El juicio venidero
"El
juicio final no será sobre lo que hemos hecho, sino sobre lo que hemos
sido."
·
C.S. Lewis, escritor y teólogo.
El Puente del Juicio
Había una vez un reino
rodeado por un vasto río. Al otro lado del río se encontraba un magnífico
palacio, descrito como un lugar de paz y abundancia. Los habitantes del reino
sabían que para cruzar el río y llegar al palacio, debían pasar primero por un puente
estrecho donde un juez los esperaba.
El juez no era un
hombre corriente. Veía más allá de las palabras y las apariencias; miraba
directamente al corazón de cada viajero. Nadie podía engañarlo ni esconder sus
verdaderas intenciones. Las personas sabían que, al llegar al puente, serían
juzgadas por sus obras, decisiones y la pureza de su espíritu.
Un día, tres viajeros
llegaron al puente.
El primero, un
comerciante adinerado, llevaba consigo cofres llenos de oro y joyas. Se plantó
frente al juez y dijo: —He acumulado grandes riquezas y poder. Merecen
permitirme cruzar al palacio.
El juez miró a su
corazón y respondió: —Tus tesoros no pueden comprar justicia ni bondad. Tu vida
se dedicó al egoísmo, y tus riquezas no tienen valor aquí.
El segundo viajero era
un sabio que había estudiado durante toda su vida. Con confianza declaró:
—Poseo todo el conocimiento del mundo. He leído libros antiguos y comprendo los
misterios de la vida.
El juez, al mirar en su
interior, dijo: —Aunque adquiriste conocimiento, tu corazón no aprendió
humildad ni compasión. Tus logros intelectuales no bastan para cruzar.
Finalmente, el tercer
viajero, un humilde campesino, llegó sin riquezas ni fama. Con la cabeza baja,
dijo: —No tengo nada que ofrecerte salvo las buenas intenciones de mi corazón.
He tratado de ser amable con los demás y vivir en paz con ellos.
El juez vio sinceridad
y bondad en el corazón del campesino. Sonrió y dijo: —Tu humildad y tus actos
de amor han construido el puente que necesitas para cruzar. Bienvenido al
palacio.
Este cuento refleja la
idea de que, en la sentencia final, no serán las posesiones materiales ni los
logros intelectuales los que determinen el resultado, sino el carácter y las
intenciones del corazón.
EL JUICIO Y LA PALABRA DE DIOS
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada
de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y
los tuétanos, y discierne (kritikós) los pensamientos y las intenciones del corazón.
Juan 12:48
Reina-Valera 1960
48 El que me
rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he
hablado, ella le juzgará kríno en el día postrero.
kríno es propiamente distinguir, es decir decidir (mental o judicialmente)
(kritikós) se forma al añadir el sufijo -IKÓS, que significa "relativo a", a la raíz krinō, enfatizando la capacidad o
cualidad de juzgar o discernir.
La palabra de Dios (la palabra de
Cristo) será el elemento usado en el juicio venidero. En términos de derecho
esto se llama criterio legal
"criterio
legal": Es el conjunto de normas o
principios sobre los cuales se basa un juicio o sentencia. En este caso, la Palabra de Dios funcionaría como el código o la base normativa
utilizada para evaluar las acciones, pensamientos y decisiones de las personas.
Algunas analogías específicas en
derecho serían:
1.
La ley aplicable: En un tribunal humano, se juzga
a las personas basándose en un cuerpo de leyes previamente establecido. De
forma similar, la Palabra de
Cristo sería el "cuerpo de leyes" o el estándar
divino que define la justicia y la verdad, y que será aplicado en el juicio
venidero.
2.
La constitución del juicio: En términos espirituales, la
Palabra de Dios podría verse como la "Constitución divina", la norma
suprema por la que se evalúa el comportamiento humano.
3.
El código ético-moral supremo: En derecho, hay principios
fundamentales que guían las leyes (como el derecho natural o los derechos
humanos). La Palabra de Cristo sería el fundamento ético y moral por
excelencia, el cual revela no solo las normas, sino también las intenciones y
expectativas de Dios.
4.
El precedente vinculante: En sistemas jurídicos basados en
precedentes, los juicios previos determinan cómo se juzgan casos futuros. La
Palabra de Dios, ya revelada, sería el precedente inmutable que guía el juicio
final.
En el contexto cristiano, esta
relación entre la Palabra de Dios y el juicio venidero se subraya en pasajes
como Juan 12:48, donde Jesús dice que sus palabras juzgarán a las
personas en el "día postrero." Esto equivale a declarar que las
Escrituras y las enseñanzas de Cristo son el estándar jurídico eterno.
El conocer "el criterio legal" sobre el cual se basará el juicio venidero, es decir, la Palabra de Dios y
las enseñanzas de Cristo, debería tener un impacto transformador en nuestras
vidas. Aquí algunos aspectos clave de lo que nos debería aportar:
1. Claridad y propósito
Saber que el juicio venidero estará
basado en las enseñanzas de Cristo nos da una guía clara sobre cómo vivir
nuestras vidas. Nos proporciona un estándar ético y moral en el que podemos
basar nuestras decisiones y acciones diarias, alineándonos con la voluntad de
Dios.
