, a proteger, a
permanecer. En ese equilibrio vive la madurez espiritual: saber cuándo abrir el
alma al viento, y cuándo levantar muros que cuiden lo sembrado.
Así como el jardín de Elías encontró su plenitud entre la inspiración y la
estructura, también nosotros hallamos plenitud cuando escuchamos a Dios en
todas sus formas: como quien revela y como quien instruye.
Llamado
Final: Escucha y Responde
Hoy, Dios sigue hablando. A veces te dice “Planta aquí”, y otras “Protege
esto”. ¿Estás dispuesto a escuchar ambas voces? ¿A recibir tanto el susurro
que inspira como la instrucción que forma?
Génesis 2:15 — “Y tomó Jehová Dios
al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo cultivara avad y lo guardara shamar .”
Este versículo contiene dos verbos clave:
El hecho de que Dios ponga a Adán en el huerto
es un acto de revelación vocacional. No
le da primero una ley, sino un lugar, una misión, una intimidad con la
creación.
Este gesto se alinea con el tono Vayomer:
·
Dios revela
el propósito del hombre: ser colaborador en la creación.
·
Le inspira
a cultivar belleza, a participar en el florecimiento del mundo.
·
Es una palabra silenciosa, como el viento que
guía: “Aquí está tu lugar.”
Génesis 1:26 — “Y dijo (Vayomer) Dios: Hagamos al hombre…” → El ser humano nace de una palabra reveladora,
no de una orden.
Vayedaber: la
instrucción que forma límites
Pero inmediatamente después, en Génesis 2:16-17, Dios habla con
firmeza:
“Y mandó (Vayedaber) Jehová Dios al hombre, diciendo: De
todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del
mal no comerás…”
Aquí aparece el tono Vayedaber:
- Dios establece límites: no todo está
permitido.
- Le instruye sobre el bien y el mal, sobre
obediencia y consecuencia.
- Es una
palabra que forma carácter, que protege lo sagrado.
El huerto de Edén es el símbolo del alma humana:
·
Cultivar
es vivir desde el Vayomer:
crear, amar, inspirar, florecer.
·
Guardar
es vivir desde el Vayedaber:
proteger, obedecer, discernir, resistir.
Sin Vayomer, el jardín no
florece. Sin Vayedaber,
el jardín no permanece.
· Cuando Dios pone a Adán en el huerto, le da revelación (Vayomer)
y responsabilidad (Vayedaber).
· El creyente necesita ambas: propósito que inspira
y disciplina que forma.
· La vida espiritual no es solo contemplación,
ni solo obediencia: es cultivar y guardar.
Te invito a orar, a abrir tu corazón, y a preguntarte: ¿Qué
parte de mi vida necesita revelación? ¿Y qué parte necesita límites?
No temas al muro si viene de Dios. No ignores el susurro si viene del cielo.
Porque en la obediencia a ambas voces, florece el jardín eterno.

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