martes, 1 de agosto de 2017

“UN ABISMO LLAMA A OTRO”



Salmo 42:7 Un abismo llama a otro abismo en el rugir (Hebreo voz col) de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas se han precipitado sobre mí.

Un abismo es algo profundo no superficial, lo superficial se oye en lo superficial, lo profundo solo puede oírse desde lo profundo. Al oír un mensaje de alguien solo puede conmovernos si lo que nos dice sale de lo mas profundo.

Cuando atraviesas momentos duros, lo último que quieres es a una persona superficial para que ponga sus brazos alrededor tuyo y trate de animarte, porque sabes que no hay profundidad para experimentar. 

La imagen que suscita nuestro texto son cascadas que rugen al salir del abismo y sus aguas caen silenciosas hasta oírse el sonido del llamado de las aguas golpeadas de otro abismo.

Una verdadera amistad responde a lo profundo y secreto de dos abismos diferentes en diferentes niveles pero íntimamente conectados.

Las profundidades no pueden llamar a lo superficial. 

Todo ser humano ha nacido con un trabajo en su corazón (En hebreo trabajo= carga).

 Eclesiastés 3:10Reina-Valera 1960 (RVR1960)

10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
Algunos son tan superficiales que no les brota aun la cascada del trabajo que Dios les dio para hacer en esta vida.

Ese propósito con el cual cada uno de nosotros nació debe brotar desde nuestro abismo interior.

Eclesiastés 3:11Reina-Valera 1960 (RVR1960)

11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
-Lo que Dios ha puesto en nuestros corazones es también lo que esta en el suyo desde la eternidad. Lo profundo de Dios brotando de lo profundo de nuestros corazones.

Pero la vida no le es favorable en verano al ciervo, el debe “bramar” POR LAS AGUAS ante el peligro de su propia vida.



Salmo 42:1  Como el ciervo brama  “arag” (GRITO DE NECESIDAD Y PELIGRO) por las corrientes de las aguas,
    Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;
De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,
Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
Dios mío, mi alma está abatida en mí;
Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,
Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.


El Salmo 42 describe la sed del ciervo cuando en verano se secan los arroyos, el verano es el tiempo de la prueba y del mayor peligro del siervo “EL SUDOR” ya que sus feromas huelen mas cuando mas sed y calor tienen, ese olor les delata y atrae a los depredadores, el verano es también la época de criar, por lo que a falta de arroyos tienen que buscar lirios aromáticos silvestres con los que frotarse y ocultar de su presencia ante el acecho de los lobos.


Nuestro Lirio es Cristo, el abismo donde brotan las aguas es el corazón mismo de Dios, el clamor interno sale de nuestras necesidades espirituales….“UN ABISMO LAMA A OTRO”…..

Canto La ROSA DE SARON Y EL LIRIO DE LOS VALLES



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