2. Un llamado al arrepentimiento
Conocer este criterio nos recuerda
nuestra responsabilidad de evaluar nuestras acciones y actitudes. Nos motiva a
arrepentirnos de aquello en lo que hemos fallado, buscando continuamente la
gracia y el perdón de Dios para vivir en conformidad con su Palabra.
3. Un estímulo para la obediencia
El juicio venidero no solo es un
recordatorio de la justicia divina, sino también una motivación para obedecer a
Dios en amor y fidelidad. La obediencia no se basa en temor, sino en el deseo
de agradar a aquel que nos ha redimido.
4. Fortaleza y esperanza
Saber que el juicio será justo y
basado en la verdad absoluta nos llena de esperanza. Para los que viven en
Cristo, el juicio no es motivo de temor, sino de confianza, porque sus palabras
también prometen vida eterna para quienes creen en Él (Romanos 8:1).
5. Una invitación a compartir
Este conocimiento nos llama a
compartir el mensaje de salvación con otros. Si sabemos cuál será el estándar y
las consecuencias del juicio, tenemos la responsabilidad de advertir y guiar a
los demás hacia el amor de Cristo y la verdad de su Palabra.
6. Transformación personal
El conocimiento del criterio nos
lleva a reflexionar y cambiar. El llamado no es solo a saberlo, sino a permitir
que este conocimiento transforme nuestras vidas desde adentro, renovando
nuestro carácter y acercándonos más a la imagen de Cristo.
Rechazar, menospreciar o pisotear
las palabras de Cristo es algo sumamente grave, especialmente cuando entendemos
que esas palabras no solo contienen la verdad divina, sino que también son el
estándar absoluto por el cual cada persona será juzgada en el día del juicio.
En Juan
12:48, Jesús es muy claro al decir que su palabra será el criterio por
el cual se juzgará: "El que me rechaza y no
recibe mis palabras tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le
juzgará en el día postrero." Esta
declaración enfatiza la seriedad de cómo respondemos a las enseñanzas de
Cristo. No se trata solo de ignorarlas, sino de las implicaciones eternas de
hacerlo.
Por
qué es tan grave rechazar las palabras de Cristo
1. Rechazar la salvación: Las palabras
de Cristo no solo enseñan principios morales, sino que presentan el único
camino a la salvación. Jesús dijo en Juan 14:6: "Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí."
Ignorar o rechazar sus palabras es, en esencia, rechazar la salvación
misma.
2. Despreciar la gracia: Las palabras de Cristo son una expresión de la gracia de Dios, quien busca
reconciliar al hombre consigo mismo. Rechazarlas equivale a despreciar el mayor
acto de amor y sacrificio: la cruz.
3. Negar su autoridad como juez: Al menospreciar las palabras de Cristo, se niega su autoridad divina como
juez supremo en el día del juicio. Esto no solo es un acto de rebeldía, sino
que demuestra una falta de reverencia hacia Dios.
4. El peso de la responsabilidad: Para aquellos que han oído las palabras de Cristo, el rechazo lleva consigo
una responsabilidad mayor. Jesús advirtió en Lucas
12:48: "A quien mucho se le da, mucho se le demandará." Aquellos
que han recibido la verdad, pero la menosprecian enfrentarán un juicio más
severo.
Cómo
debería impactar esto nuestras vidas
La conciencia de esta realidad nos
llama a:
- Tomar las palabras de Cristo
con seriedad y vivir conforme a ellas,
reconociendo su autoridad en nuestra vida.
- Compartir el evangelio con
amor y urgencia, sabiendo que muchas
vidas están en juego.
- Examinarnos a nosotros mismos para asegurarnos de no caer en una actitud
indiferente o desobediente hacia sus enseñanzas.
El rechazo de la Palabra es grave
porque no solo afecta nuestro presente, sino nuestro destino eterno. Pero
también nos recuerda la paciencia y la misericordia de Dios, quien desea que
todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9).
Rosa Karina - Mi Abogado
"Pero
Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a
todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido
un día en el cual juzgará al mundo con justicia por aquel varón a quien
designó. "Hechos
17:30-31
Estudiar este
tema invita a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y lo eterno,
sobre la responsabilidad moral y espiritual de nuestras vidas, y sobre el
destino final de la humanidad. También plantea preguntas fundamentales sobre la
gracia, la salvación y el papel de Cristo como juez y redentor en el marco de
la escatología cristiana.
Hechos 24:25 Pero al disertar (dialégomai) Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y
del juicio (krima). venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga
oportunidad te llamaré.
Para
entender por qué Félix se espantó al escuchar este discurso, es importante
conocer su trasfondo y el contexto de este pasaje.
(dialégomai) tiene la idea básica de "razonar" o
"conversar" con alguien, especialmente en un sentido lógico o
argumentativo. Pablo está razonando o
discutiendo con Félix acerca
de temas espirituales y morales (como la justicia, el dominio propio y el
juicio venidero). Este no era un monólogo, sino un discurso que buscaba
persuadir y confrontar a su oyente en un contexto racional y argumentativo.
Hechos 17:2-3
Reina-Valera 1960
2 Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo[a] discutió
(dialégomai) con ellos, 3 declarando y exponiendo por medio de las
Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los
muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.
Hechos 18:4
Reina-Valera 1960
4 Y discutía (dialégomai) en la sinagoga todos los días
de reposo,[a] y
persuadía a judíos y a griegos.
Hechos 19:8-9: "Y entrando en la sinagoga, habló con
denuedo por espacio de tres meses, discutiendo (dialégomai) y persuadiendo acerca del reino
de Dios."
Hechos 20:9: "...mientras Pablo disertaba (dialégomai)
largamente..."
RECUPERANDO EL METODO PAULINO
Es cierto que en muchos contextos
religiosos actuales, el diálogo basado en el razonamiento, como el que vemos
ejemplificado en el uso de (dialégomai) en el Nuevo Testamento, parece haber perdido
prominencia. Existen varias razones socioculturales, históricas y espirituales
que pueden explicar esta tendencia:
1.
Falta de preparación o formación
El diálogo requiere no solo fe,
sino también preparación intelectual y conocimiento sólido de las Escrituras.
En algunos casos:
- Los líderes o creyentes no se sienten
equipados para razonar y responder preguntas
difíciles de una manera lógica y compasiva.
- Esto puede llevar a que se evite el diálogo
y se priorice un enfoque más dogmático o unilateral.
2.
Temor al cuestionamiento
- Hay un temor latente a que el razonamiento
pueda dar lugar a dudas o confrontaciones que sean percibidas como una
amenaza para la fe.
- En lugar de ver el diálogo como una
herramienta de crecimiento espiritual, se percibe como un riesgo de debate
improductivo.
3.
Influencia de la tradición
- En muchas comunidades, las
tradiciones han llevado a un enfoque más autoritario, en el que se espera
que las enseñanzas sean recibidas
sin cuestionamiento.
- Esto contrasta con el modelo paulino de
razonar en sinagogas o plazas públicas (como en Hechos 17), donde se
fomentaba el intercambio de ideas.
4.
La polarización ideológica
En el mundo moderno, la
polarización en temas religiosos, políticos y culturales ha llevado a una
actitud de "defender nuestra posición" en lugar de dialogar. Esto
puede hacer que el enfoque pase de persuadir con amor (como
Pablo) a simplemente argumentar sin intención de escuchar o buscar puntos en
común.
5.
Confusión entre debate y diálogo
El verdadero diálogo busca un
intercambio de ideas para iluminar la verdad y persuadir con amor. Sin embargo:
- Muchas personas asocian el diálogo con el
debate confrontacional, lo que puede desmotivar a las comunidades
religiosas a practicarlo.
6.
Ejemplo bíblico olvidado
En la Biblia, especialmente en
Hechos, vemos el uso repetido del razonamiento amoroso, intelectual y
espiritual. Sin embargo, esta práctica a veces se pasa por alto en favor de
métodos más emocionales o directos, olvidando el poder que tiene la mente para complementar la fe.
Cómo
recuperar el modelo de (dialégomai)
Para reintroducir un enfoque que
valore el diálogo razonado en los contextos religiosos, sería útil:
1.
Fortalecer el discipulado: Preparar a los creyentes para razonar con gentileza y respeto, como se
enseña en 1 Pedro 3:15: "Estad siempre
preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia."
2. Cultivar una actitud de humildad y escucha: Reconocer que el diálogo no es una confrontación, sino una oportunidad
para aprender y testificar del evangelio.
3. Estudiar ejemplos bíblicos de Pablo y Jesús: Ambos utilizaron el razonamiento y el diálogo para conectar con las
personas en su contexto cultural y espiritual.
El diálogo razonado no es solo una
estrategia, sino también un acto de amor que honra la verdad del evangelio y la
dignidad del otro. Recuperarlo podría revitalizar la forma en que el mensaje de
Cristo es proclamado y recibido.
Contexto
de la vida de Félix
- Marco histórico: Antonio Félix era el gobernador de Judea,
un cargo que ocupó entre los años 52 y 60 d.C. Se le conoce como un líder
corrupto y tiránico, conocido por aceptar sobornos y gobernar con dureza.
- Relación con Drusila: Drusila era la joven esposa de Félix, de
ascendencia judía, quien dejó a su primer esposo para casarse con él. Este
matrimonio, según los estándares de la época, era polémico tanto desde un
punto de vista cultural como moral.
- Carácter de Félix: La historia lo describe como un hombre
ambicioso y sin escrúpulos, lo que le hace especialmente vulnerable al
mensaje moral que Pablo presenta.
El
discurso de Pablo
Según Hechos
24:25, Pablo disertó sobre tres temas principales:
1. Justicia: Pablo habló de la justicia de Dios,
un tema que directamente confrontaba la corrupción de Félix. Esto implicaba
vivir de manera recta, contraria a los actos inmorales de Félix.
2. Dominio propio: Este tema abordaba el autocontrol
en las decisiones, algo que Félix no practicaba, dado su estilo de vida y su
apetito por el poder y los placeres.
3. Juicio venidero: Pablo advirtió sobre el juicio
final de Dios, en el que todos, incluyendo a gobernantes como Félix, serían
responsables de sus acciones. Este aspecto probablemente fue el más inquietante
para Félix, ya que su conciencia podría haberlo acusado debido a su estilo de
vida corrupto.
La
reacción de Félix
El texto dice que Félix "se
espantó" y respondió a Pablo: "Ahora vete; pero cuando tenga
oportunidad, te llamaré" (Hechos 24:25). Esta reacción muestra que el
mensaje de Pablo impactó profundamente a Félix, confrontándolo con la realidad
de su culpa y la inevitabilidad del juicio divino. Sin embargo, en lugar de
arrepentirse, Félix evitó el tema, demostrando su resistencia a cambiar.
En conclusión, el discurso de Pablo
sobre justicia, dominio propio y juicio venidero fue un llamado directo al
arrepentimiento, que Félix no pudo ignorar, pero tampoco quiso aceptar. Este
pasaje nos muestra cómo el mensaje del evangelio confronta a las personas en
sus decisiones éticas y espirituales.
"Así es el Amor de Dios |
Una Balada Pop Cristiana que Te Toca el Corazón"
A menudo evaluamos a las
circunstancias como fortuna o desgracia... pero mas allá de todo parecer humano
se halla el juicio de Dios que se manifiesta en el tiempo.
Juicio en el tiempo:
Romanos 1:18-32
Reina-Valera 1960
La culpabilidad del hombre
18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; 19 porque
lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20 Porque
las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas
hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Pues habiendo
conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que
se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando
ser sabios, se hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria
del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves,
de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las
concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios
cuerpos, 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la
mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual
es bendito por los siglos. Amén.
26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres
cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27 y
de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos
hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su
extravío.
28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una
mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29 estando
atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad;
llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30 murmuradores,
detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores
de males, desobedientes a los padres, 31 necios,
desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 32 quienes
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que
las practican.
Esto también se conecta
con la idea de que las decisiones y acciones humanas tienen consecuencias tanto
temporales como eternas.
Romanos 1:18-32 es un pasaje
poderoso que describe la ira de Dios revelada contra la
impiedad y la injusticia de la humanidad. Este juicio no es simplemente
un evento futuro; se manifiesta en el tiempo presente como una respuesta divina
a las decisiones humanas de rechazar la verdad de Dios y vivir en rebelión
contra Él. Aquí está cómo debería afectar a creyentes y no creyentes:
1.
Impacto en los creyentes:
Para los creyentes, este pasaje es
un llamado urgente a la vigilancia espiritual y a la responsabilidad en su
caminar con Dios.
- Gratitud por la gracia de
Dios: Romanos 1:18-32 deja claro
cómo los hombres, sin la intervención divina, están destinados a la
depravación y al juicio. Como creyentes, esto debería inspirarnos a una
profunda gratitud por la gracia salvadora de Cristo, quien nos ha
rescatado de este estado.
- Un llamado a vivir en
santidad: Al saber que la ira de
Dios está revelada contra la impiedad, los creyentes son llamados a vivir
vidas que reflejen la justicia de Dios, manteniéndose alejados de los
patrones de pecado que se describen en el pasaje.
- Motivación para la
evangelización: Los creyentes, al entender
el estado de los no creyentes (que sufren la manifestación del juicio
presente de Dios y enfrentan un juicio final), deberían ser impulsados a
compartir el evangelio con amor y urgencia, para que otros puedan escapar
de la ira venidera.
- Cuidado de no caer en
idolatría moderna: El pasaje advierte sobre
la idolatría y cómo los hombres reemplazaron la gloria de Dios por
imágenes corruptibles. Los creyentes deben examinar su corazón
continuamente para asegurarse de no idolatrar cosas como posesiones, éxito
o relaciones.
2.
Impacto en los no creyentes:
Para los no creyentes, este pasaje
actúa como una advertencia solemne y una invitación al arrepentimiento.
- Reconocer la revelación de
Dios en la creación: Romanos
1:19-20 afirma que Dios se ha revelado a través de la creación, dejando al
hombre "sin excusa". Este reconocimiento debería llevar a los no
creyentes a reflexionar sobre la existencia de un Dios supremo que merece
su adoración.
- Entender las consecuencias del
rechazo a Dios: El pasaje describe cómo,
al rechazar a Dios, las personas son entregadas a una mente reprobada y a
pasiones vergonzosas. Esto muestra que la vida fuera de Dios no solo está
marcada por el pecado, sino también por un deterioro moral y espiritual.
- Un llamado al arrepentimiento:
La manifestación presente del juicio de Dios
es también un acto de misericordia. Es un recordatorio de la necesidad de
arrepentirse y reconciliarse con Dios antes de que llegue el juicio final.
Reflexión
final a Romanos 1:18-32 actúa como una advertencia para los
no creyentes y un recordatorio para los creyentes de la gravedad del pecado y
la necesidad de vivir de acuerdo con la verdad de Dios. Ambos grupos deberían
ser movidos a buscar a Dios con sinceridad: los no creyentes, para recibir la
salvación que solo Cristo puede ofrecer; y los creyentes, para ser testigos
fieles y vivir vidas que glorifiquen a Dios en todo.
HIJOS DE IRA
1
Tesalonicenses 1:10:
"...y esperar de los cielos a su Hijo, al
cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera."
Romanos 5:9: "Pues mucho más, estando
ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira."
Juan 3:36: "El que cree en el Hijo
tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre
él."
Efesios 2:3-5: "...éramos por naturaleza hijos
de ira, lo mismo que
los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos
amó, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo (por gracia sois salvos)."
El término "hijos
de la ira" (que aparece en los textos anteriores) puede vincularse
con el vocabulario judicial desde una perspectiva teológica, ya que evoca la
idea de un estatus legal o espiritual ante Dios. Veamos cómo este concepto
puede relacionarse con términos judiciales:
1.
Culpabilidad legal
En el vocabulario judicial, alguien que está bajo juicio o enfrenta condena por haber
infringido la ley es considerado culpable. En este contexto, "hijos de la ira" describe a aquellos que están
bajo la culpabilidad de su pecado y, por lo tanto, expuestos a la
justicia divina. Es similar a estar en "estado de culpabilidad" según
las leyes humanas.
2.
Sentencia y condenación
La expresión "hijos de la
ira" sugiere una relación directa con la condenación. En términos judiciales, esto implica que la ira de Dios es el
"castigo" justo reservado para aquellos que rechazan su gracia y
persisten en la desobediencia. Aquí se ve la conexión con conceptos como
"pena" o "sentencia
condenatoria."
3.
Estado legal heredado
La idea de ser "hijos"
señala que esta condición no es solo por actos individuales, sino también como
herencia de la naturaleza caída de Adán (Romanos 5:12). Esto puede relacionarse
con el derecho hereditario o la transmisión de un "estado
legal," como en los juicios sobre responsabilidades colectivas o
pasivos transmitidos. El término "imputación" es clave tanto en el ámbito
legal como en el teológico, y su uso nos ayuda a entender el concepto de culpabilidad heredada o asignada.
4.
La ira como juicio en curso
En términos teológicos y
judiciales, la ira de Dios puede interpretarse no solo como una futura
sentencia, sino como un juicio activo en el presente
(Romanos 1:18). Es similar a cómo en el derecho
humano una persona puede enfrentar penas previas a un juicio definitivo.
5.
Redención como acto jurídico
En el marco bíblico, el ser salvado
de la condición de "hijos de la ira" a través de Cristo tiene un
paralelo jurídico: la justificación. En derecho, esto podría compararse con la
absolución o el perdón de una deuda, donde la justicia se satisface por medio
de un mediador o sustituto (Cristo en este caso).
Reflexión
judicial y espiritual
Si vemos la Biblia como una "Constitución divina," podríamos decir que
los "hijos de la ira" están en estado
de violación de esta ley suprema. Sin embargo, el sacrificio de Cristo cumple
con la justicia y ofrece redención, pasando de la condenación (katakrina) al perdón (justificación).
Este lenguaje judicial subraya la
importancia de entender nuestro estado espiritual y de aceptar el remedio que
Dios ofrece a través de Cristo.
2 Corintios 5:21
Reina-Valera 1960
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Cristo fue nuestro sacrificio por
el pecado y también nuestra justicia y por eso se elimina nuestra imputación y
se nos hace hijos de Dios sin ninguna condenación.
Isaías 53:6,
"Jehová cargó en él el pecado de todos
nosotros."
Por su sacrificio, Jesús
no solo limpia nuestra culpa, sino que también nos viste con su justicia. Este
intercambio nos traslada de la condición de "hijos de ira" a ser hijos de Dios,
reconciliados con Él. Ya no estamos bajo la condenación (Romanos 8:1).
La fortuna del monje
En una aldea remota,
vivía un viejo monje conocido por su sabiduría. Un día, una gran inundación
azotó la región, destruyendo campos, hogares y cosechas. Sin embargo, la
pequeña cabaña del monje, construida en una colina, quedó intacta. Los
aldeanos, asombrados, acudieron a él y dijeron:
"¡Qué
afortunado eres, maestro! Tu casa es la única que ha sobrevivido a la
inundación."
El monje, sonriendo con
calma, respondió: "¿Fortuna? ¿Desgracia? El
tiempo lo dirá."
Pocos días después,
debido a la inundación, una manada de ciervos salvajes descendió de las
montañas en busca de comida y agua. Los aldeanos se apresuraron a cazar los
ciervos para alimentarse, pero en la confusión, los animales dañaron los campos
y las plantas. En ese momento, los aldeanos volvieron al monje y se quejaron:
"¡Qué
desgracia! Estos ciervos han arruinado lo que nos quedaba."
El monje, sereno como
siempre, respondió: "¿Desgracia? ¿Fortuna? El
tiempo lo dirá."
Semanas después, los
ciervos comenzaron a reproducirse, y su población creció rápidamente. Con los
ciervos cerca, los aldeanos aprendieron a domesticarlos y comenzaron a usarlos
como fuente constante de carne, cuero y leche. Esto revitalizó la economía de
la aldea. Nuevamente, acudieron al monje y exclamaron:
"¡Qué
buena fortuna! Estos ciervos nos han salvado."
El monje, sabio y
tranquilo, simplemente respondió: "¿Fortuna?
¿Desgracia? El tiempo lo dirá."
Este cuento
sobre el monje y
la fortuna puede relacionarse
con el juicio de Dios en cuanto a cómo los humanos percibimos y evaluamos los
acontecimientos en la vida. Aquí están algunas conexiones clave:
1.
El juicio limitado de los humanos
frente al juicio perfecto de Dios: Los aldeanos en el
cuento rápidamente etiquetan los eventos como "buena fortuna" o
"desgracia", pero el monje les recuerda que el significado completo
de los eventos solo se entiende con el tiempo. De manera similar, el juicio de
los humanos es limitado y subjetivo, mientras que el juicio de Dios es perfecto
y se basa en su omnisciencia. Dios conoce el propósito último de cada
acontecimiento, incluso cuando nosotros no lo vemos.
2.
La paciencia frente al juicio final
de Dios: Así
como el monje muestra calma ante las circunstancias cambiantes, los creyentes
son llamados a confiar en el plan de Dios y a no apresurarse a juzgar la vida
por sus eventos temporales. En pasajes como Romanos 8:28, se nos enseña que
"todas las cosas ayudan a bien" para aquellos que confían en Dios,
aunque no siempre entendamos cómo en el momento.
3.
El propósito divino detrás de cada
evento: Al
igual que en el cuento, donde lo que parece malo lleva a algo bueno (los
ciervos que destruyen los campos terminan siendo una bendición), Dios puede
usar incluso las dificultades y pruebas para cumplir su propósito redentor en
nuestras vidas. Esto refleja cómo el juicio final de Dios evaluará no solo las
acciones, sino también el propósito y el corazón detrás de ellas.
4.
La soberanía de Dios sobre el destino
humano: El
cuento ilustra la importancia de aceptar las circunstancias como parte de un
plan mayor que escapa a nuestro control. En el juicio de Dios, se revelará cómo
todo encaja en su plan perfecto, mostrando que su justicia y sabiduría están
detrás de todo lo que sucede.
En resumen,
este cuento nos recuerda que mientras los humanos evaluamos los eventos desde
nuestra perspectiva limitada, el juicio de Dios es soberano, definitivo y
perfecto. Esto nos anima a confiar en su justicia y en su propósito, mientras
vivimos en fe y esperanza.
En griego, el término "juicio"
puede expresarse de diversas formas dependiendo del contexto y el matiz
del significado. Aquí te explico algunos de los términos principales:
1. Términos
griegos comunes para "juicio"
1. Κρίσις
(krisis):
o Este término
se utiliza para referirse al proceso de juicio o decisión, como en un tribunal.
Puede implicar tanto el acto de juzgar como el resultado, ya sea condenación o
absolución.
o Ejemplo: Juan
5:24 — "No vendrá a juicio (κρίσιν), sino que ha pasado de muerte a
vida."
2. Κρίμα
(krima):
o Se centra más
en el resultado del juicio, es decir, la sentencia o veredicto.
o Ejemplo:
Romanos 5:16 — "La sentencia (κρίμα) vino
por causa de un pecado para condenación."
3. Δίκη
(dike):
o Este término
tiene un enfoque más en la justicia retributiva o el castigo, relacionado con
lo que es justo.
o Ejemplo: 2
Tesalonicenses 1:9 — "Los cuales sufrirán pena de eterna
perdición..." (Aquí se asocia con justicia como castigo.)
4. Βῆμα (bema):
o Literalmente
significa "tribunal" o "estrado", y se refiere al lugar
donde se emite el juicio. Es el término usado, por ejemplo, para el
"tribunal de Cristo."
o Ejemplo:
Romanos 14:10 — "Porque todos compareceremos ante el tribunal (βῆμα) de Cristo."
5. Κατάκρισις
(katakrisis):
o Significa
condenación. Se utiliza para enfatizar el lado negativo del juicio.
o Ejemplo: 2
Corintios 3:9 — "Porque si el ministerio de condenación (κατάκρισις) fue
con gloria…"
El
término usado en Hechos 24:25
En Hechos
24:25, el término griego utilizado para "juicio venidero" es κρίμα
(krima). Esto es significativo porque resalta el
énfasis en el veredicto que vendrá, específicamente en relación con el juicio
final de Dios. Pablo estaba advirtiendo a Félix no solo sobre el proceso de
juicio, sino también sobre las consecuencias eternas de ese juicio, lo que
explica por qué Félix se espantó.
El
término griego (krima) aparece 28 veces en el Nuevo Testamento.
Aunque KRIMA puede tener un
significado neutro como "juicio" o "decisión", en el Nuevo
Testamento se usa más comúnmente para referirse a un juicio con resultados
negativos, como condenación divina.
Ejemplos
de κρίμα en el Nuevo Testamento
1. Romanos 2:2:
o "Mas sabemos que el juicio (κρίμα) de Dios contra
los que practican tales cosas es según verdad."
o Contexto: Se refiere al juicio justo de Dios, aquí con un matiz de
condenación.
2.
Romanos 5:16:
o "Y con el don no sucede como en el caso de aquel
uno que pecó; porque ciertamente el juicio (κρίμα) vino a causa de un solo
pecado para condenación."
o Contexto: Aquí claramente el juicio tiene una connotación negativa
relacionada con la condenación.
3.
1 Corintios 6:7:
o "Así que, por cierto, es ya una falta en vosotros
que tengáis pleitos unos contra otros. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio?
¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?"
o Contexto: Aunque κρίμα no se traduce como "juicio" en esta
versión, implica disputas legales y fallos negativos.
4.
1 Corintios 11:29:
o "Porque el que come y bebe indignamente, sin
discernir el cuerpo del Señor, juicio (κρίμα) come y bebe para sí."
o Contexto: Aquí tiene una connotación negativa, refiriéndose a juicio divino
por irreverencia.
5. Apocalipsis 17:1:
o "Ven acá, y te mostraré la sentencia (κρίμα)
contra la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas."
o Contexto: El término se asocia con el juicio final de Dios, especialmente
en condenación.
6. Hechos 24:25:
o "Hablaba Pablo de la justicia, del dominio propio
y del juicio venidero (κρίμα)."
o Contexto: Se refiere al juicio futuro de Dios, lo cual, dependiendo de la
perspectiva, puede implicar consecuencias negativas para los que no se
arrepientan.
Conclusión
Aunque krima puede
tener un significado neutro como "juicio" o "decisión", en
el Nuevo Testamento se usa más comúnmente para referirse a un juicio con
resultados negativos, como condenación divina.
El término griego (krima) aparece tres veces en el libro de Apocalipsis. Aquí
están las referencias:
1.
Apocalipsis 17:1:
o "Ven acá, y te
mostraré la sentencia (KRIMA) contra la gran
ramera que está sentada sobre muchas aguas."
o Aquí, krima se usa para
referirse al juicio o la condena divina contra la "gran ramera".
2.
Apocalipsis 18:20:
o
"Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros,
santos apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia (κρίμα) en
ella."
o En este caso, krima implica el
juicio de Dios que vindica a sus siervos.
3.
Apocalipsis 20:4:
o
"Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos
los que recibieron facultad de juzgar (κρίμα); y vi las almas de los
decapitados por causa del testimonio de Jesús..."
o Aquí, krima se relaciona con la autoridad para ejecutar
juicio en el contexto del Reino Milenial.
Vamos a analizar cómo se usa este término dentro de
los Evangelios:
1. Uso en el
contexto del juicio divino
En los Evangelios, krima
se utiliza para referirse al juicio de Dios, muchas veces con una connotación
de advertencia contra la hipocresía o la falta de fe. Por ejemplo:
- Mateo 23:14 (aunque este versículo varía según las traducciones): "¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de las viudas,
y por pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor
condenación (krima)."
- Aquí, κρίμα
se refiere a un juicio severo de parte de Dios, especialmente contra los
líderes religiosos corruptos.
- Marcos 12:40 (paralelo de Mateo 23:14): "Que
devoran las casas de las viudas y, por pretexto, hacen largas oraciones;
éstos recibirán mayor condenación (krima)."
2. Uso en el
contexto del juicio humano
A veces, KRIMA se usa
en situaciones que involucran juicios realizados por personas:
- Lucas 23:40: Este es el caso del ladrón en la cruz que reprende al
otro diciendo: "¿Ni aun temes tú a Dios,
estando en la misma condenación (KRIMA)?"
- Aquí, el
término se refiere al juicio humano que llevó a la crucifixión de los dos
malhechores.
3. Aplicación
moral y conductual
En algunos casos, κρίμα se usa para resaltar la
responsabilidad moral:
- Lucas 20:47 (similar a los pasajes ya mencionados): "Que
devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones;
éstos recibirán mayor condenación (KRIMA)."
Conclusión
En los Evangelios, (krima)
se emplea tanto para referirse al juicio divino (a menudo con una advertencia
de condenación) como para situaciones de juicio humano o condena moral. Su uso
destaca la justicia de Dios y la responsabilidad ética de las personas,
especialmente en contextos de hipocresía religiosa o injusticia.
Todos
estos léxicos coinciden en que, aunque el término krima no siempre implica condenación, en
el contexto del Nuevo Testamento siempre tiene connotaciones negativas...
1.
Léxico de Strong (Strong's Concordance - G2917)
2.
Léxico de Thayer
3.
Léxico BDAG (A Greek-English Lexicon of the New Testament and
Other Early Christian Literature)
4.
Léxico del Nuevo Testamento de Louw y Nida
La biblia
emplea el termino KRIMA para describir una
sentencia condenatoria, aunque hay un término derivado de este todavía más
determinante de la condenación KATAKRIMA QUE APARECE SOLO TRES VECES EN LA
BIBLIA...
Romanos 5:16:"Ni tampoco se parece
a lo que vino por medio de aquel que pecó; porque ciertamente el juicio (KRIMA) vino a causa de
un solo pecado para condenación (KATAKRIMA), pero el don
gratuito vino a causa de muchas transgresiones para justificación."
·
Aquí,
katakrima se
refiere a la condenación
que recae sobre toda la humanidad debido al pecado de Adán.
Romanos
5:18:"Así que, como por la transgresión de
uno vino la condenación (κατάκριμα) a todos los hombres, de la misma manera por
la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida."
·
Este
versículo destaca el contraste entre la condenación a través de Adán y la justificación por medio de Cristo.
Romanos
8:1:"Ahora, pues, ninguna condenación
(κατάκριμα) hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a
la carne, sino conforme al Espíritu."
En este caso, katakrima
enfatiza la completa liberación de los creyentes en Cristo de cualquier
condenación debido al pecado.
Con todo lo que hemos analizado, es
posible imaginar que Pablo, al hablar del juicio venidero (krima), ofreciera una disertación profunda y directa
que confrontara tanto la vida personal de Félix como la responsabilidad
universal frente a Dios. Aquí algunos puntos que probablemente formaron parte
de su mensaje:
1.
Juicio universal e inevitable
Pablo habría enfatizado que el
juicio divino es un evento inevitable para toda la humanidad, alineado con
pasajes como Romanos 2:6-11, donde se enseña que
Dios "pagará a cada uno conforme a sus obras". Esta enseñanza subraya
la imparcialidad y la justicia de Dios en su juicio.
2.
Responsabilidad moral y ética
Dado el contexto de corrupción en
la vida de Félix, Pablo probablemente habló sobre la responsabilidad moral y
ética en este juicio. Habría mencionado que las acciones de cada individuo
serán juzgadas, destacando que el juicio divino no se basa en posiciones de
poder o riqueza, sino en la justicia de Dios.
3.
Llamado al arrepentimiento
Pablo seguramente usó el concepto
de krima no solo como una advertencia de
condenación, sino también como un llamado al arrepentimiento. En otros pasajes (como Hechos 17:30-31), Pablo explica que Dios manda a
todos los hombres que se arrepientan, porque ha establecido un día en el que
juzgará al mundo con justicia por medio de Jesús.
4.
Cristo como Juez
Es probable que Pablo destacara que
Jesucristo es el juez designado por Dios para el juicio final (véase Juan 5:22). Esto no solo habría sorprendido a
Félix, sino que habría puesto énfasis en la necesidad de reconocer a Cristo
como salvador antes de enfrentarlo como juez.
5.
El juicio como un evento personal
Pablo habría puesto especial
énfasis en que el juicio venidero no es solo un evento cósmico o distante, sino
que tiene implicaciones personales para cada individuo. Esto podría haber
inquietado a Félix, ya que su conciencia probablemente le recordaba su vida de
corrupción y ambición.
6.
Esperanza en Cristo
Finalmente, aunque el juicio es un
tema solemne, Pablo habría presentado el evangelio como la única esperanza para
escapar de la condenación (katakrima) que viene
con el juicio. Su mensaje habría subrayado que los que están "en
Cristo" no enfrentarán condenación (Romanos 8:1).
El efecto de esta disertación en
Félix fue significativo: se espantó (Hechos 24:25), lo
que demuestra que el mensaje tocó su conciencia. Sin embargo, como tantos
otros, parece que Félix postergó una decisión espiritual crucial, optando por
evitar el compromiso inmediato con la verdad que Pablo presentó.
El Rey Justo y el Siervo Rebelde
Había una vez un reino vasto y
próspero gobernado por un rey sabio y justo. Este rey había establecido una ley
que todos los ciudadanos conocían: cualquier acto de desobediencia contra sus
decretos tendría como consecuencia la muerte. Sin embargo, junto con esta ley
estricta, el rey era conocido por su bondad, ya que ofrecía perdón a cualquiera
que se arrepintiera sinceramente y buscara su gracia.
Un día, un joven siervo llamado
Arel, cegado por su orgullo, cometió un acto de traición grave: robó de los
tesoros del rey y difundió mentiras contra el trono. Al descubrirse su crimen,
Arel fue llevado ante el trono del rey para ser juzgado.
El juicio fue solemne. Los
testigos declararon su culpabilidad, y no había duda de que Arel había violado
la ley real. Según la justicia del reino, la sentencia debía ser ejecutada: la
muerte.
El rey, sabiendo que Arel era
culpable pero amando profundamente a su pueblo, hizo algo inesperado. Se
levantó de su trono y proclamó: —Por la ley de mi reino, Arel es culpable y
merece la muerte. Sin embargo, como amo a este hombre y deseo darle una segunda
oportunidad, yo mismo tomaré su lugar. Su castigo será imputado a mí, y mi
justicia será imputada a él. Pero hay una condición: Arel debe aceptar este
intercambio y reconocer su necesidad de mi perdón.
El rey caminó hacia Arel,
despojándose de su manto real, y tomó el lugar reservado para los criminales.
La sentencia de muerte fue cumplida en el rey, mientras Arel, asombrado y
quebrantado, aceptó el perdón y fue vestido con la ropa del rey, como un símbolo
de su nueva posición.
Desde ese día, Arel vivió bajo
la justicia imputada del rey. Cada vez que alguien lo acusaba de su antigua
traición, Arel respondía: —Mi crimen fue juzgado, y mi castigo fue llevado por
el rey. Ahora vivo bajo su justicia, no bajo mi culpa.
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